Hijos de Dune es la tercera novela de la serie «Dune» de Frank Herbert, una obra maestra unánimemente reconocida como la mejor saga de ciencia ficción de todos los tiempos.
Leto Atreides, el hijo de Paul -el mesías de una religión que arrasó el universo, el mártir que, ciego, se adentró en el desierto para morir-, tiene ahora nueve años. Pero es mucho más que un niño, porque dentro de él laten miles de vidas que lo arrastran a un implacable destino. Él y su hermana gemela, bajo la regencia de su tía Alia, gobiernan un planeta que se ha convertido en el eje de todo el universo. Arrakis, más conocido como Dune.
Y en este planeta, centro de las intrigas de una corrupta clase política y sometido a una sofocante burocracia religiosa, aparece de pronto un predicador ciego, procedente del desierto. ¿Es realmente Paul Atreides, que regresa de entre los muertos para advertir a la humanidad del peligro más abominable?
Con este extraordinario libro, J. J. Benítez plasma uno de los proyectos más ambiciosos de su extensa trayectoria como cronista y notario de lo oculto y lo inexplicable. Según el autor, el «objetivo de esta obra es ofrecer lo más granado de las leyendas y enigmas que, afortunadamente, aún conserva nuestro mundo, y siempre en el marco de una aventura permanente».
Para conseguirlo, J. J. Benítez ha recorrido más de tres millones de kilómetros en los últimos veinte años. «Si los planes de la Providencia son los que imagino, éste es el comienzo de un vasto proyecto que no dejará rincón del planeta sin investigar.»
Todo el mundo sabe que a Haruki Murakami le apasionan tanto la música moderna y el jazz como la música clásica. Esta pasión no sólo le llevó a regentar en su juventud un club de jazz, sino a impregnar de referencias musicales la mayoría de sus obras. En esta ocasión, el escritor japones comparte con sus lectores sus querencias, sus opiniones y, sobre todo, sus ansias de saber sobre el arte musical. Para ello, a lo largo de dos años, Murakami y su amigo Seiji Ozawa mantuvieron estas deliciosas conversaciones sobre piezas de Brahms y Beethoven, de Bartók y Mahler, sobre directores de orquesta como Leonard Bernstein y solistas excepcionales como Glenn Gould. Así, mientras escuchan discos y comentan distintas interpretaciones, el lector asiste a jugosas confidencias que le contagiarán el placer inacabable de disfrutar de la música con oídos nuevos.