El amante: Premio Goncourt en 1984 y llevada al cine en 1992, esta novela autobiográfica narra, con la intensidad del deseo, la historia de amor entre una adolescente de quince años y un acaudalado comerciante chino de veintiséis, que se desarrolla en los escenarios coloniales de Indochina. Esa jo-vencita, bellísima pero pobre, no es otra que la propia Marguerite Duras, quien rememora no sólo su singular vivencia sino también las apasionadas y tensas relaciones que desgarraron a su familia y que, prematuramente, grabaron en su rostro los implacables surcos de la madurez.
Marguerite Duras (Indochina, 1914-París, 1996) estudió derecho, matemáticas y ciencias políticas en París. En 1943 publicó su primera obra, La impudicia, a la que seguirían más de veinte novelas, guiones cinematográficos y textos dramáticos. Además de El amante, Tusquets Editores ha publicado de esta autora títulos tan célebres como Los ojos azules pelo negro, Emily L, Los caballitos de Tarquinia, El amante de la China del Norte y Un dique contra el Pacífico. La historia de amor con la que el mundo descubrió a Marguerite Duras.
El aliento de los dioses o Warbreaker, segunda novela de Brandon Sanderson, es una rara avis en la fantasía épica: una narración completa en un único volumen, con toda la imaginación, la aventura, la magia y los entrañables personajes a los que este autor, destinado a heredar el trono de todo un género, nos tiene acostumbrados.
Hace años, el monarca de Idris firmó un tratado con el reino de Hallandren según el cual el rey Dedelin enviaría a su hija mayor, Vivenna, para casarse con Susebron, el rey-dios de Hallabdren. Vivenna ha sido adiestrada durante toda su vida para ser una novia adecuada para Susebron y así cumplir con su deber y ayudar a forjar una paz estable entre los dos reinos. Ese era el plan, pero el monarca de Idris envía a su hija Siri, desobediente e independiente, en lugar de Vivenna.
Mientras intenta encontrar su lugar en la corte de Susebron, Siri descubre la verdad oculta sobre el rey-dios. En Idris, Vivenna se siente intranquila y teme que su hermana no esté preparada para esa nueva vida, por lo que decide viajar a Hallandren. Allí se reúne con la gente de Idris que trabaja en la capital, Telir, y comienza una nueva vida de espionaje y sabotaje. El plan de Vivenna es rescatar a Siri, aunque tal vez esta ni necesite ni desee ser salvada.
El thriller en que se basa la serie de TV The Alienist.
Nueva York, 1896. John Schuyler Moore, reportero de sucesos de The New York Times, recibe en plena madrugada la llamada de su antiguo compañero de Harvard, el famoso alienista (como se conocía entonces a los psicólogos) Laszlo Kreizler, quien le cita en el puente de Williamsburg, escenario de un horrible asesinato.
Theodore Roosevelt, jefe de policía de la ciudad, solicita la colaboración de ambos amigos para indagar el crimen, una atrevida iniciativa, pues el alienista es visto con desconfianza por una sociedad conservadora, que considera que un asesino nace y no se hace. A ellos se une Sara Howard, primera mujer que trabaja en la comisaría, y los hermanos Isaacson, pioneros en las nuevas técnicas de investigación.
Durante muchos años, Gawdat estuvo interesado en diseñar una fórmula que le permitiera desarrollar un verdadero estado de felicidad permanente. Después de incontables horas de investigación, por fin descubrió una ecuación basándose en la comprensión de cómo el cerebro absorbe y procesa la alegría y la tristeza.
Años más tarde, el algoritmo de Mo fue sometido a una durísima prueba cuando su hijo, Ali, murió de manera repentina. Él y su familia pusieron en práctica la ecuación y pudieron salir de la desesperación y recuperase de la tragedia.
Invierno de 1946. Saint Moritz, Suiza. Dos viejos amigos, Paul Morand y Coco Chanel, se encuentran casualmente. Se conocían desde hacía mucho, compartían el mismo círculo de amistades: Cocteau, Satie, Picasso, Stravinsky, Misia Sert. Pero la guerra puso fin al deslumbrante mundo en el que ambos desplegaban su talento. París, ciudad que ahora los mira con prevención por su actitud durante la Ocupación, ha dejado de ser una fiesta. Coco, voluntariamente exiliada, desgrana sus recuerdos frente a su compañero, que se ocupa de anotarlos al regresar a su habitación. A partir de esas notas, Morand redactó El aire de Chanel, su último libro, dedicado a la mujer que afirmó: «Chanel es ante todo un estilo. Y es que la moda pasa de moda; el estilo, nunca».
Momentos antes de que empiece la pomposa celebración de su centésimo cumpleaños, Allan Karlsson decide que nada de eso va con él. Vestido con su mejor traje y unas pantuflas, se encarama a una ventana y se fuga de la residencia donde vive, dejando plantados al alcalde y a la prensa local.
Sin saber adónde ir, se encamina a la estación de autobuses, el único sitio donde es posible pasar desapercibido. Allí, mientras espera la llegada del primer autocar que se presente, un joven le pide que vigile su maleta, con la mala fortuna de que el bus llega antes de que el joven regrese y Allan, sin pensarlo dos veces, se sube con la maleta, ignorante de que en su interior se apilan, ¡santo cielo!, millones de coronas en efectivo. Pero Allan no es una persona fácil de amilanar. A lo largo de su centenaria vida ha tenido un montón de experiencias de lo más singulares: desde inverosímiles encuentros con personajes como Franco, Stalin y Churchill, hasta amistades comprometedoras como la esposa de Mao, pasando por actividades de alto riesgo como ser agente de la CIA o ayudar a Oppenheimer a crear la bomba atómica.