Con las cámaras de los teléfonos convertidas en apéndices humanos generamos muchas más imágenes de las que podemos consumir, imágenes que nos someten y ante las que, a veces, no queda más que sublevarse. Imágenes que nos degluten y a las que de vez en cuando conviene deglutir. Imágenes que, bajo la alfombra inabarcable de las millones de reproducciones, casi siempre nos ocultan los imaginarios de esta era, que empezó con la nueva derecha poniendo a volar la cabeza sin cuerpo de Lenin sobre el cielo de Berlín y se alarga hasta un presente en el que la nueva izquierda ha echado a cabalgar el cuerpo sin cabeza de Franco en el suelo de Barcelona.
Una revisión de las mentiras que enturbian la comprensión de un conflicto aparentemente irresoluble
¿Es Israel culpable de un genocidio palestino? ¿O el causante de que vivamos en un mundo cada vez más inseguro? Amplios sectores del mundo intelectual y de los medios de comunicación suelen responder afirmativamente a estas preguntas, una mentalidad que intoxica a buena parte de la opinión pública falseando los hechos y distorsionando la realidad de Israel.
Desde su creación en 1948, la existencia del Estado de Israel ha estado rodeada tanto de amenazas existenciales muy tangibles como de una serie de tergiversaciones y tópicos que han sido mayoritariamente aceptados de forma acrítica por las sociedades occidentales.
Son las creencias sólidamente asentadas en buena parte de la opinión pública occidental, como que Israel ejerce una forma de apartheid o que el pueblo palestino sufre un genocidio, lo que hace imposible una correcta comprensión del conflicto árabe-israelí y, lejos de contribuir a su resolución, lo perpetúan, en virtud de una mal entendida buena voluntad que muchas veces no es más que simple desinformación.
Y es ése y no otro el objetivo de este libro: desmontar los bulos más extendidos y situar en su lugar la crítica razonada a Israel, al margen de la avalancha de fake news producida por la industria de las mentiras.
Un incisivo ensayo que arroja argumentos que nos harán repensar el actual conflicto con otras claves.
A raíz del terrible atentado cometido por Hamás el pasado 7 de octubre de 2023 contra Israel y de la no menos terrible y desproporcionada respuesta del Gobierno Netanyahu, Adolfo García Ortega, escritor, editor, traductor y articulista, describe una realidad que le es bien conocida debido a su conocimiento de la región y su interés por la realidad política y cultural de la zona.
Desde el comienzo del milenio, cuando Vladimir Putin tomó el poder en Rusia, diferentes líderes autoritarios han llegado a dominar la política mundial. Autodenominados hombres fuertes han llegado al poder en Moscú, Beijing, Delhi, Brasilia, Budapest, Ankara, Riyadh y Washington.
¿Cómo y por qué llegó este nuevo estilo de liderazgo de hombre fuerte? ¿Qué posibilidades hay de que conduzca a una guerra o al colapso económico? ¿Y qué fuerzas existen no solo para mantener a raya a estos hombres fuertes, sino también para revertir la tendencia?
Estos líderes fomentan el culto a la personalidad. Son nacionalistas y conservadores sociales, con poca tolerancia a las minorías, la disidencia o los intereses extranjeros. En casa afirman defender a la gente común contra las élites globalistas; en el extranjero, se presentan como las encarnaciones de sus naciones. Y no solo están operando en sistemas políticos autoritarios, sino que han comenzado a surgir en el corazón de la democracia liberal.
Un llamado a reformar las instituciones democráticas tradicionales para frenar los regímenes autoritarios contemporáneos
Estamos atravesando una época convulsa en la que la gobernanza neoliberal, el ascenso generalizado de la extrema derecha, la política de bloques, y otras formas de autocracia se están imponiendo en diferentes latitudes del planeta. Steven Levitsky y Daniel Ziblatt ofrecen aquí un marco teórico coherente y aportan ejemplos de todo el mundo para comprender el giro autoritario generalizado y explicar cómo los partidos políticos se vuelven contra la democracia. A partir del caso estadounidense y mostrando la evolución de otros países en la consecución de mejoras y reformas para la sociedad y las libertades civiles, los aclamados profesores de Harvard proponen una serie de reformas con las que salir de una espiral de crisis y constituir lo que ellos llaman la única democracia factible. Un libro necesario, legible y convincente.
El 7 de octubre de 2023 se produjo en Israel un ataque sin precedentes por parte de Hamás. Viejas cicatrices y fantasmas de otros tiempos hicieron acto de presencia: visiones de muerte masiva, el exterminio de judíos perpetrado por los nazis. Un fatalismo personal y colectivo inundó el discurso israelí y sus medios de comunicación. Hamás pasó por un proceso de nazificación y Hitler, nunca del todo muerto para los judíos israelíes, se reencarnó en la figura del líder islamista Yahya Sinwar, el enemigo absoluto, con el que no se negocia y al que hay que eliminar de la faz de la tierra a cualquier precio.
A raíz de los acontecimientos en Gaza, la historiadora Idith Zertal recupera su ensayo La nación y la muerte, un análisis convincente e inquietante sobre las formas en que el Estado de Israel ha utilizado la memoria del Holocausto para definir y legitimar su existencia y su política. Gracias a un primer capítulo inédito, su texto cobra un nuevo significado al trazar La línea de puntos que une el trauma de los campos con la fatídica guerra actual. Basándose en una amplia gama de fuentes, la autora expone en estas páginas el papel fundamental del Holocausto en la esfera pública de Israel, en su proyecto de construcción nacional, su política, su uso del poder y su percepción del conflicto con los palestinos. Zertal sostiene que la centralidad de la Shoá ha llevado a Israel a una cultura victimista que impregna la sociedad y su autoimagen, la divide y limita otras alternativas para la identidad judía en Oriente Medio.