Hay recuerdos que pueden ser mortales.
Scarlett no recuerda nada de cuando era pequeña: una extraña amnesia mantiene oculta su más temprana infancia. Hasta que un accidente provoca que empiece a recuperar retazos dispersos de su memoria, desencadenando una serie de revelaciones oscuras. Todos estos años su familia le ha ocultado una verdad desgarradora... una verdad que es letal.
No hay mejor desafío para la astuta Miss Marple que un crimen aparentemente imposible de resolver.
Leyendo el periódico, actividad a la que Miss Marple se entrega cada día con placer, la anciana topa con la necrológica de Jason Rafiel, un millonario al que había conocido un año antes durante uno de sus viajes. Unos días más tarde, el abogado de Mr. Rafiel le entrega una carta que el acaudalado conocido había dictado antes de morir. En ella le comunica a Miss Marple que, si consigue resolver un crimen, recibirá la notable cantidad de 20.000 libras. Aunque el reto es enorme, pues la carta no especifica ni quién es la víctima, ni dónde ni cuándo tuvo lugar el fatal suceso, Jane Marple no tarda en aceptar el desafío e iniciar sus pesquisas.
Relatos para soñar despierto y sanar el alma dormida.
«Me encantan los relatos, las historias pequeñas de tres a ocho páginas, que te hacen pensar, reír, llorar o emocionarte. Un buen relato puede alegrarte un mal día porque las historias pequeñas en ocasiones resumen un gran sentimiento que reside en nuestro interior y que se convierte en nuestra mejor medicina.
»Me encantaría que estos relatos fueran terapéuticos y os ayudaran con alguna emoción estancada. Desearía que os sintierais acompañados, cuidados y queridos en cada página. Todos los personajes pertenecen a mi mundo. Son personas amarillas. [...]
»Estas historias no dejan de ser casi como películas, es por ello que antes de cada relato encontraréis unos bellos e increíbles pósters sobre cómo podría ser el cartel de ese film.»
Descubre el inmenso poder terapéutico del habla. Un texto interesante, emotivo e imprescindible sobre la importancia y los beneficios de hablar para comunicarnos así como de hablarnos a nosotros.
Hablar es la actividad humana más eficaz para proteger la autoestima, gestionar nuestro programa vital, disfrutar de la convivencia y las relaciones afectivas y facilitar nuestro bienestar físico, mental y social. Está, pues íntimamente relacionado con la buena salud y la satisfacción con la vida.
En este ensayo divulgativo, el reconocido psiquiatra Luis Rojas Marcos nos demuestra, el papel fundamental que desempeña el lenguaje a través de experiencias personales vitales y de su reconocida y dilatada carrera profesional en las que el habla ha desarrollado un papel fundamental porque... ¿qué hace un psiquiatra si no escuchar a sus pacientes?
¿Qué parte de la crisis financiera de hoy en día es resultado de una crisis de educación... o de falta de educación? ¿Y qué puede hacer un padre -hoy, desde su casa- para darles a sus hijos una ventaja financiera?
Una vez más, Robert T. Kiyosaki desarrolla su creencia de que el sistema escolar en el mundo se creó para producir empleados en masa, estudiantes con las mejores calificaciones, que leen bien, memorizan bien y sacan buenas calificaciones en los exámenes; pero ese sistema no motiva a los pensadores, creativos, visionarios y soñadores, a los emprendedores futuros, los estudiantes con malas calificaciones pero que se convierten en los innovadores y creadores de ideas nuevas, negocios, aplicaciones y productos.
En este ensayo Russell parte de la idea de que la educación que deseamos para nuestros hijos depende de nuestros ideales acerca del ser humano. Ataca así el sistema educativo de la época, en manos de la Iglesia o del Estado, a los que acusa de crear «rebaños» formando en el conformismo, el autoritarismo y el nacionalismo. Russell busca educar personalidades libres y sensibles, cultivadas en la curiosidad, la confianza en el esfuerzo y e! sentido de aventura. Él y su mujer Dora crearon una escuela en Beacon Hill en donde intentaron llevar a la práctica sus ideales educativos. El valor actual de estos ensayos reside cn lo pausado y racional de su análisis, en la claridad de sus propuestas y la amenidad de su lectura: «Cuanto he de decir -escribe Russell- no es sino el resultado de mis preocupaciones con respecto a mis hijos; no hay, pues, en ello nada de remoto ni teórico, y espero que ayude a aclarar las ideas de otros padres en situación análoga a la mía, bien sea para compartir o para rechazar mis opiniones.»
Un libro en el que el propio Russell consigue lo que quiso para los niños: despertar la curiosidad y la reflexión conviniendo su discurso en una entretenida aventura.