En el Berlín de 1943, nadie conocía el nombre de La Sombra. Pero ser visto por este judío despiadado era sinónimo de muerte: colaboraba con la Gestapo en la identificación y delación de otros ciudadanos judíos para condenarlos a los campos de exterminio.
En el Miami de finales del siglo XX, la deprimente vida de Simon Winter - retirado de la Brigada de Homicidios de la Policía- da un giro inesperado cuando su aterrorizada vecina llama a la puerta de su apartamento. Sophie, superviviente del Holocausto, cree haber visto a La Sombra. A la mañana siguiente, aparece estrangulada, con los ojos desorbitados de terror.
La policía supone que se trata de un asesinato más, pero Winter sabe la terrible verdad: un escurridizo asesino está eliminando a los supervivientes del Holocausto que viven en Miami.
Cuando su padre la obliga a asistir a una escuela de esquí, Alice sufre un grave accidente que la marcará para siempre. A su vez, Mattia, un niño reservado, carga con las fatales consecuencias de un acto que cometió poco tiempo atrás. La infancia ha causado en Alice y en Mattia esa clase de heridas que difícilmente cicatrizan, y que los abocan a una soledad devastadora durante su adolescencia. Sin embargo, en el momento en que los dos se encuentren, nacerá la amistad y sus vidas se entrecruzarán hasta, en ocasiones, sentirse estrechamente unidos. Alice se dedicará a la fotografía, y Mattia desarrollará su talento para las matemáticas. Y sin embargo, igual que esos números especiales conocidos como «primos gemelos», algo los mantiene irremediablemente «solos y perdidos, juntos pero no lo bastante para tocarse de verdad», como piensa Mattia.
En un Londres devastado por las bombas y que empieza a recuperarse de las terribles heridas de la Segunda Guerra Mundial, Juliet Ashton, una joven escritora en busca de inspiración novelesca, recibe la carta de un desconocido llamado Dawsey Adams. El hombre, que vive en la isla de Guernsey, un pequeño enclave en el canal de la Mancha, está leyendo un libro de Charles Lamb que había pertenecido con anterioridad a Juliet. ¿Cómo ha llegado ese ejemplar hasta Guernsey? ¿Por qué Dawsey decide ponerse en contacto con Juliet?
Dawsey es miembro del club de lectura La Sociedad Literaria del Pastel de Piel de Patata de Guernsey, creado en circunstancias difíciles durante la contienda, una rareza en tiempos de ocupación alemana. Cuando Juliet acepta la invitación de estos excéntricos lectores para visitar Guernsey, entiende que ellos y su increíble sociedad literaria serán los personajes de su nueva novela, y su vida dará un vuelco para siempre.
Kahlen es una sirena, obligada a servir a Oceania atrayendo seres humanos a las acuosas tumbas con su voz, la cual es mortal para cualquier humano que la escuche.
Akinli es humano. Un chico amable y guapo, el es todo lo que Kahlen jamás había soñado. Enamorarse pone a ambos en peligro... pero Kahlen no puede soportar mantenerse apartada.
¿Lo arriesgará todo para seguir los latidos de su corazón?
Del autor del bestseller HHhH.
El 25 de marzo de 1980, Roland Barthes muere atropellado. Los servicios secretos franceses sospechan que ha sido asesinado, y el inspector Bayard, un hombre tremendamente conservador, es el encargado de la investigación. Junto con el joven Simon Herzog, profesor ayudante en la universidad y progresista de izquierdas, inicia una pesquisa que le llevará a interrogar a figuras como Foucault, Lacan o Althusser, y a descubrir que el caso tiene una extraña dimensión mundial.
La séptima función del lenguaje es una inteligente y astuta novela que especula con el asesinato de Roland Barthes en clave de parodia, con carga de sátira política y trama detectivesca. Como en HHhH, Binet mezcla hechos, documentos y personajes reales con ficción para construir un audaz y divertidísimo relato sobre el lenguaje y su poder para transformarnos.
La fama de la desapacible Kimberly Clark Weymouth, una pequeña ciudad eternamente aquejada por heladas ventiscas y mucha nieve, y donde Louise Feldman ambientó el clásico infantil La señora Potter no es exactamente Santa Claus, permitió a Randal Peltzer abrir una exitosa tienda de souvenirs. Cada día, la ciudad recibe a lectores de la excéntrica escritora y, a regañadientes, vive de ella. Pero ¿qué pasaría si, harto de un destino que no ha elegido, Billy, hijo de Randal, decidiese cerrar la tienda para mudarse a otra ciudad? ¿Podría Kimberly Clark Weymouth permitirse dejar de ser el lugar que ha sido siempre y convertirse en otra cosa? Bajo la exuberante prosa y la imaginación sin límites de Laura Fernández, se esconde una sólida historia sobre la maternidad, la creación y la renuncia, el arte como refugio y la soledad del incomprendido, en este cruce entre una novela de Roald Dahl para adultos y unalocado y digresivo T.C. Boyle que hubiera leído más de la cuenta a Joy Williams. La señora Potter no es exactamente Santa Claus pretende hacer saltar por los aires la sola idea de la existencia del relato, o del relato único de aquello que somos, porque si algo somos es una infinidad de posibilidades.