Rick Dockery es un mediocre jugador de fútbol americano que, en el ocaso de su carrera, sigue marcado por ser el culpable del peor fiasco en la historia de su equipo. Harto de las mofas de la prensa y del odio de los aficionados, cuando recibe la oferta de un equipo italiano no duda en poner rumbo a Parma. Al principio le cuesta adaptarse, pero poco a poco le coge el gusto al estilo de vida mediterráneo: la ópera, el buen vino, los coches minúsculos.. . Y ser la estrella indiscutible del equipo tampoco está nada mal. Pero las sorpresas agradables pueden terminar (o no) cuando se cruce en su camino una bella joven estadounidense.
«La teoría de los archipiélagos viene a decir que todos somos islas, llegamos solos a este mundo y nos vamos exactamente igual, pero necesitamos tener otras islas alrededor para sentirnos felices en medio de ese mar que une tanto como separa. Yo siempre he pensado que sería una isla pequeñita, de esas en las que hay tres palmeras, una playa, dos rocas y poco más; me he sentido invisible durante gran parte de mi vida. Pero entonces apareciste tú, que sin duda serías una isla volcánica llena de grutas y flores. Y es la primera vez que me pregunto si dos islas pueden tocarse en la profundidad del océano, aunque nadie sea capaz de verlo. Si eso existe, si entre los corales y sedimentos y lo que sea que nos ancla en medio del mar hay un punto de unión, sin duda somos tú y yo. Y, si no es así, estamos tan cerca que estoy convencido de poder llegar nadando hasta ti».
¿Has intentado alguna vez que tus hijos coman sano y no lo has conseguido?
Muchas veces, lo que falla al procurar que nuestros hijos coman mejor son las estrategias con las que afrontamos este cambio. Quizá se deba a la falta de tiempo para preparar meriendas sanas, al poco autocontrol de los niños frente a los dulces o a no tener claro que alimentos son los más saludables y adecuados.
Este libro aporta información nutricional y estrategias de coaching nutricional para conseguir no solo que nuestros hijos coman sano, sino tambien que se sientan mejor con ellos mismos y desarrollen su inteligencia emocional. Con los ejercicios que se proponen, podremos identificar cual es la motivación de cada miembro de la familia para alimentarse bien y fijar objetivos realistas y asequibles, renovaremos la relación con la comida (y nos despediremos del azúcar), trabajaremos la disciplina, sabremos que alimentos nos convienen y cuáles no, y aprenderemos a elaborar un menú semanal todos juntos.