Una lectura adictiva sobre el poder en la sociedad actual. Lo más cercano a contar con Vito Corleone susurrándote al oído unas cuantas lecciones de vida.
El poder está en la política... pero mucho menos de lo que parece. «La posición es más importante que las piezas», reza la ley 48 de El Padrino. La partida del poder se juega a diario en el trabajo, con los amigos, en el amor, en la relaciones con nuestros hijos o con nuestros padres. Si no sabes de poder, si eres analfabeto en la materia —nos advierte el autor— tu desgracia está cerca, pues el poder es la piedra filosofal de la vida en sociedad. Pero vivimos una época que denosta el poder como gesto ético y que cree que el bien puede prosperar al margen del poder. Podemos seguir la senda de ese error o apostar por conocer las leyes que rigen esta fuerza ubicua, universal y sublime.
El Príncipe de Maquiavelo ilustró con incomparable maestría las leyes del poder en el Renacimiento. Mario Puzo y Francis F. Coppola han hecho otro tanto en nuestro tiempo presente. Las leyes del poder están en El Padrino, en la novela y las películas. Solo hay que organizar lo que está en estas obras y una claridad sorprendente nos ayudará a iniciar el camino de comprender las leyes del poder: reveladas como las de Moisés, inequívocas como las de Newton, crudas como las de Hammurabi.
Los antiguos dictadores como Hitler, Stalin o Mao gobernaron mediante la violencia, el terror y la dominación ideológica. Pero en las últimas décadas se ha consolidado una nueva generación de hombres fuertes que, sirviéndose de los medios de comunicación y las redes sociales, ha rediseñado el gobierno autoritario para un mundo más sofisticado y globalmente conectado.
En lugar de una represión abierta y masiva, gobernantes como Vladimir Putin, Recep Tayyip Erdogan y Viktor Orbán controlan a sus ciudadanos distorsionando la información y simulando procedimientos democráticos. Al igual que los propagandistas y voceros en las democracias, estos nuevos dictadores retuercen las noticias para granjearse el apoyo social, cultivar una imagen de competencia y ocultar la censura. Y utilizan las instituciones democráticas para socavar la democracia misma, al mismo tiempo que aumentan el compromiso internacional para obtener beneficios financieros y reputacionales.
Estamos a las puertas de un cambio de ciclo político que no va a limitarse a un eventual cambio de gobiernos en el año electoral. España, como el resto de países, tendrá que afrontar en 2023 una serie de nuevos desafíos provocados, en gran parte, por unas transformaciones geopolíticas y geoeconómicas que están remodelando el orden mundial.
José María Beneyto y Rafael Pampillón reúnen en este volumen colectivo a una quincena de expertos del mundo de la academia, la política, la empresa y la sociedad civil para hacer un diagnóstico de los principales retos y problemas que permanecen sin resolver en España.
Desde la amenaza a la sostenibilidad del sistema de pensiones en el futuro a una educación estancada en la mediocridad, pasando por el declive demográfico, la lucha contra el cambio climático o el déficit de independencia de nuestro Poder Judicial.
Pero el libro no se limita a ofrecer un análisis teórico de la situación actual, sino que también recoge un amplio catálogo de propuestas regeneracionistas sobre las que edificar una auténtica alternativa al modelo político actual.
La alternativa no se deja en el tintero ninguna de las cuestiones candentes de la actualidad, y ofrece orientación para actuar ante los desafíos del empleo y el talento, la educación y la formación profesional, responder a las necesidades de las empresas en el nuevo ciclo, fortalecer los supervisores económicos independientes, mejorar la eficiencia del gasto público en España, conseguir la cuadratura del círculo fiscal (asumiendo rebajas impositivas y mejorando el Estado del bienestar al mismo tiempo), desarrollar una política turística consecuente, reforzar el papel de la sociedad civil y, en suma, renovar nuestra democracia.
Claves para entender la geopolítica de las grandes potencias.
UCRANIA O TAIWÁN. KABUL O TRÍPOLI. NO IMPORTA ADÓNDE SE MIRE, LA CONCLUSIÓN ES LA MISMA: EL ORDEN INTERNACIONAL ESTÁ CAMBIANDO, Y ESO NOS AFECTA. LA PREGUNTA ES: ¿CÓMO HA SURGIDO UN MUNDO TAN CONVULSO?
El salto al siglo xxi marcó la llegada de un nuevo periodo en el que la Guerra Fría tocaba a su fin y el mundo bipolar daba paso a otro unipolar dirigido desde Estados Unidos, la gran potencia hegemónica. Intervenciones políticas, guerras y nuevas formas de acoplar a los países a este orden pasaban a protagonizar la geopolítica global.
Sin embargo, con el avance del nuevo milenio, la supremacía occidental se ha ido erosionando, al mismo tiempo que han surgido otros focos de poder en el globo que apuntan a un nuevo orden todavía por consolidar: el resurgimiento de grandes poderes, Rusia y China, nuevas potencias regionales, la expansión de las pugnas por esa estructura de poder hacia escenarios en auge... Europa, Oriente Medio, África, Asia central o el Indo-Pacífico.
Con la calidad y el rigor que caracteriza a Descifrando la Guerra, esta obra ofrece las claves para entender cómo el mundo ha entrado en una competición entre grandes poderes, donde todos los actores pasan a ser fichas en los diferentes tableros y donde todos los tableros merecen un análisis por la importancia de los actores locales y las estrategias de las potencias.
CON MULTITUD DE MAPAS, INFOGRAFÍAS Y GRÁFICOS, ESTA OBRA ES UNA VENTANA IMPRESCINDIBLE PARA COMPRENDER LA PUGNA PARA CONSOLIDAR ESE NUEVO ORDEN INTERNACIONAL.
Alejandra Azuero Quijano propone pensar el paro como un estallido epistémico, un acontecimiento que articula historias y ritmos de tiempo que permiten repensar el pasado para entender y actualizar el presente. A partir de repertorios de resistencia e interrupción, el paro nacional reorganiza las coordenadas con las que se entiende, imagina, percibe y representa la política colombiana y, por extensión, la realidad política y social de América Latina y el Caribe.
El paro nacional colombiano comenzó el 28 de abril de 2021 como reacción en contra de la controversial reforma fiscal impulsada por el gobierno en medio de la pandemia. Si bien el estallido social comenzó y terminó ese mismo año, la fuerza histórica del evento fue más allá, poniendo en marcha formas de experimentación estética, política y de sentido que aún no terminan.
Estamos frente a un acontecimiento que tiene la capacidad de cambiarlo todo: la política, las condiciones sensibles y los modos del saber. Por eso mismo, el paro también llama a poner en marcha otras formas de narrar, de pensar y de representar su historia.
Luhmann enfatiza en el carácter relacional y comunicacional del poder, dirigido por un código que moviliza las relaciones entre las personas.
La teoría clásica considera el poder como un bien apropiable, que uno puede tener como un bien material y, en consecuencia, también perder. La posesión puede, entonces, acumularse y hacerse durar. Sin embargo, este uso metafórico no basta para analizar más profundamente este tema. La tan fácilmente asible categoría de posesión esconde lo que hay que saber justo en el punto donde la pregunta tendría que empezar, pues ¿qué condiciones sistémicas tendrían que cumplirse para que el poder pueda llegar a ser una posesión, para que sea administrado como tal, transferido como una cantidad constante, aumenta-do y disminuido, y defendido contra peligros específicos?
El poder es una manifestación del fenómeno más general de la influencia, es decir, una comunicación que se entiende como selección de las alternativas de A que implica una selección de las alternativas de B. Es una selección selectivamente condicionada.
La función del poder puede ser así reescrita como la generalización de la relevancia de rendimientos decisionales individuales. Para esto se requiere reflexividad, un proceso incremental por medio del cual el poder se aplica a sí mismo y crece en el sistema más allá del poder individual de cada uno. Entonces, ya no es poder que unos ganan y otros pierden, sino que es Poder en el sistema.