El legado de Frank Herbert, el fascinante y ya mítico universo que creó en Dune, sigue vivo en esta apasionante segunda entrega de la trilogía «Leyendas de Dune».
Han pasado veinticuatro años desde los sucesos relatados en Dune. La Yihad Butleriana. La revuelta de los humanos contra las máquinas pensantes tras el asesinato del hijo de Serena Butler se ha convertido en un conflicto sangriento, que se ha cobrado innumerables vidas humanas. Vorian Atreides y Xavier Harkonnen comandan las fuerzas de la Yihad en una guerra interminable donde no hay vencedores ni vencidos. Los temibles cimek, liderados por el titán Agamenón, planean recuperar el poder que perdieron. Norma Cenva y Aurelius Venport están a punto de realizar un descubrimiento que cambiará radicalmente los viajes espaciales. Y en Arrakis, el remoto planeta de las dunas, Selim Montagusanos y sus partidarios dan los primeros pasos para convertirse en los fieros guerreros que cambiarán el curso de la historia: los fremen.
Esta obra es la brillante conclusión a la trilogía iniciada con Dune, la Casa Atreides y seguida en Dune, la Casa Harkonnen, y un valioso complemento al emocionante universo del inmortal Dune de Frank Herbert.
Arrakis: un planeta desértico donde el agua es el bien más preciado y, donde llorar a los muertos es el símbolo de máxima prodigalidad.
Paul Atreides: un adolescente marcado por un destino singular, dotado de extraños poderes y, abocado a convertirse en dictador, mesías y mártir.
Los Harkonnen: personificación de las intrigas que rodean el Imperio Galáctico, buscan obtener el control sobre Arrakis para disponer de la melange, preciosa especia y uno de los bienes más codiciados del universo.
Los Fremen: seres libres que han convertido el inhóspito paraje de Dune en su hogar, y que se sienten orgullosos de su pasado y temerosos de su futuro.
Arrakis: un planeta desértico donde el agua es el bien más preciado y, donde llorar a los muertos es el símbolo de máxima prodigalidad.
Paul Atreides: un adolescente marcado por un destino singular, dotado de extraños poderes y, abocado a convertirse en dictador, mesías y mártir.
Los Harkonnen: personificación de las intrigas que rodean el Imperio Galáctico, buscan obtener el control sobre Arrakis para disponer de la melange, preciosa especia y uno de los bienes más codiciados del universo.
Los Fremen: seres libres que han convertido el inhóspito paraje de Dune en su hogar, y que se sienten orgullosos de su pasado y temerosos de su futuro.
Edgar Freemantle pierde el brazo en un terrible accidente que también le retuerce la mente y la memoria para dejarle lleno de rabia, y solo rabia, cuando empieza el proceso de recuperación. Su matrimonio, que le dio dos hijas maravillosas, se ha roto y Edgar quisiera no haber sobrevivido a las graves heridas que le produjo el accidente. Quiere huir. Su psicólogo, el doctor Kamen, le propone que empiece una nueva vida. Edgar alquila una casa en Duma Ker, un terreno de la costa de Florida. Allí comienza a dibujar. En la playa entabla amistad con Wireman, otro hombre a quien le cuesta hablar de sus heridas, y con la anciana Elizabeth Eastlake. Entonces descubre en sí mismo un talento artístico extraordinariamente peligroso. Muchos de sus cuadros contienen un poder que ni él sabe controlar. A medida que van descubriendo los fantasmas de la infancia de Elizabeth, el poder destructivo de los cuadros se convierte en algo realmente devastador.
La verdad sobre la enigmática personalidad de Devlin Saint ha salido a la luz, y al mismo tiempo él ha conseguido derribar todas las barreras que Ellie Holmes había construido a su alrededor. El futuro se abre esperanzador para la pareja, que comienza a confiar el uno en el otro. Sin embargo, ahora que la identidad de Devlin Saint se ha revelado, aparecen antiguos enemigos ávidos de venganza. Y mientras él se promete que lo único importante es mantener a Ellie a salvo, ella sabe que deberá dar un último paso para demostrar a todos que solo existe un final que merezca la pena.