«Ronaldo Munck reconsidera, en este tour de force intelectual, la empresa marxista como una tradición radical, abierta y duradera. El autor explora las crecientes tensiones entre los distintos análisis científicos, proyectos políticos y visiones utópicas e integra las perspectivas orientales, meridionales y globales dando debida cuenta de los principales temas y debates. Un libro tan útil para los movimientos sociales como para las aulas o el lector en general.» BOB JESSOP
En su sistemático desmantelamiento de la falsa condición de árbitros mundiales de la democracia que se atribuye Estados Unidos, Estados fallidos es la crítica más centrada y urgente de Chomsky hasta la fecha.Estados fallidos son, para Chomsky, los que carecen de capacidad para proteger a sus ciudadanos de la violencia y se consideran más allá del derecho.Estados Unidos supone un peligro cada vez mayor para sus habitantes y el mundo en general, ya que sus propias instituciones democráticas atraviesan una grave crisis y sus políticas y prácticas sitúan el mundo al borde del desastre nuclear y medioambiental.
-El famoso lingüista e intelectual estadounidense denuncia en esta obra las terribles consecuencias de la política imperialista de su país.Un estudio sobre la estrategia de EE. UU. para instaurar su hegemonía a nivel mundial, utilizando cualquier medio y sin que importe el coste. El famoso lingüista e intelectual estadounidense Noam Chomsky señala en esta obra las terribles consecuencias que puede tener la política imperialista de su país. Chomsky expone, con la aplastante lógica que le caracteriza, cómo las manifestaciones de los políticos estadounidenses sobre el control global #desde el unilateralismo hasta el terrorismo de Estado y la militarización del espacio- se han apuntado al carro de una hegemonía que, en última instancia, amenaza la supervivencia del resto del planeta.
La doctrina del shock es la historia no oficial del libre mercado. Desde Chile hasta Rusia, desde Sudáfrica hasta Canadá la implantación del libre mercado responde a un programa de ingeniería social y económica que Naomi Klein identifica como «capitalismo del desastre».Tras una investigación de cuatro años, Klein explora el mito según el cual el mercado libre y global triunfó democráticamente, y que el capitalismo sin restricciones va de la mano de la democracia. Por el contrario, Klein sostiene que ese capitalismo utiliza constantemente la violencia, el choque, y pone al descubierto los hilos que mueven las marionetas tras los acontecimientos más críticos de las últimas cuatro décadas.Klein demuestra que el capitalismo emplea constantemente la violencia, el terrorismo contra el individuo y la sociedad. Lejos de ser el camino hacia la libertad, se aprovecha de las crisis para introducir impopulares medidas de choque económico, a menudo acompañadas de otras forma de shock no tan metafóricas: el golpe de la prra de los policías, las torturas con electroshocks o la picana en las celdas de las cárceles.En este relato apasionante, narrado con pulso firme, Klein repasa la historia mundial reciente (de la dictadura de Pinochet a la reconstrucción de Beirut; del Katrina al tsunami; del 11-S al 11-M, para dar la palabra a un único protagonista: las diezmadas poblaciones civiles sometidas a la voracidad despiadada de los nuevos dueños del mundo, el conglomerado industrial, comercial y gubernamental para quien los desastres, las guerras y la inseguridad del ciudadano son el siniestro combustible de la economía del shock.
A diferencia de lo que sucede en el sector privado con ánimo de lucro, no siempre es fácil medir cuál es el desempeño social de los proyectos llevados a cabo por organizaciones no gubernamentales, emprendedores sociales, organismos de asistencia social o fundaciones filantrópicas. ¿Qué impacto tiene una inversión cuando su objetivo es combatir la pobreza, mitigar el cambio climático o promover los derechos humanos? ¿Cómo puede medirse? ¿De qué manera se pueden rendir cuentas por los resultados?
Midiendo el cambio social aborda estos dilemas fundamentales que encaran los líderes y los inversores de este sector en pleno crecimiento, con millones de organizaciones sin ánimo de lucro que invierten miles de millones, y en el que las nuevas generaciones de filántropos e inversores no sólo quieren destinar dinero a una causa noble, sino también medir su impacto.
En tiempos de política virtual, ni los algoritmos más sofisticados pueden sustituir la vigencia de la política como arte, tragedia o fiasco. En la vida política hay intereses ―espurios o no―, pasión, cálculo, simulación. Así, puede tener la nobleza del ser humano aspirando al bien común o la condición rectilínea de poder por el poder, a costa de todo. Habitualmente, es ambas cosas a la vez y por eso es casi obligado practicarla u observarla con malicia. El escepticismo puede ser un antídoto contra la hipocresía política, como queda reflejado en las citas de Malicia en el país de la política, seleccionadas y presentadas por Valentí Puig. De Cicerón a Walter Lippmann, de Diego de Saavedra Fajardo a Manuel Azaña o de Benjamin Franklin a Charles de Gaulle, protagonistas y espectadores de la historia política han formulado los principios de la malicia política con una lucidez que sigue siendo tan actual como útil. Las breves lecciones compiladas en este libro también sirven de advertencia, aunque casi nunca se tengan en cuenta. Tal vez Alicia lo predijo ya en su país de las maravillas cuando dijo: «De nada sirve regresar al ayer, porque entonces era una persona diferente».