Como una Jane Jacobs moderna, la comisaria de transportes de Nueva York Janette Sadik-Khan transformó las calles de la ciudad para hacer sitio a peatones, ciclistas, autobuses y espacios verdes. Describiendo las batallas que libró para lograr el cambio, en su libro aporta consejos prácticos que otras ciudades pueden seguir para hacer que sus propias calles sean más seguras y dinámicas. Sadik-Khan consiguió lo que parecía imposible y transformó las calles de una de las ciudades más grandes y duras del mundo en espacios dinámicos y seguros para peatones y ciclistas, a través de un planteamiento drástico y eficaz. El simple hecho de pintar una parte de la calle para convertirla en una plaza o un carril bus no solo hizo que la calle fuera más segura, sino que también disminuyó la congestión y aumentó el tráfico peatonal, lo que mejoró los resultados de los negocios. La experiencia confirmó que si se sabe leer la calle, se puede hacer que funcione mejor, sin reconstruirla totalmente, simplemente reasignando el espacio que ya existe. Luchar por la calle demuestra, con imágenes paso a paso, cómo reescribir el «código fuente» subyacente de una calle. Incluye ejemplos de cómo esta nueva forma de interpretar las calles ya se ha abierto camino en todo el mundo, desde parques de bolsillo en Ciudad de México y Los Ángeles hasta calles más respetuosas con los peatones en Auckland y Buenos Aires, pasando por innovadores diseños de carriles bici y plazas en Austin, Indianápolis y San Francisco. Luchar por la calle deconstruye, reensambla y reinventa la calle, invitando a mirarla de formas que nunca habíamos imaginado.
CHINA SE HA CONVERTIDO EN LA SEGUNDA POTENCIA MUNDIAL. SU MERCADO, SU ESTRATEGIA Y TAMBIÉN SUS DEFICIENCIAS INFLUYEN EN EL FUTURO DE TODO EL PLANETA. EN 100 PREGUNTAS Y RESPUESTAS VALERIE NIQUET ANALIZA SU PASADO Y SU PRESENTE.
¿Existen límites a la omnipotencia del Partido Comunista? ¿Es irremediable su problema medioambiental? ¿Qué consecuencias tiene la tensión con Taiwán? ¿Cuál es la realidad de la interdependencia económica entre China y Estados Unidos?
En apenas unas décadas, China se ha convertido en la segunda potencia mundial. Su mercado, su estrategia y también sus deficiencias influyen en el futuro de todo el planeta, como lo demuestra la pandemia de Covid-19, que comenzó en Wuhan. Revelando su verdadera cara, autoritaria y nacionalista, la China de Xi Jinping traza sus nuevas Rutas de la Seda para fortalecer su influencia global mientras invierte en su flota naval, reprime a la población en Xinjiang y controla a sus habitantes con mano de hierro.
En 100 preguntas y respuestas, Valerie Niquet aborda el pasado y el presente de un país ya indispensable para entender la actualidad.
¿Cómo surgieron los trabajos y por qué acabaron sometiéndonos? ¿Quién decide el valor de cada profesión y el grado de implicación afectiva que debe asumirse? ¿Existe la vocación o es un invento del capitalismo salvaje?
Profundamente reflexivo y mordaz, este ensayo aborda una cuestión clave de nuestro presente y contribuye sustancialmente a la crítica del «culto al trabajo» como centro de nuestras vidas y de fenómenos relacionados,
tales como el esfuerzo sin límites a costa de nuestra salud y la vocación profesional pervertida por el sistema capitalista.
A partir de su propia experiencia personal, Eduardo Vara hace un repaso transhistórico del trabajo y de sus narrativas atendiendo a la sociología, la neurociencia, la psicología, pasando por la filosofía y la literatura. Una
lectura imprescindible -no exenta de ironía- que arroja una nueva luz en torno a la pasión laboral y los mitos del pasado, en un momento de precariedad generalizada, robotización y digitalización de los empleos, explotación acuciante, trastornos crecientes como el burnout y corrupción del tiempo de ocio, que ya organizamos como si fuera un trabajo más, lleno de metas y objetivos.
Codicia, frustración sexual, el deseo de sembrar el terror, la envidia, el anhelo de combatir la soledad, el amor o incluso el puro placer de matar, son algunos de los móviles que se van desgranando en estas apasionantes historias. A modo de decálogo, la autora construye unos modelos nada accidentales de asesinar, diez relatos en los que, haciendo gala una vez más de su rigor, su capacidad de análisis y conocimientos sobre la mente criminal, disecciona de forma magistral el lado más oscuro del ser humano.
Ampliamente ilustrado con fotografías, mapas y fichas con perfiles criminológicos de los diferentes asesinos, para ahondar desde una visión profesional en las perturbadoras raíces del Mal.
Este libro es un diario público, libre de los tormentos internos con los que las almas atribuladas engañan al tiempo, escrito por quienes miran con cierta voracidad lo que sucede a su alrededor y, mirando, muchas veces no dan crédito a sus ojos. Un monólogo en voz alta, durante el cual el hablante incontinente también habla solo porque habla principalmente a una multitud de transeúntes. El diario público registra y comenta, día tras día, la drástica transformación del modo de producción dominante, el calendario en el que se inscriben acciones y pasiones, formas de vida, estilos de pensamiento, tras la derrota de los movimientos revolucionarios que tuvo lugar en la segunda mitad del siglo pasado.
¿Cuándo y por qué se fundó el Estado de Israel? ¿Y por qué allí? ¿Qué ideas le subyacen?, ¿qué causas y aspiraciones respaldan tan magno acontecimiento de la historia universal?
Las páginas de este volumen ofrecen respuestas a las interrogantes planteadas, revelando, además, los fundamentos de algunos de los motivos que influyen en las consecuencias ligadas al éxito en la empresa de establecer un Estado judío.
Leo Pinsker y Theodor Herzl, los visionarios tras las palabras recopiladas en este volumen, protagonizaron una notable revolución intelectual y práctica al transformar lo que hasta el siglo XIX había sido un anhelo religioso, cristalizado en una fórmula de esperanza, en una destacada impronta política.: el año próximo en Jerusalén. Huella que les llevó a trascender el judaísmo confiriéndole una significación universal. La instauración de un Estado propio significaba, en efecto, no sólo emancipar al pueblo judío de los gentiles que los dominaban, sino, y esto es mucho más decisivo, del propio Dios que lo humillaba por medio de esos mismos gentiles y de la esperanza mesiánica de la segunda venida del Mesías, que lo encadenaba mediante la esperanza a esperar. Una vez creado, ese Estado lo liberaría de todo yugo y lo elevaría a pueblo finalmente «elegido».