El mundo está cambiando. Los animales se están yendo al norte, cada vez son más frecuentes las megaolas de calor, y los incendios, más virulentos e incontrolables, son ya de sexta generación. Por no hablar de la prolongación de la temporada de mosquitos o la progresiva desaparición de las golondrinas que llegaban cada primavera. El modo en que entendamos estas señales y nos enfrentemos a sus consecuencias en lo que queda de siglo será clave para el futuro de nuestra especie.
En Calor, el periodista científico Miguel Ángel Criado se sumerge en una investigación sin precedentes sobre la magnitud de los efectos de la crisis climática en España. Quienes no consideren que el impacto en la flora y la fauna sea motivo suficiente de alarma, tal vez entiendan la necesidad inmediata de tomar cartas en el asunto si ven peligrar las industrias de las que depende este país, como la vitivinícola o la turística, o se sientan interpelados ante la dificultad cada vez mayor para sobrevivir (en algunos casos, literalmente) a los rigurosos veranos en las ciudades.
Público contra privado, empleados contra empresarios, mujeres contra hombres, ecologistas contra negacionistas....... El pensamiento binario invade el espacio político-social y ofrece como única solución el victimismo y la revancha. Los binaristas ahondan en las brechas de las identidades, de forma excluyente, para generar conflicto social y avivar las políticas del resentimiento y la venganza. La autocensura, el miedo a expresar opiniones contra el pensamiento políticamente correcto y la furia de las masas ocultas bajo perfiles de redes sociales, fomentan la cultura de la cancelación, el racismo ideológico y el movimiento woke. Cancelación se convierte en una brújula que identifica las dictaduras de las ideologías, el autoboicot occidental promovido en las universidades y el odio político, para ayudar a desactivarlos. Desmonta, uno a uno, los mitos y los dogmas del falso progresismo y sus manifestaciones más iliberales: aquellas tiranías de las minorías, disfrazadas de compasión e igualdad, que solo buscan polarizar y levantar muros. Cancelación es una oda a la tolerancia, al respeto y al diálogo que nos ofrece algo de esperanza y entusiasmo en medio de la esquizofrenia colectiva que nos rodea. Un manifiesto, detallado y fundamentado, que nos regala un mensaje optimista para las generaciones futuras e intenta frenar el suicidio de la sociedad occidental. «Alessia nos propone una reflexión sobre el mundo que nos rodea y sobre las cosas que, según dicen algunos, deben ser consideradas normas básicas de ilustración y comportamiento. Al hacerlo, y para dar profundidad a la reflexión, describe con claridad a unos y a otros, y argumenta sólidamente las propuestas que deberían ayudar a evitar el convencionalismo y sus peligros». Javier Rupérez
Cuestionarse el derecho a opinar en pleno siglo XXI y asumir que una parte de la población se crea con derecho de callar otra es un peligro. El diálogo, incluso entre posiciones opuestas, es la base de cualquier convivencia democrática, algo que parece olvidarse en un entorno social y cultural en el que abundan las verdades absolutas. ¿Hay que seguir viendo Lo que el viento se llevó, o la eliminamos de todas las filmotecas por racista? ¿Es Lolita una obra maestra de la literatura o prohibimos a Navokov por pedófilo? ¿Perseguimos a J.K. Rowling, autora de Harry Potter, por su opinión sobre lo que es una mujer? ¿Quemamos los cómics de Tintín en aras de una defensa a los pueblos colonizados por los europeos? ¿Debe censurarse una atracción de Blancanieves en un parque temático porque recibe un beso no consensuado del príncipe? ¿Puede un cocinero blanco cocinar un guiso chino o es apropiación cultural? ¿Merece un análisis la obra de Dostoievski o censuramos todo lo procedente de Rusia? ¿Pueden los actores interpretar a personajes que no sean de su misma raza y condición sexual? ¿Impedimos la lectura de Las aventuras de Tom Sawyer porque utiliza la palabra negro' a pesar de que Twain fue un defensor de la igualdad racial? La tradición artística, literaria y cinematográfica, la política, la historia ¿Deberían poder ser analizadas en su contexto? y ¿Quién tiene el poder para decidirlo? Nos jugamos mucho al elegir entre la libertad de expresión, la creatividad o la censura. También en aceptar quién puede establecer esos criterios, hoy manejados por ese poder sin nombre que son las RRSS. Porque de prohibiciones y de acoso a quien se cuestiona lo que se conoce como Pensamiento Woke, va la Cultura de la Cancelación.
Ahora mismo, alguien, en algún lugar, está siendo cancelado. Tuits improvisados o bromas «inofensivas» en la oficina pueden destrozar vidas. La izquierda condena a la derecha y el fanatismo de las viejas élites. La derecha se queja de lo políticamente correcto. En realidad, ambos bandos se confabulan en una política reaccionaria tan contraproducente como divisiva. ¿Puede la izquierda escapar de este extremismo y mantenerse fiel a los ideales progresistas que una vez profesó?
En esta provocadora obra, Umut Özkırımlı revela cómo la izquierda se ha visto arrastrada a una espiral de odio tóxico e indignación, alejándose de los ideales democráticos de libertad y pluralismo que pretende representar. Explorando las similitudes entre el populismo de derechas y la política identitaria radical, expone una visión alternativa. Solo centrándose en la humanidad que compartimos y obviando nuestras diferencias podrá la izquierda encontrar un camino constructivo y consensuado que nos devuelva de lo woke.
Son tres las ideas que contiene Capital y resentimiento. Primero, que el Internet y las plataformas, que configuran el capitalismo actual (desde Amazon hasta Google), constituyen la última metamorfosis de un régimen financiero que fue instalado a partir de los años sesenta. Aquí, la información se ha vuelto una mercancía y una fuente de creación de valor. La segunda idea es que ha ocurrido una fusión entre el poder financiero y las nuevas tecnologías de la información. Las bolsas y el sistema de Internet trabajan en conjunto en más de un sentido. Esto ha dado por resultado una fragmentación y polarización de la opinión pública, que parece estar siempre tironeada por las falsas noticias y la necesidad de informarse. Esto ha traído consigo que el riesgo de pérdida de la democracia sea inmediato. La tercera idea, y la más inquietante de todas, afirma que para que este nuevo sistema funcione, las plataformas de Internet necesitan la activa presencia de todos nosotros en la web. Uno de los mayores combustibles de nuestras actuaciones y de todos los datos que producimos para el capital es, precisamente, el resentimiento. Es decir, el nuevo orden económico, consolidado sobre los mercados financieros y las plataformas de internet, transforma hasta la última fibra de nuestra subjetividad y sentimientos para producir valor y enriquecerse.
El capitalismo es un ideal moral
En esta colección de ensayos, Ayn Rand y sus colegas definen una nueva visión del significado del capitalismo, su historia y sus bases filosóficas, y se proponen demoler muchos de los mitos que lo rodean.
¿Nos conduce irremediablemente el capitalismo a depresiones, monopolios, trabajo infantil o guerras? ¿Por qué existe tanto odio a las grandes empresas? ¿Por qué no han logrado los conservadores detener el crecimiento del Estado? ¿Es la religión compatible con el capitalismo? ¿Es la regulación gubernamental la solución a los problemas económicos o es su causa? ¿Qué es la libertad y qué tipo de gobierno requiere? ¿Es el capitalismo moral?