Hace más de cuarenta años, la República Popular China promulgó la política del hijo único. Entre otras muchas consecuencias imprevistas, dio lugar a un enorme desequilibrio de género y a un consecuente y forzoso cambio social protagonizado precisamente por las mujeres, cada vez más presentes y visibles en las universidades y en los más altos niveles profesionales, y más alejadas de las tradiciones que las quieren madres y esposas. Pero, como ha pasado y pasa en Occidente, la ruptura de los moldes patriarcales conlleva sanción y estigma: en China, las mujeres que no desean casarse tienen que vivir con la etiqueta de «desechadas»; y las que sí quieren tienen muy complicado encontrar una pareja dispuesta a respetar su condición de mujer independiente en un país en el que los roles de género no han evolucionado tanto como otros aspectos de la sociedad, y en el que el hombre, en disposición de elegir por una mera cuestión numérica antes que cultural, sigue prefiriendo una mujer sumisa y acorde al modelo tradicional. Combinando la crítica de los ideales paternalistas de China y el relato de las vicisitudes románticas de las protagonistas, Desechadas presenta las historias de cuatro mujeres (y de sus familias) sobre un telón de fondo de coloridas anécdotas, decenas de entrevistas y una rigurosa investigación histórica y demográfica para mostrar cómo las así llamadas «desechadas» son, en realidad, el eje del futuro de China.
Los clásicos vuelven a estar de moda.
Un clásico siempre está ahí cuando lo necesitas, listo para inspirarte como pocos saben.
En las páginas de estos grandes clásicos que tienes entre manos podrás reflexionar sobre el sentido de la vida con Marco Aurelio, o recibir los sabios consejos de Sun Tzu.
Porque los clásicos vuelven a estar de moda, ¿o es que alguna vez dejaron de estarlo?
Meditaciones, Marco Aurelio
Marco Aurelio escribió sus Meditaciones durante los descansos de sus actividades políticas. Estas reflexiones tenían el propósito de recordarle las máximas fundamentales del estoicismo y de ayudarle a aplicarlas en su día a día para no desviarse del objetivo primordial: ser mejor persona.
El arte de la guerra, Sun Tzu
Hace más de dos mil años el maestro chino Sun escribió el tratado de estrategia militar más famoso de todos los tiempos. Sus máximas, de apariencia sencilla y escritas con enorme belleza, guardan una gran profundidad y contienen una raíz filosófica que se aplica en materias tan variadas como la política, la empresa, el deporte o el desarrollo personal.
Franco Berardi es conocido como «Bifo» desde que, en 1977, fuera acusado de estar entre los principales autores de la «insurrección creativa» de Bolonia. La búsqueda de una posible liberación del tiempo de vida de la esclavitud al trabajo asalariado recorre medio siglo de su actividad teórica: desde los artículos de los años setenta, publicados en fanzines y folletos de producción propia, hasta las profecías distópicas de las primeras décadas del siglo xxi, pasando por los ensayos sobre las implicaciones de la expansión de la red de redes en los años noventa.
Como no podía ser de otra manera en unas «obras escogidas», los escritos reunidos en este volumen abordan multitud de cuestiones: tecnología, comunicación, poesía, arte, psicoanálisis, esquizoanálisis, teoría política, geopolítica, etc. Lo que sin embargo unifica esta disparidad de temas es que la obra de Bifo viene siempre animada por una pasión constante por la rebelión ética y política. Partiendo de la observación de que la tecnología y el conocimiento reducen el tiempo de trabajo necesario, el autor elabora una visión original de los procesos técnicos, antropológicos y políticos. A pesar de la involución que ha producido el neoliberalismo en la historia del mundo y de la caída en nuevas formas de identitarismo y fascismo posmoderno, Bifo siempre muestra una posibilidad de emancipación.
La Guerra Fría fue un fenómeno clave para entender el siglo xx. Los años sesenta años sesenta constituyeron una coyuntura especial, ante los desafíos planteados por la descolonización, las expectativas de cambio en los países en vías de desarrollo y el ascenso de movimientos revolucionarios en el “Tercer Mundo”. La rivalidad entre Estados Unidos y la Unión Soviética por aumentar sus espacios de influencia no se limitó a la esfera política-militar; también compitieron por ver qué modelo de modernización resultaba más atractivo: si el estadounidense basado en la libertad de mercado, o el soviético sustentado en la planificación estatal. América Latina fue, sobre todo para Washington, una región especialmente sensible, con el reto añadido de contrarrestar el atractivo de Fidel Castro, y su pretensión de crear focos de disidencia anti-yanqui en el resto del continente. Este libro examina la oleada modernizadora que la potencia capitalista trató de irradiar a sus vecinos del sur, para transmitirles el “camino correcto” hacia el progreso. A menudo con la complicidad de actores locales, el gobierno de Estados Unidos intentó aplicar su modelo, Made in USA. La evolución de aquel proyecto demostró que se aspiraba a forjar un “Americano Imposible” (parafraseando The Quiet American de Graham Greene). La implementación de lo proyectado entrañaba gran dificultad. De un lado, las aspiraciones de las sociedades a transformar divergían de la estrategia de Washington. Del otro, buena parte de las élites conservadoras latinoamericanas recelaban de la pérdida de poder que implicaba tal proceso. En no pocos casos, cuando la persuasión no funcionó, se echó mano de la contrainsurgencia.
Ha habido muchos ladrones de arte a lo largo de la historia, pero ninguno como Stéphane Breitwieser. Él nunca robó por dinero, sino que sustraía solo aquellas piezas cuya belleza lo embelesaba, y exponía esos tesoros en un par de habitaciones secretas de su casa, donde podía admirarlos a su antojo. Nuestro ladrón tenía, además de una gran sensibilidad artística, una habilidad innata para burlar casi cualquier sistema de seguridad, y consiguió perpetrar un número asombroso de robos a plena luz del día, sin armas ni amenazas, mientras su novia distraía a los guardias de seguridad. Pero ese talento iba unido a un creciente desprecio por el riesgo y una necesidad adictiva de fijarse nuevos retos, ignorando las súplicas de su novia para que dejara de hacerlo, hasta que un último acto de arrogancia acabó con todo.
A lo largo de casi ocho años, Breitwieser recorrió museos y catedrales de toda Europa, donde robó más de trescientos objetos —entre ellos cuadros de Pieter Brueghel el Joven, Antoine Watteau o François Boucher— y llegó a acumular más de 1.400 millones de dólares en piezas de coleccionismo de primer nivel. En El ladrón de arte, un auténtico rompecabezas con giros que resultan casi increíbles, Michael Finkel explora con brillantez la emoción de los golpes que llevó a Breitwieser a seguir adelante y narra de manera genial la historia de este ávido coleccionista para quien los museos no eran más que prisiones donde el arte se encontraba recluido.
En estas páginas nos embarcaremos en un viaje inquietante a través de ocho crímenes, cada cual más terrible, con los que os mostraré y reflexionaré sobre la maldad y cómo puede infiltrarse en los sitios menos esperados.
Indagaré dentro de las mentes enfermas de asesinos, psicópatas, ególatras y monstruos, revelando, desde una perspectiva psicológica y científica, cuáles fueron sus motivaciones y más oscuros secretos que los llevaron a cometer estos crímenes imperdonables.
Y nos haremos preguntas incómodas y no siempre fáciles de responder:
¿Cómo es posible que personas con vidas aparentemente normales puedan infligir tanto dolor, incluso a sus seres queridos?
¿El mal existe realmente o es un intento de darle nombre a las sombras más oscuras de nuestras almas?
¿Podríamos llegar a cometer los actos más viles si nuestra vida hubiera sido diferente?
PREPÁRATE PARA MIRAR DIRECTO AL ABISMO.
Y TEN CUIDADO DE QUE NO TE DEVUELVAN LA MIRADA.