La cultura moderna es extensa y sofisticada, gigante en sus conocimientos y fuerte en su antropología, y muestra una sorprendente adaptabilidad y apertura para absorber, aclarar y unir. Sin embargo, en la actualidad se presenta a menudo separada de la fe que le dio vida, y sin la cual no es posible sobrevivir: se vuelve así frágil, cada vez más incapaz de adaptarse y unir.En la práctica, muchos aspectos de la cultura y de la vida pública sufren de racionalismo, individualismo, desigualdad, discordia e ingratitud. Tratamos de vivir aislados de nuestros semejantes, incapaces de reconocer el mundo y la vida que disfrutamos como regalos de Dios. El autor muestra cómo la cultura desafía a la fe, exigiendo de ella respuestas razonables; y cómo la fe desafía a la cultura actual, denunciando su fragilidad y planteando a su vez nuevas e interesantes preguntas.
Cornel West (Tulsa, Oklahoma, 1953) se presenta como independiente a las próximas elecciones presidenciales (2024) de Estados Unidos. Catedrático de Filosofía y uno de los intelectuales públicos más relevantes de su país, no ve posible que ninguno de los dos partidos que históricamente se han disputado el poder esté en condiciones de solucionar los verdaderos problemas a los que se enfrenta el planeta, desde el cuidado de la tierra a la redistribución de la riqueza. Para hacerlo, según él, se requiere un espíritu profético. En este libro-diálogo, West y la investigadora alemana Christa Buschendorf, analizan en qué consiste ese pensamiento y por qué es tan relevante hoy día. Y lo hacen a través de un examen de las trayectorias políticas de seis figuras revolucionarias estadounidenses: Frederick Douglass, W. E. B. Du Bois, Martin Luther King, Ella Baker, Malcom X e Ida B. Wells. Una reflexión a fondo sobre la ética pública, es decir, sobre el verdadero sentido de la justicia.
En respuesta a las incesantes tragedias que asolan a la comunidad afroestadounidense, Jesmyn Ward buscó consuelo y consejo en La próxima vez el fuego, el libro que James Baldwin publicó en 1963, con motivo del centenario del final de la esclavitud y que se inicia con una carta dirigida a su sobrino en la que considera prematura la celebración. Consciente de que las palabras de Baldwin resuenan hoy con la misma veracidad que entonces, la editora de Esta vez el fuego invitó a diecisiete autoras y autores a reflexionar acerca de sus preocupaciones… Un libro que reuniera nuevas voces y que proporcionara a estos escritores un foro de disidencia en el que poder exigir responsabilidades, dar testimonio, contar…
El 24 de febrero de 2022 los tanques rusos que invaden Ucrania llevan una Z blanca pintada en su blindaje en una señal de apoyo a Vladimir Putin. Esta fecha marca también un punto final para la sociedad rusa. La generación sucesora de la soviética, ávida de democracia y bienestar, cede definitivamente el testigo a una sociedad Z, nacida con Putin y basada en el resentimiento hacia Occidente y en la idea de revancha. Este libro analiza las claves de esta transformación que ha llevado a muchos rusos a asumir la violencia imperial generada por la nueva idea de Estado.
Jonathan Ramos, a través de esta obra, ofrece la información necesaria para conocer y comprender el entramado político, económico y social que se ha gestado desde la antigüedad hasta nuestros días, conformado por un pensamiento único y débil. Ofrece una visión serena y explica que “la muerte de Dios”, más bien provocó la muerte del hombre al aniquilar conceptos como “dignidad humana” para ser solo consumidor de placeres y bienes aparentes, con la consecuente pérdida del sentido de la vida, la belleza y la bondad.
¿Por qué “la diosa razón” no es suficiente para mantener vivo al ser humano? ¿Qué sucedió al trasladar la teología luterana a la vida política y social? El texto, minuciosamente elaborado, deja claro cómo han influido a lo largo del tiempo, las críticas y propuestas de Marx y Nietzsche en el comportamiento humano, pero también cómo sus escritos han sido manipulados en la práctica y trasladados a circunstancias ajenas a las cuestiones concretas que les inspiraron en su época. También señala la influencia de Hobbes y Hegel; la ligereza con la que se ha dado asentimiento a autores como Foucault y Derrida; el regreso de los sofistas y los estragos de los imperialismos de toda índole, sean religión-estado o autoritarismos socialistas y liberales.
Concluye con lo que podemos considerar consecuencias del Progresismo: Posthumanismo, Tranhumanismo, neo-nihilismo, y neo-cinismo. Cataloga los orígenes de las guerras, las migraciones, la trata de personas, la pobreza extrema, las ideologías desfragmentadoras como parte de la crisis decadente de las últimas décadas. Frente a este catálogo de deconstrucción social, Ramos ahonda en los fundamentos metafísicos de la antropología filosófica para defender la dignidad humana, el orden como custodio del ser ontológico de la persona y la verdad para el diálogo social, entre otros aspectos.
«Si no queremos ser tratados como robots lo mejor es que dejemos de comportarnos como robots», nos dice Albert Lladó. La mecanización de nuestro presente afecta a la burocratización de la vida y provoca profundos cambios cognitivos, aún difíciles de vislumbrar. Pero ni la tecnofobia ni el catastrofismo nos van a ayudar a experimentar el asombro y el deseo.
A través del arte de la pregunta, origen de la filosofía, la narrativa o el teatro, Lladó nos anima a desvelar el mundo más allá de los simulacros de última hora. Si ante la actualidad sólo reaccionamos desde la indiferencia o la resignación, renunciamos a nuestro presente, siempre actualizable, siempre vivo, siempre problemático.
«La realidad no necesita realismo», advierte el autor. Atender lo que tienen de potencia los hechos, los gestos y las palabras es tomar consciencia de que nuestro mundo se constituye a través de un juego de relaciones, de vínculos abiertos, y de que, con nuestra capacidad de escuchar el silencio y sus sombras, podemos participar de eso a lo que llamamos presente.