Una novela rica y compleja que se ha ganado bien merecidamente su prestigio
«Escribiré mi informe como si contara una historia, pues me enseñaron siendo niño que la verdad nace de la imaginación. El más cierto de los episodios puede perderse en el estilo del relato, o quizá dominarlo: como esas extrañas joyas orgánicas de nuestros océanos, que si las usa una determinada mujer brilla cada día más, y en otras en cambio se empañan y se deshacen en polvo.»
La calma ha llegado lentamente a la mansión. Franziska se ha reencontrado con su antiguo hogar y con su gran amor, Walter. Su nieta, Jenny, está luchando para construir un futuro en la propiedad de la familia y se siente dichosa al lado de Uli. Pero, desafortunadamente, no todo es color de rosa: el restaurante recién inaugurado no acaba de funcionar y un hallazgo durante los trabajos de construcción en el sótano vuelve a sacudir los recuerdos de los Von Dranitz. Franziska teme que tenga algo que ver con su hermana. Y se pregunta: ¿su pasado nunca la dejará ser feliz?
Un secreto celosamente guardado duerme en las calles de Madrid. Cris Stoian despierta en un lugar desconocido, sin recordar nada y con la única referencia de una nota dejada por su hermano Daniel. Cuando, además, descubre su cuerpo cubierto de espantosas cicatrices, un abismo se abre bajo sus pies. ¿Quién es? ¿Qué hace escondida allí? ¿Por qué en su nota su hermano le pide que no salga ni contacte con nadie?
En la frenética búsqueda de su propia identidad, Cris asiste impactada a la transformación que está sufriendo la ciudad, algo imparable, insospechado, sobrecogedor. Descubrir su origen, su significado y su relación con lo que le ocurrió traerá de cabeza a las autoridades. Sin embargo, las respuestas no están en sus manos.