Maxim Trevelyan, conde de Trevethick, ha seguido a la mujer que ama hasta lo más profundo de Albania. Ha luchado por ella y ha vencido, y ahora tiene que casarse... a punta de escopeta.
Pero ¿puede Maxim convertirse de verdad en un buen marido o su mala reputación y los escandalosos secretos de su aristocrática familia destrozarán su recién lograda felicidad?
Alessia Demachi ha desafiado a secuestradores y traficantes y ha conquistado el corazón del hombre del que se enamoró, pero ¿podrá hacer funcionar este matrimonio? Enfrentada al escabroso pasado de Maxim, su intimidante familia y las miradas y susurros de la élite de Londres, ¿será alguna vez respetada como condesa y esposa de Maxim o será para siempre considerada como su antigua asistenta?
Una historia de amor apasionante ambientada en la naciente China comunista.
Año 1928. Exiliadas de Rusia tras la revolución bolchevique, Lydia Ivannova y su madre hallan refugio en Junchow, China. La situación de los rusos, expulsados de su país sin pasaporte ni patria a la que regresar, es muy difícil. La ruina económica las acecha y Lydia, consciente de que tiene que exprimir su ingenio para sobrevivir, recurre al robo.
Cuando un valioso collar de rubíes -regalo de Stalin- desaparece, Chang An Lo, amenazado por las tropas nacionalistas a la caza de los comunistas, interviene en la vida de Lydia y la salva de una muerte segura.
Atrapados en las peligrosas disputas que enfrentan a las violentas Tríadas -organizaciones criminales de origen chino- de Junchow, y prisioneros de las estrictas normas vigentes en el asentamiento colonial, Lydia y Chang se enamoran y se implican en una lucha atroz que les obliga a enfrentarse a las peligrosas mafias que controlan el comercio de opio, al tiempo que su atracción sin fin se verá puesta a prueba hasta límites insospechados.
Unas cuantas calles casi en ruinas, asediadas por los escombros y los delincuentes, es lo que queda del viejo Barrio Chino de La Habana. Cuando se adentra en él un Conde ya ex policía, dedicado ahora a la compraventa de libros de segunda mano, no puede evitar recordar que estuvo en ese rincón exótico y agreste de la ciudad muchos años antes, en 1989. Todo surgió de la petición de la teniente Patricia Chion, mujer irresistible, para que le ayudara en un extraño caso: el asesinato de Pedro Cuang, un anciano solitario que apareció ahorcado y al que le habían amputado un dedo y grabado con una navaja en el pecho un círculo y dos flechas. Eran rituales de santería que obligaron a hacer pesquisas por otros ámbitos de la ciudad. Pero el Conde descubrió hilos inesperados, negocios secretos y una historia de abnegación y desgracias que le devolvió la realidad oculta de muchas familias emigrantes asiáticas. Como dice una expresión china, tuvo que encontrar la cola de la serpiente para llegar a la cabeza.