Una historia romántica donde el amor puede con todo... incluso con los prejuicios.
Elizabeth Ridgeway es una mujer de extraordinaria belleza, capaz de encender de inmediato el deseo de los hombres. Sin embargo, Nathan, su marido, apenas se fija en ella.
Rafael Santana, hijo de una rica familia de Texas, es atractivo y arrogante. De niño fue secuestrado por comanches y educado como un guerrero, algo que sus modales aristocráticos no logran ocultar. Elizabeth y Rafael tenían una idea equivocada el uno del otro.
Una conmovedora novela romántica cuya protagonista luchará por el amor y por olvidar el sufrimiento de su pasado.
No te pierdas esta historia de mano de Ebony Clark, te encantará...
Devonshire, Inglaterra. A finales del siglo XIX, la joven Ofelia, huyendo de su despótico y perverso tío, abandona el único hogar que ha conocido y se aventura en un matrimonio por poderes, al otro lado del océano, con un hombre a quien jamás ha visto.
Bisbee, Condado de Cochise, Arizona. El destino hace que Jacob Turner, el hombre al que apodan El Diablo, despose a una joven aparentemente frágil y silenciosa, cuyos secretos y fantasmas amenazan con unirse a los suyos a menos que haga algo por evitarlo. De pronto, Ofelia se encuentra sola en un mundo hostil dominado por la codicia y los prejuicios.
Una historia romántica y un maravilloso viaje que nos trasladará a la región de Provenza.
Heidi, con el corazón roto por la muerte de su marido, viaja con su hijo de siete años y su sobrina adolescente a un pueblecito en el sur de Francia, donde, según dicen, una ruinosa casa de piedra cura los corazones rotos desde antes de la Segunda Guerra Mundial.
Una vez allí, acompañados de una vecina que parece conocer todos los secretos de la familia -la madre de Heidi había pasado un verano sola en la Provenza, cuando ella era una niña- y un enigmático francés, Heidi y los suyos viajarán a través del amor, la pérdida y la curación rodeados de viñedos, brisas cálidas y la deliciosa comida de la región.
«Nunca antes el dicho de «el que no arriesga, no gana» había tenido tanto sentido. María y Tomás son los protagonistas de una historia principalmente de amor donde el riesgo les hizo ganar.» María Pombo
María y Tomás han conectado a la primera. Pueden pasar horas y horas hablando sobre sueños o cómo cambiar el mundo. Cuando están juntos la magia flota en el aire, aunque ellos sean los últimos en enterarse. Pero ni la vida es un camino de rosas ni este libro es un cuento de hadas. Ellos lo descubrirán enseguida. Como también descubrirán el dolor, el temor, la amistad y, sobre todo, el amor.
Esta es una historia de decisiones difíciles, de hacerse mayor de golpe, de realidades que nunca se soñaron y de ilusiones que se cumplen a base de tesón. Pero también es una historia sobre el valor de tomar las riendas de tu propia vida.
Botas de colores para días de lluvia te invita a disfrutar del sol tras la tormenta.
Rachel es una entusiasta consumidora de drogas «recreativas». Según ella, no por adicción sino por pasatiempo. Al fin y al cabo, hoy día, ¿quién no toma de vez en cuando un ácido, una raya o unas pocas pastillas? ¿Qué mejor para olvidar las tensiones del trabajo y disfrutar un rato de la vida?
Pero, en una de esas, se le va la mano, y tras una noche de excesos se atiborra de tranquilizantes para dormir a pierna suelta y empezar fresca una nueva jornada laboral. Para su sorpresa, a la mañana siguiente no despierta en su habitación sino en la cama de un hospital, después de un lavado de estómago y a punto para ingresar una temporada en una peculiar clínica de rehabilitación...
Nunca he creído en el horóscopo. ¿Sabéis por qué? Porque te dice que estás viviendo un periodo favorable, te da tres estrellas en salud, dinero y amor y, sin embargo, tú te sientes como un trapo viejo, tu vida sentimental es un desastre y tu trabajo pende de un hilo.
¡Bienvenidas al club de las desdichadas intergalácticas!
Me llamo Alice y hasta hace unos meses mi autoestima estaba por los suelos. Mi ex estaba a punto de ser padre y por la cadena de televisión en la que trabajo acababa de aparecer un nuevo jefe con una sonrisa imposiblemente sexy y el apodo de «el cortador de cabezas». Lo último que necesitaba.
Entonces a mi vida llego Tio, mi entrenador astrológico personal, para convencerme de que mis problemas no eran debidos a un complot cósmico sino a la posición de los planetas en mi carta astral. Así que lo único que podía hacer era ponerme en sus manos y averiguar qué sorpresas me tenían reservadas las estrellas.
Y os aseguro que lo que descubrí fue mucho más que eso porque, quizá, cuando se trata de amor... el destino no está escrito en el cielo.