«La historia se ha acelerado a un ritmo vertiginoso, que amenaza el futuro de la raza humana», nos dice Eric Hobsbawm, que no sólo es el historiador más leído en el mundo, sino uno de los pensadores más influyentes de la izquierda. Hobsbawm nos habla en estas páginas de los grandes problemas a que nos enfrentamos: la guerra, la paz y las posibilidades de un orden mundial, del proyecto imperial de los Estados Unidos y de cómo «un grupo de políticos locos pretenden implantar su propia versión de la supremacía mundial», de los efectos de una globalización que acentúa las disparidades en el mundo, de la crisis del estado-nación, de las inmigraciones, el racismo y la xenofobia, de los peligros que nacen del miedo irracional al terror político o de las dificultades de mantener el orden público en un mundo violento en que circulan 125 millones de rifles de asalto. Problemas analizados por desde una perspectiva a la vez crítica y esperanzada, que contrasta con la mediocridad del pensamiento único que nos invade.
Desde que son niños, Edie, Jake y Ryan han sido inseparables; ellos tres contra el mundo. Edie pensaba que su amistad podría con todo así que, cuando su marido, Jake es brutalmente asesinado y su mejor amigo, Ryan, acusado del crimen, su mundo se desmorona.
Edie se encuentra sola por primera vez en muchos años en la casa del acantilado que compartía con Jake. Está en pleno duelo y tiene miedo, y no le faltan razones para tenerlo, pues alguien la está vigilando, alguien que lleva mucho tiempo esperando este momento. Ahora que Edie es vulnerable, el pasado del que ha intentado huir desesperadamente está a punto de llamar a su puerta.
Después de un primer curso interminable en la universidad, Cole y Tessa están más que preparados para las vacaciones de verano, dejar atrás todo el drama y pasar unos meses completamente apartados de fraternidades y borracheras universitarias. Pero, como siempre, la vida tiene un modo especial de entrometerse. En medio de una mezcla explosiva de dramas familiares, tensiones entre amigos y una nueva chica recién llegada a la ciudad, Cole toma una decisión que le puede cambiar la vida.
Parece que Tessa va a necesitar una caja gigante de Kit Kats y muchos litros de helado de fresa para sobrevivir al verano.
Tessa O'Connell puede con todo y todavía con más. Por eso, al terminar la uni, se propone no dejar escapar ninguna oportunidad, aunque ello signifique mudarse sola a Nueva York mientras Cole termina su carrera de Derecho. Al fin y al cabo, después de todo lo que han pasado juntos, podrán sobrevivir a una relación a distancia... ¿verdad?
Junto a sus nuevos amigos y hermanastros, a la épica abu Stone y a otros extras que reaparecen por todo lo alto, Cole y Tessa tendrán que enfrentarse a la vida real como pareja y superar todos los obstáculos para construir su forever and ever.
Finalmente, Tessa O'Connell está lista para vivir según sus propias reglas. Ha dejado atrás los días en los que la inseguridad la perseguía y buscaba desesperadamente la aprobación de los demás, y ha regresado de Londres más valiente, más fuerte y más independiente que nunca. Ha vuelto y sabe lo que quiere. Está lista para demostrarle a Cole que ella es más fuerte de lo que ambos imaginaron.
La madre de Jaromil es una mujer posesiva que mima a su hijo en exceso y que desprecia a su marido, un discreto ingeniero en cuyo interior se esconde un verdadero héroe. Alentado por la madre, que le ríe todas las gracias, Jaromil entra en la adolescencia creyéndose un poeta. Mientras su madre tiene con el profesor de dibujo de Jaromil una aventura que la llenará de remordimientos, su hijo conoce las dificultades de trabar amistad con sus compañeros de colegio y trata de ocultar en sus poemas sus primeras experiencias eróticas. Poco después creará en su imaginación a un personaje llamado Xavier, que vive lo que a él se le niega. Cuando acceda a la universidad y en 1948 se implante en el país el comunismo con toda su dureza, Jaromil, convertido en un poeta del régimen, todavía ignorará que su vida no es sino una eterna huida y, lo que es peor, que toda decisión acarrea consecuencias mucho más graves de lo que uno imagina.