Este libro es una llamada de atención sobre las iniciativas que estás tomando, en el trabajo y en cuanto te concierne.
Ha llegado el momento de que dejes de esperar a que alguien te proporcione un mapa del camino y empieces a dibujarlo tú mismo.
Llevamos a nuestros hijos al colegio y nos obsesionamos con sus notas, su comportamiento y su capacidad de integración. Colgamos una oferta de trabajo y buscamos experiencia, universidades de prestigio y una carrera sin fracasos. Y entonces, ¿por que nos sorprendemos cuando todo se desmorona?
Nuestra economía no es estática, pero actuamos como si lo fuera. Tu posición en el mundo se define en función de lo que emprendes, de cómo lo haces y de lo que aprendes de los acontecimientos que causas.
¡Hazlo! Constituye un manifiesto sobre la producción de algo que escasea y es, por lo tanto, valioso. Ha llegado el momento de que dejes de esperar a que alguien te proporcione un mapa del camino y empieces a dibujarlo tú mismo.
La doctora Tsabary afirma que para que la crianza sea eficaz debemos desarrollar una profunda conexión con nuestros hijos y abordar los sentimientos que impulsan sus conductas, en lugar de castigarlos.
Lejos de abogar por una actitud del tipo «dejar pasar» o «todo vale», la doctora Tsabary recomienda que los padres adopten una actitud resuelta, no basada en el control del niño sino, sobre todo, en ayudarlo a desarrollar un profundo sentido de responsabilidad personal.
Cuando su padre la obliga a asistir a una escuela de esquí, Alice sufre un grave accidente que la marcará para siempre. A su vez, Mattia, un niño reservado, carga con las fatales consecuencias de un acto que cometió poco tiempo atrás. La infancia ha causado en Alice y en Mattia esa clase de heridas que difícilmente cicatrizan, y que los abocan a una soledad devastadora durante su adolescencia. Sin embargo, en el momento en que los dos se encuentren, nacerá la amistad y sus vidas se entrecruzarán hasta, en ocasiones, sentirse estrechamente unidos. Alice se dedicará a la fotografía, y Mattia desarrollará su talento para las matemáticas. Y sin embargo, igual que esos números especiales conocidos como «primos gemelos», algo los mantiene irremediablemente «solos y perdidos, juntos pero no lo bastante para tocarse de verdad», como piensa Mattia.
"Entre los fragmentos conservados del poeta griego Arquíloco, uno dice: “Muchas cosas sabe el zorro, pero el erizo sabe una sola y grande”. La fórmula, según Isaiah Berlin, puede servir para diferenciar a dos clases de pensadores, de artistas, de seres humanos en general: aquellos que poseen una visión central, sistematizada, de la vida, un principio ordenador en función del cual tienen sentido y se ensamblan los acontecimientos históricos y los menudos sucesos individuales, la persona y la sociedad, y aquellos que tienen una visión dispersa y múltiple de la realidad y de los hombres, que no integran lo que existe en una explicación y orden coherente, pues perciben el mundo como una compleja diversidad. Berlin, luego de formularla, se apresura a prevenirnos contra los peligros de cualquier clasificación de esa naturaleza. En efecto, ellas pueden ser artificiales y hasta absurdas. Pero la suya no lo es. Todo lo contrario: muerde en carne viva y resulta iluminadora para entender dos actitudes ante la vida que se proyectan en todos los campos de la cultura." Mario Vargas Llosa
El libro más personal de Javier Marías.
A lo largo de estas páginas, que recogen los artículos más personales del autor y una larga entrevista concedida a The Paris Review, Javier Marías repasa los años de su infancia, los recuerdos familiares, sus primeros pasos en la literatura, sus maestros dentro y fuera de los libros, amén de un emotivo apartado dedicado a los que ya no están. También tienen cabida aquí aspectos de su trayectoria de carácter más curioso, como, por ejemplo, la explicación de cómo llegó a ser monarca del curioso Reino de Redonda.
El thriller en que se basa la serie de TV The Alienist.
Nueva York, 1896. John Schuyler Moore, reportero de sucesos de The New York Times, recibe en plena madrugada la llamada de su antiguo compañero de Harvard, el famoso alienista (como se conocía entonces a los psicólogos) Laszlo Kreizler, quien le cita en el puente de Williamsburg, escenario de un horrible asesinato.
Theodore Roosevelt, jefe de policía de la ciudad, solicita la colaboración de ambos amigos para indagar el crimen, una atrevida iniciativa, pues el alienista es visto con desconfianza por una sociedad conservadora, que considera que un asesino nace y no se hace. A ellos se une Sara Howard, primera mujer que trabaja en la comisaría, y los hermanos Isaacson, pioneros en las nuevas técnicas de investigación.