El 4 de enero de 1948, Birmania (Myanmar) se independizó tras 124 años de formar parte del imperio colonial británico en Asia. El sector antifascista había logrado mayoría absoluta en las
primeras elecciones de 1947. Pero antes de que la plena soberanía entrara en vigor, Aun Sang, el principal líder independentista, fue asesinado, lo que aplazó el anhelo de sus compatriotas de vivir en democracia hasta la segunda década del siglo XXI.
En Viaje al Reino de Ava, Leoncio Robles recorre Birmania, un país cuya historia registra repetidas luchas frustradas para acceder a la libertad y a la democracia, y cuyos habitantes han aprendido a vivir en constante inestabilidad. Conocemos, por ejemplo, a un librero que analiza con humor negro las mentiras del régimen militar; a un descendiente del último príncipe shan asesinado por los militares golpistas, quien divulga con discreción el legado de su antepasado; a un exprofesor que despliega erudición al describir las dependencias y tensiones impuestas por la geopolítica; y a una anciana de clase alta que enseña inglés de manera altruista a hijos de campesinos, convencida de que la educación es la herramienta para conquistar la libertad. Todo ello en medio de una guerra que involucra aproximadamente a quince grupos étnicos.
Robles encuentra el equilibrio entre la información histórica y los diarios de viaje, y nos acerca a una realidad tan compleja como fascinante. Nos muestra las consecuencias de más de cincuenta años de conflictos armados que se han convertido en parte de la vida cotidiana. En estas páginas se condensa la imagen de la Birmania de estos tiempos, a través de un relato que representa el horror y la tristeza, pero también los sueños rotos y las promesas de una tierra encantada devorada por el olvido.
Dos grandes amigos, la escritora y activista bell hooks (1952–2021), y el filósofo y crítico social Cornel West (1953), mantienen en Partiendo pan un vibrante diálogo que abarca numerosos intereses: espiritualidad, religiosidad, laicismo, capitalismo, expectativas colectivas, cultura popular… Unas veces coinciden en su punto de vista, otras no, pero la intensidad de su preocupación moral y de su conciencia política nos interpela a lo largo de toda la lectura, cualquiera que sea la comunidad a la cual pertenezcamos. Se trata de dos intelectuales cuyo pensamiento sigue siendo fundamental en el panorama internacional, como prueba la incesante reedición de un libro que ahora se traduce por primera vez al castellano.
Desde hace más de un siglo, los efectos de una urbanización que está convirtiendo el mundo en una inmensa metrópolis son de una evidencia cada vez más palpable. Entre el París de la segunda mitad del siglo XIX y el Berlín de las primeras décadas del siglo XX se produjo una gran transformación urbana, un proceso decisivo dictado por las renovadas exigencias del capitalismo avanzado. El dogma del utilitarismo y el productivismo de la ciudad contemporánea provocaría una radical mutación social, política y antropológica, forjando una experiencia urbana que, en sus fundamentos, es la misma que seguimos viviendo hoy.
Si Simmel, Kracauer y Benjamin fueron los primeros en describir las peculiaridades de esa mutación, una generación de artistas, arquitectos, escritores y gran parte de la vanguardia, intuyendo las peligrosas consecuencias, trató de oponerse a ella, y se convirtió en parte activa del movimiento revolucionario. Una nueva idea del arte y de la felicidad se abrió paso, ensayada literalmente en las barricadas, en la convulsión de su tiempo, identificando el enemigo a combatir precisamente en la disciplina aniquiladora de las nuevas ciudades.
Este ensayo reconstruye la génesis del espíritu de la metrópolis capitalista, recuperando las voces de quienes trataron de concretar la idea benjaminiana de revolución como activación del freno de emergencia del tren del «progreso» lanzado hacia el abismo. Voces de un pasado reciente que siguen cargadas de una urgencia determinante.
En 2016 sucedía algo impensable: Donald Trump se alzaba con la presidencia de Estados Unidos. El candidato del Partido Republicano llegaba al Despacho Oval gracias a un equipo de personajes sin escrúpulos que utilizaría el espionaje masivo, el potencial de las redes sociales y las cloacas de internet para convencer a un electorado golpeado por la crisis económica y la falta de expectativas.
Casi al mismo tiempo, un enigmático cibernauta que respondía al nombre en clave de «Q» comenzó a difundir la existencia de una gran conspiración orquestada por los demócratas para socavar los planes del nuevo líder. Entre los millares de seguidores de aquel «ciudadano anónimo» se dan la mano conspiracionistas de todo tipo, desde defensores del terraplanismo a negacionistas del coronavirus, de milicianos de extrema derecha a telepredicadores, agoreros y ex militares. Las proclamas de aquel «patriota en la sombra» y otros miembros de la «derecha alternativa», y las declaraciones de un Trump que no aceptó la derrota en las siguientes presidenciales, crearon un estado de crispación que desembocó en el asalto al Capitolio en enero de 2021. Un año después, Joe Biden no ha conseguido unir a los estadounidenses.
El fracaso de sus políticas ha fortalecido de nuevo a Trump: dos de cada tres votantes republicanos creen que le robaron las elecciones. Los «cibersoldados» de Q se cuentan por millares y están dispuestos a obtener el poder a cualquier precio. En estas páginas veremos cómo algunas teorías de la conspiración, las fake news y la historia alternativa fortalecen el discurso del odio, la polarización y la intolerancia, y pueden poner en peligro la supervivencia de la democracia.
¿Qué pasaría si te despertaras una mañana y descubrieras que has adquirido otro yo, un doble que casi eres tú, pero que en realidad no lo es? ¿Qué pasaría si ese doble compartiera muchas de tus preocupaciones, pero de forma totalmente opuesta, y promoviera aquellas causas contra las que has luchado toda tu vida?
Cuando Naomi Klein descubrió en las redes a una mujer con su nombre de pila, pero con opiniones dañinas y radicalmente diferentes a las suyas, a la que confundían crónicamente con ella, parecía demasiado ridículo para tomárselo en serio. Hasta que dejó de serlo.
De repente empezó a enfrentarse a una realidad distorsionada, a obsesionarse con las amenazas que recibía en línea, con los interminables insultos de los seguidores de su doble. ¿Por qué su otra sombra había seguido un camino tan extremo? ¿Por qué la identidad —todo lo que tenemos para enfrentarnos al mundo— puede ser tan inestable?
Llena de confusión y dispuesta a encontrar las respuestas, Klein decidió seguir a su doble en un extraño e insólito mundo espejo y, al hacerlo, pone al descubierto nuestra propia cultura en este momento surrealista de la historia, en el que nos hemos convertido en pulidas marcas virtuales.
Doppelganger es un libro para nuestra época y para todos nosotros; una comedia negra absolutamente seria que nos invita a enfrentarnos a nuestros reflejos en el espejo. Es para cualquiera que haya perdido horas en el pozo sin fondo que es Internet, que se haya preguntado por qué nuestra política se ha deformado tanto y que quiera salir del vértigo colectivo y volver a luchar por lo que de verdad importa.
El libro De Winston Churchill a Donald Trump: Auge y Decadencia de las Elecciones en el Mundo, de Pedro Arturo Aguirre, es mucho más que una historia electoral. Se trata de una reflexión sobre la fortuna y la tragedia "más allá de las urnas" de decenas de políticos en los últimos 70 años. Todos son políticos, aunque algunos hayan navegado como anti-políticos o ciudadanos buenos e impolutos. Algunos de los personajes que recorren las páginas de este libro fueron estadistas, otros meros oportunistas; algunos talentosos y elocuentes, otros grises y aburridos, pero casi todos con capacidad de adaptación y aprendizaje. No han faltado incluso "payasos", según el autor. El libro describe cómo el candidato, así como su contexto económico y político influyen los resultados de una elección, pero también el azar y otros accidentes coyunturales. También cómo los políticos se engrandecen o encojen en las campañas, cómo capturan el sentimiento de la gente y lo traducen en triunfos arrolladores o en fracasos rotundos cuando son incapaces de actuar y leer el humor público con sentido común.