La vida de la doctora Briana Ortiz va cuesta abajo. Está a punto de oficializarse su divorcio, a su hermano se le acaba el tiempo para conseguir un donante y ese ascenso que tanto deseaba se lo va a llevar, casi seguro, ese doctor nuevo que al que no soporta. Sin embargo, justo cuando ella ya está preparada para diagnosticar un caso de odio a primera vista, Jacob Maddox le envía una carta. Una preciosa que demuestra que, en realidad, no es el diablo.
Bri y Jacob continúan escribiéndose, y cuando él le hace a Briana el mejor regalo del mundo, un riñón para su hermano, ella no puede evitar preguntarse cómo va a evitar sucumbir a ese recién llegado callado y atractivo… especialmente cuando este le pide un favor que no puede rechazar.
Algo pone el mundo de Alexis Montgomery patas arriba. La causa: Daniel Grant, un carpintero ridículamente sexy, diez años más joven que ella y tan informal como parece. Todo lo contrario de la sofisticada chica de ciudad que es Alexis. Y, sin embargo, la química entre ambos es innegable.
Si bien los millonarios padres de Alexis quieren que ella continúe con el legado familiar y se convierta en una cirujana de renombre mundial, Alexis no parece necesitar ni gloria ni fama. Le parece bien con llegar a ser una doctora de urgencias.
Y cada minuto que pasa con Daniel descubre lo que realmente es importante. Sin embargo, dejar que su relación se convierta en algo más que en una aventura a corto plazo significaría darle la espalda a su familia y renunciar a la oportunidad de ayudar a miles de personas.
Llevar a Daniel a su mundo es imposible y, a la vez, tampoco puede renunciar a la alegría que ha encontrado a su lado.
Italia, verano de 1942. Cuarenta niños judíos llegan a la estación de Nonantola, cerca de Módena. Han escapado de la Alemania nazi y, ahora, instalados en una villa de las afueras del pueblo, sienten que lo peor ha pasado. Entre ellos se encuentra Natan, quien inicialmente ve con recelo toda esa atención. Las imágenes de su padre, sacado de casa a rastras en mitad de la noche, de la despedida de su madre y de su hermano pequeño, aún arden en su memoria.
Sin embargo, en Villa Emma no hay estrellas amarillas en los abrigos, ni guetos, ni redadas nocturnas. Este parece ser un mundo totalmente nuevo. Un mundo en el que los campesinos les llevan comida, los leñadores fabrican sus camas y cada uno puede contribuir con su trabajo. Hasta que las tropas nazis comienzan a acampar en Nonantola y para los chicos llega el momento de organizar una nueva huida. Sin embargo, esta vez no están solos, esta vez tienen a todo un pueblo luchando por ellos.