1937. Mientras los aviones se abalanzaban sobre Guernica, Teresa Alonso miraba las bombas caer desde una colina cercana y, con solo doce años, supo que la vida que había conocido se enterraba bajo los escombros. Fue entonces cuando su madre decidió que partiera hacia a la URSS, donde los hijos de republicanos españoles se refugiaron durante la Guerra Civil.
Esta novela cuenta la historia de la juventud de Teresa, de los personajes que conoció -los más importantes de la izquierda europea- y de su sed de pasión y libertad, algo que en ningún momento ha dejado atrás. Pero también es el relato de la guerra que oscureció el continente y de un amor que, cuando todo se desplomaba, fue capaz de sostener su universo.
Celia Santos nos traslada a una Rusia ya extinta, a través de los recuerdos actuales de Teresa Alonso. Así, este emocionante libro exquisitamente documentado, se convierte también en un homenaje a la última generación que ha vivido la época que marcó, como ninguna otra, la historia de la humanidad.
¿Quién eres cuando tienes que caminar con los zapatos de otra persona?
Nisha viaja por todo el mundo y disfruta de las comodidades propias de los ricos y poderosos. Hasta que su marido le pide el divorcio y deja de pasarle dinero. Nisha está decidida a aferrarse a su sofisticado estilo de vida, pero, mientras, deberá esforzarse por salir adelante. Y eso que ya ni siquiera tiene los zapatos que llevaba puestos hasta hace un momento.
La razón es que Sam, en el peor momento de su vida, se ha llevado la bolsa de gimnasio de Nisha por error. A Sam no le da ni tiempo a preocuparse por su despiste, bastante tiene con sacar a su familia adelante. Pero cuando se prueba los zapatos Louboutin de Nisha, rojos, espectaculares y con un tacón de quince centímetros, Sam siente tanta confianza que se da cuenta de que algo debe cambiar..., y ese algo es ella.
Wiesbaden, 1951. Al Café del Ángel le ha salido competencia. Junto al tradicional establecimiento de la familia Koch ha abierto otro más moderno: el Café del Rey. Mientras Hilde Koch intenta en vano convencer a sus padres para que modernicen el local, su gran amor, por el que tanto ha luchado, parece a punto de resquebrajarse.
A su hermano August tampoco le van mejor las cosas. Cuando regresa a Alemania, tras haber sido prisionero de guerra de los rusos, comienza a sentirse atraído precisamente por una misteriosa joven rusa, cuya llegada amenaza con dividir a la familia...
Las democracias occidentales modernas están bajo asedio y el auge del autoritarismo es una cuestión que debería preocuparnos a todos. En El ocaso de la democracia, Anne Applebaum (premio Pulitzer y una de las primeras historiadoras que alertó de las peligrosas tendencias antidemocráticas en Occidente) expone de forma clara y concisa las trampas del nacionalismo y de la autocracia. En este extraordinario ensayo explica por qué los sistemas con mensajes simples y radicales son tan atractivos.
Los líderes despóticos no llegan solos al poder; lo hacen aupados por aliados políticos, ejércitos de burócratas y unos medios de comunicación que les allanan el camino y apoyan sus mandatos. Asimismo, los partidos nacionalistas y autoritarios que han ido tomando relevancia en las democracias modernas ofrecen unas perspectivas que benefician exclusivamente a sus partidarios, permitiéndoles alcanzar unas cotas de riqueza y poder inigualables.
Siguiendo los pasos de Julien Benda y Hannah Arendt, Applebaum retrata a los nuevos defensores de las ideas antiliberales y denuncia cómo estas élites autoritarias utilizan las teorías de la conspiración, la polarización política, el terrorífico alcance de las redes sociales e incluso el sentimiento de nostalgia para destruirlo todo y redefinir nuestra idea de nación.
Se sabe que Gertrude Stein era una mujer atrevida en sus opiniones y con un sentido del humor peculiar; pues bien, el título mismo de este libro demuestra su talento y la voluntad de ir más allá de lo establecido en cuanto a géneros literarios: aparentemente estamos leyendo un texto autobiográfico y quien lo firma es Alice B. Toklas, la secretaria y compañera sentimental de la gran autora, pero quien está detrás de estas páginas es la misma Gertrude Stein.
Así, al hilo de la voz de Alice, entramos en la casa que las dos mujeres compartieron en París entre 1903 y 1933, y por donde desfilaban las figuras que definieron lo que sería la cultura de principios del siglo XX. Comiendo con Picasso, cenando con Hemingway o hablando de sombreros con Marcelle Braque, se fue hilando una tradición intelectual que hoy ya es clásica y a Gertrude Stein debemos el gran favor de haber abierto las puertas de este salón donde las anécdotas, divertidas o trágicas, acabaron convirtiéndose en Historia con mayúsculas.
«La teoría de los archipiélagos viene a decir que todos somos islas, llegamos solos a este mundo y nos vamos exactamente igual, pero necesitamos tener otras islas alrededor para sentirnos felices en medio de ese mar que une tanto como separa. Yo siempre he pensado que sería una isla pequeñita, de esas en las que hay tres palmeras, una playa, dos rocas y poco más; me he sentido invisible durante gran parte de mi vida. Pero entonces apareciste tú, que sin duda serías una isla volcánica llena de grutas y flores. Y es la primera vez que me pregunto si dos islas pueden tocarse en la profundidad del océano, aunque nadie sea capaz de verlo. Si eso existe, si entre los corales y sedimentos y lo que sea que nos ancla en medio del mar hay un punto de unión, sin duda somos tú y yo. Y, si no es así, estamos tan cerca que estoy convencido de poder llegar nadando hasta ti».