La imaginación liberal, publicada originalmente en 1950 y presentada aquí en una nueva traducción a nuestra lengua, es no solo una de las obras de crítica literaria y cultural más vendidas y aclamadas de todos los tiempos, sino también uno de los ensayos sobre política y sociedad más influyentes del último siglo, un conjunto de escritos en los que Lionel Trilling atisbó, como pocos lo han hecho, los dilemas de nuestro presente.
El autor examina en este clásico las promesas y los límites del liberalismo, entendido aquí el término en su acepción estadounidense, es decir, como progresismo. Desafiando la autocomplacencia propia de una ingenua creencia en la racionalidad, en el progreso y las panaceas de la economía y otras ciencias sociales, Trilling afirma la irreductible complejidad de la motivación humana y la inevitabilidad del conflicto trágico. Solo la imaginación, argumenta el autor, puede darnos acceso a la comprensión de estos reinos de la motivación y la tragedia humanas, y solo la imaginación puede fundamentar un liberalismo (progresismo, insistimos) reflexivo y considerado, en lugar de uno planificador y dogmático.
Publicada originalmente en 1815, Principios de política aplicables a todos los gobiernos representativos constituye la obra magna de Benjamin Constant y uno de los textos fundacionales del liberalismo político.
A la luz de la experiencia de la Revolución francesa y de la deriva despótica de un republicanismo que había empleado la «voluntad general» rousseauniana para instaurar el Terror, y tras la Restauración borbónica a la que le siguen los Cien Días de Napoleón, el autor intenta establecer los principios que deben servir de guía a las instituciones y la política en una democracia constitucional.
Constant sostiene que el poder ha de estar estrictamente limitado en sus funciones, puesto que «la libertad individual es la verdadera libertad moderna», y la libertad política basada en el gobierno representativo y las garantías constitucionales es su sostén. Así pues, el autor sienta aquí las bases de nuestras modernas democracias liberales.
Presentamos en este volumen, de manera independiente, la parte cuarta y última de la obra magna de Tocqueville, La democracia en América, uno de los textos fundamentales de la teoría política. En esta parte final, el autor nos ofrece las conclusiones de su estudio y formula su célebre concepción del despotismo democrático, aquel que amenaza a nuestras sociedades contemporáneas, caracterizadas por la tensión entre la libertad y la igualdad.
Este libro lo explica a partir del colapso de la izquierda. Aquella que creyó que la caída del ecosistema soviético en 1991 iba a devenir en una democracia liberal planetaria que, con sus más y sus menos, garantizaría un progreso apacible de la humanidad.
Sin embargo, a lo largo de las tres últimas décadas, los poderes realmente existentes han gangrenado la libertad y la democracia. Han empequeñecido el reparto de la riqueza y, para conseguirlo, ha resultado imprescindible la colaboración de amplios sectores de las élites políticas e intelectuales progresistas, que han transformado sus esperanzas frustradas en un profundo resentimiento contra todo lo que las hubo alimentado.
Para esa izquierda, la clase obrera conforma un populacho superado por la modernidad y la tecnología, incapaz de desprenderse de privilegios arcaicos y cuya nostalgia la asimila a la extrema derecha identitaria y racista. Al mismo tiempo, es la izquierda que defiende un Estado de seguridad que supuestamente protege a la población de las amenazas acechantes pero que, por el contrario, no para de reforzar el miedo, el odio y la persecución de chivos expiatorios. En definitiva, la izquierda que ha arrinconado la lucha de clases y que apuesta por un Estado de seguridad, va a amalgamarse con el racismo distinguido de los hombres poderosos y con el racismo vulgar de las clases subalternas alienadas.
Entonces, ante esta contrarrevolución en marcha, ¿qué hacer? Rancière tiene unas cuantas propuestas.
Este libro no trata de una institución llamada «el ejército» y de su relación con una institución llamada «la policía». Dicha distinción es irrelevante desde un punto de vista crítico, porque responde a las simplificaciones de la ideología liberal: ley frente a administración, lo constitucional frente a lo excepcional, lo normal frente a lo urgente, juzgados frente a tribunales, el poder legislativo frente al ejecutivo, Estado frente a sociedad civil, o ejército frente a policía. Por el contrario, la guerra y la policía son procesos que operan conjuntamente como un poder estatal. Las nuevas jergas sustituyen las categorías clave de la teoría crítica por los tropos del pensamiento burgués contemporáneo, establecidos por el Estado, por el capital, por el poder de la guerra, por el poder policial. El trauma sustituye a la alienación y el poder de la guerra continúa, sin cesar. La ansiedad sustituye a la explotación y el poder de la policía avanza, sobre la clase obrera y sus sindicatos, sobre sus derechos y puestos de trabajo, siempre en aumento, consumiendo, devorando. La perspectiva de la resiliencia sustituye a la posibilidad de la revolución y la guerra-policía sigue avanzando, cada vez más. Mientras tanto, el capital se transforma, el capital crece, el capital gana.
En todos los periodos históricos de relevancia, los medios de comunicación públicos han sido fundamentales para proporcionar información contrastada y de calidad. El conflicto actual entre Rusia y Ucrania, así como ciertos contextos de populismo autocrático, han evidenciado las dificultades y retos que pueden surgir, especialmente la tentación del intrusismo progubernamental que puede alejar a las gobernanzas de sus obligaciones de garantizar una información independiente y verificada para los ciudadanos.
La reciente experiencia postpandémica ha demostrado aún más la responsabilidad de los medios de comunicación. Esta coyuntura sin precedentes, resultado del confinamiento global, marcará un hito en la evolución de la comunicación global.
Ante estas circunstancias, este libro propone un debate esencial sobre el papel que deben desempeñar los medios de comunicación públicos. Ofrece una reflexión crítica sobre el periodismo como mediador social y su rol en la reconfiguración del espacio público. Se analizan las causas y consecuencias de la crisis de la mediación periodística, se exploran nuevos enfoques periodísticos y prácticas de verificación, y se presta atención a la emergencia de discursos polarizadores en la sociedad.
En el último tercio del siglo XX, científicos sociales, analistas políticos, filántropos y políticos estadounidenses se obsesionaron con un nuevo grupo temible y misterioso que, según decían, asolaba las zonas pobres de las ciudades. Pronto, esta categoría de víctimas sociales amenazantes, junto con toda la imaginería diabólica que se tejió a su alrededor, se expandió por el mundo y agitó el estudio internacional de la exclusión en la metrópoli postindustrial. En este libro mordaz que combina historia intelectual, observación participante y análisis conceptual, el brillante sociólogo Loïc Wacquant recorre la invención y las metamorfosis de ese demonio popular: la underclass urbana. Rastrea cómo un concepto que se originó en la academia permeó los medios y el debate público, fue reinventado por grupos de reflexión y regresó a los estudios sociales al servicio de la estigmatización de grupos pobres y racializados para imponer una agenda funcional a la implementación de políticas de segregación. ¿A qué se debió el efecto contagio que arrastró por un precipicio científico a una generación entera de estudiosos de la raza y la pobreza? ¿Cuáles son las condiciones para la formación y el estallido de estas burbujas conceptuales? ¿Qué papel desempeñan los grupos de reflexión, el periodismo y la política en la imposición de problemáticas prefabricadas a los investigadores? ¿Cuáles son los dilemas particulares que plantea la denominación de poblaciones desposeídas y deshonradas en el discurso científico? A través de una afilada arqueología del concepto de underclass, El diablo en la ciudad realiza un deslumbrante ejercicio de reflexividad, a la vez que una feroz crítica y una audaz propuesta epistémica. Compacto, meticuloso y provocador, es un llamado de alerta para que los científicos sociales defiendan su autonomía intelectual frente a las presiones externas
Denise Dresser presenta una lectura urgente y necesaria: López Obrador sedujo a millones con su promesa de salvaguardar la democracia y ser un antídoto contra la regresión política y social de México. Hoy la distancia entre aquella esperanza y la realidad es insalvable.
AMLO ha erosionado, con palabras y hechos, la institucionalidad deficitaria, reemplazándola con un ejercicio de gobierno centrado sólo en él, rodeado de verde olivo. Por improvisación, por prisa, y por mala administración, heredará bombas de tiempo a su sucesora.
Este libro es un manual para ejercer una ciudadanía valiente y lúcida ante el autoritarismo de AMLO y de cualquier nueva Tlatoani por venir. Contiene recomendaciones para resistir, para reconstruir y para armar futuros posibles y sostenibles. No puedes gobernar para “el pueblo” con métodos antidemocráticos y abusivos. No te dejes seducir. No te dejes comprar. No permitas que dejen de rendirte cuentas o traten de evitar la transparencia. No te vuelvas cómplice del despojo y el arrebato de tus derechos. ¿Qué sigue? La responsabilidad de asegurar un México moderno, próspero e incluyente también es tuya. Ejerce tu poder de control y castigo para rescatar al país.
Vivimos en una época en la que las élites dominan todos los ámbitos de la vida, y lo hacen bajo la apariencia de bienhechores y filántropos. Miramos a esos grandes hombres con admiración, envidia e, incluso, agradecimiento. Personas como Elon Musk, Jeff Bezos, Mark Zuckerberg, Bill Gates o Mohamed bin Salmán no solo figuran en el top de los más ricos, sino que, además, poseen gigantescas compañías tecnológicas y grandes conglomerados financieros. Son los dueños del planeta, pero ¿son lo que aparentan? ¿Qué se oculta detrás de esas sonrisas autocomplacientes? ¿Hasta dónde llega su afán de poder? ¿Cómo afecta al resto de la ciudadanía sus acciones?
Este libro desenmascara a los principales plutócratas de nuestra era y traza sus recorridos vitales, sus antecedentes, sus frustraciones y sus aspiraciones para, de ese modo, entender qué se proponen, por qué hacen lo que hacen y qué objetivos últimos persiguen.