Él ha crecido en un entorno en el que las tradiciones y unos valores anclados al pasado dictaminan su futuro.
Ella se siente tan perdida que le cuesta recordar quién es.
Cuando una casualidad hace que los pasos de Jun y Daniela se crucen en las calles de Londres, no imaginan que sus vidas se acabarán uniendo.
Porque hay encuentros fugaces que se convierten en comienzos.
Porque hay huellas en la nieve que no se pueden borrar y amores imposibles que, tal vez, y solo tal vez, duren para siempre.
En el año 1984 Londres es una ciudad lúgubre en la que la Policía del Pensamiento controla de forma asfixiante la vida de los ciudadanos. Winston Smith, un peón de ese engranaje perverso, trabaja reescribiendo la historia a fin de adaptarla a lo que el Partido considera la versión oficial de los hechos. Hasta que decide poner en tela de juicio el sistema que los gobierna y somete. A poco de publicar la novela, Orwell escribió: «No creo que la sociedad que he descrito en 1984 necesariamente llegue a ser una realidad, pero sí creo que puede llegar a existir algo parecido». Corría el año 1948, y desde entonces la historia se ha encargado de convertir esa obra -entonces de ciencia ficción- en una advertencia más vigente que nunca.
El diario está dividido en cinco secciones que reflejan los temas de El sutil arte de que (casi todo) te importe una mierda e incluyen indicaciones guiadas que nos ayudan a considerar las preguntas más profundas sobre las emociones, los valores y el propósito. La sabiduría de Manson se complementa con ejercicios para hacerte reír, pensar y crecer, y su actitud franca solo se compara con su sinceridad al querer que realmente luches contigo mismo y con las cosas que importan.
Cuando se trata de los grandes temas, como la felicidad, los valores y la responsabilidad, la vida está marcada por preguntas aparentemente interminables. Manson aborda estos problemas con su irreverencia única, ofreciendo ideas y observaciones para ayudarnos a encontrar nuestras propias respuestas. Este diario nos brinda un amplio espacio para contemplar los altibajos de la vida y nos guía para ver cómo los momentos clave de nuestras vidas, tanto los trágicos como los cómicos, son oportunidades de crecimiento (y, a veces, solo una buena risa).
¿Por qué tanto ensañamiento con el cinismo? Porque el cínico cometió el terrible pecado de señalar el idealismo con el dedo y gritar: «¡El rey va desnudo!». Desde entonces, los maestros de la filosofía los ignoran, los silencian, los tergiversan, los caricaturizan o directamente los descalifican para que su mensaje quede oculto. Platón defendió la existencia de un modelo eterno, perfecto e inmaterial de hombre al que debemos someternos. Pero Diógenes se ríe de esta teoría y busca por las calles de Atenas, con una linterna en pleno día, a ese hombre ideal. Platón define al ser humano como «un animal de dos pies y sin plumas», y los académicos que lo escuchan admiran su sabiduría. Mientras tanto Diógenes sale a la calle, toma un gallo, le quita las plumas, lo tira al suelo de la elitista escuela y le dice a Platón: «Aquí tienes a tu hombre». Este se niega a debatir con Diógenes y lo trata siempre de loco. A partir de ese momento, los idealistas siguen la actitud del maestro.
No me tapes el sol busca actualizar la filosofía cínica como salvavidas para subsistir con libertad, cordura y dignidad en un mundo pospandemia que parece navegar a la deriva.
Existe un lugar en el mundo, entre pastos verdes, ríos helados y calles empedradas, en el que el sol no sale mucho y, aun así, congrega a los habitantes más cálidos que puedas imaginar.
Allí vive Lilibeth, nuestra protagonista, que regenta la única escuela del pueblo. Adora a sus alumnos, bordar la ropa que compra con pequeñas flores, el te, cuidar su jardín y reunirse con sus seres queridos. Es una chica afable, dulce y risueña, o eso es lo que te diría cualquier vecino de Havenwish.
Cualquiera menos Blake, que llegó al pueblo hace poco y no tiene muy buena opinión sobre la maestra de su hija pequeña.
He aquí una de las novelas más importantes del siglo XX y una de las aventuras literarias más fascinantes de todos los tiempos. Millones de ejemplares de Cien años de soledad leídos en todas las lenguas y el Premio Nobel de Literatura coronando una obra que se había abierto paso "boca a boca" -como gustaba decir el escritor- son la más palpable demostración de que la aventura fabulosa de la familia Buendía-Iguarán, con sus milagros, fantasías, obsesiones, tragedias, incestos, adulterios, rebeldías, descubrimientos y condenas, representaba al mismo tiempo el mito y la historia, la tragedia y el amor del mundo entero.