Para ayudarnos a comprender nuestros dilemas contemporáneos más urgentes, William Shakespeare no tiene igual.
Mientras Isabel I, cada vez más envejecida y obstinada, se aferraba al poder con uñas y dientes, un brillante dramaturgo exploraba las causas sociales, las raíces psicológicas y los retorcidos efectos de la tiranía. Al analizar la psique (y las psicosis) de personajes de la catadura de Ricardo III, Macbeth, Lear, Coriolano y de las sociedades sobre las que gobernaban, Stephen Greenblatt desvela las formas en las que Shakespeare ahonda en el ansia de poder absoluto y las catastróficas consecuencias que su ejercicio conlleva.
Instituciones de fuerte arraigo parecen frágiles, la política y sus representantes sucumben al caos, la miseria económica alimenta la cólera populista, la población acepta que le mientan, el rencor partidista se impone, la indecencia más desvergonzada impera: aspectos como estos de una sociedad en crisis fascinaban a Shakespeare y están presentes en algunas de sus obras más memorables. Con asombrosa perspicacia, supo mostrar la psicología infantil y los apetitos insaciablemente narcisistas de los demagogos —así como el cinismo y el oportunismo de los diversos cómplices y parásitos que los rodeaban—, e imaginó la manera de frenarlos. Por eso y por otras muchas razones, la obra de Shakespeare, como pone magistralmente de manifiesto Stephen Greenblatt en este libro, sigue teniendo una importancia esencial hoy en día.
Grandes obras de la literatura, de la historia, y a obras de arte, de las que Sassoon se sirve para ilustrar aquello sobre lo que teoriza.
Donald Sassoon, uno de los historiadores e intelectuales públicos más eminentes de Europa, ha estado observando los acontecimientos de los últimos años con creciente ira y consternación, preguntándose cuáles son los rasgos de la crisis actual que parece estar condenando al declive a la civilización occidental. El resultado es esta obra palpitante y accesible, fruto de una avanzada comprensión histórica pero también de una compleja polémica, deslumbrantemente internacional en su alcance y referencia, que analiza todo lo que está yendo mal en el mundo, y las inequidades manifiestas del liberalismo de mercado a principios del siglo xxi.
Una de las consecuencias de la victoria a escala mundial del neoliberalismo que se va revelando cada vez con más claridad es el auge del populismo, ideología o corriente política que, por su propia debilidad ideológica o conceptual y la adaptabilidad de su discurso a diversas circunstancias encuentra terreno abonado en la " democracia " de sociedades cada vez más desiguales y descontentas. Reconocidas e insoslayables autoridades en el tema, Cas Mudde y Cristóbal Rovira Kaltwasser repasan en este libro las bases de este fenómeno que se cimenta en la oposición entre " el pueblo puro " y " la elite corrupta " , así como sus más significativas manifestaciones en Europa y en América Latina, proporcionando al lector un panorama sumamente clarificador de su escurridiza consistencia. La presente edición ha sido adaptada expresamente parta el ámbito hispanohablante y cuenta asimismo con un prefacio a propósito.
La globalización ha producido sensaciones de impotencia en millones de personas en Occidente. Ese sentimiento de indefensión genera resentimiento y un afán por buscar culpables. Se culpa a los inmigrantes. Se culpa a los musulmanes. Se culpa a otras razas. Se culpa a la élite cultural. Basándose en una combinación de ejemplos históricos y contemporáneos, Nussbaum desenreda en La monarquía del miedo toda esta maraña de sentimientos y nos proporciona así una hoja de ruta para que sepamos hacia dónde dirigir nuestros pasos a partir de aquí.
Un testimonio estremecedor sobre los campos de detención chinos creados para someter a una parte de la población.
Perteneciente a la etnia uigur afincada en la región de Xinjiang, al noroeste de China, Gulbahar Haitiwaji emigró a Francia en 2006. Diez años después, en un viaje a su país natal, su vida cambió por completo: la enviaron a un campo de trabajos forzados donde más de un millón de uigures han sido deportados por las autoridades con el pretexto de luchar contra el terrorismo.