Henry Kissinger, uno de los principales estrategas políticos del siglo xx, analiza en este nuevo libro los perfiles de seis de los líderes mundiales más fascinantes e influyentes del pasado reciente: Konrad Adenauer, Charles de Gaulle, Richard Nixon, Anwar Sadat, Lee Kuan Yew y Margaret Thatcher.
Todos ellos se formaron en un periodo en el que las instituciones establecidas se derrumbaban en Europa, las estructuras coloniales daban paso a estados independientes en Asia y África y hubo que crear un nuevo orden internacional a partir de los vestigios del anterior.
Kissinger repasa el camino de De Gaulle para reconstruir la Francia postimperial, la rehabilitación llevada a cabo por Adenauer de una Alemania devastada por la guerra o el éxito del experimento de la pequeña ciudad Estado de Lee Kuan Yew en Singapur. El análisis de estos procesos sirve para mostrar las estrategias de gobierno de unos líderes que, impulsados por un alto sentido de Estado, se propusieron posicionar a sus respectivos países en el centro del tablero político mundial.
La perspectiva del autor no tiene parangón: es la de un historiador de primer orden que conoció y estuvo implicado en los acontecimientos que se relatan. La experiencia como alto representante público, el conocimientopersonal de los protagonistas y la carrera política de Kissinger enriquecen un libro que atestigua cómo la combinación del carácter de los personajes y las circunstancias de cada situación es lo que acaba dando forma a la historia.
Una sociedad liberal no pretende imponer una única forma de vida, sino permitir a sus ciudadanos elegir de la manera más libre posible sus propios valores y propósitos. Por ello debe gobernar con principios de justicia que no presuponen ninguna visión particular de lo que es una buena vida. Sin embargo, ¿es posible encontrar tales principios? Y, si no, ¿cuáles son las consecuencias para la justicia en tanto ideal moral y político? Estas son las preguntas que Michael Sandel plantea en su crítica penetrante del liberalismo contemporáneo. Después de situar los horizontes del liberalismo moderno pertinentemente en la tradición de la Filosofía del Derecho de Kant, analiza su expresión más influyente en la obra de John Rawls. En una confrontación con los puntos más importantes de la teoría de la justicia de Rawls, Sandel explora los límites del liberalismo que subyacen en su concepción de la persona y aboga por una comprensión más profunda de la comunidad que la que admite el liberalismo. La presente segunda edición de esta obra, originariamente escrita en 1982, está notablemente enriquecida con referencias y comentarios sobre la importante discusión de los años ochenta y noventa entre liberalismo y comunitarismo y presenta también un análisis de la evolución posterior de John Rawls. Esta puesta al día no sólo tiene un valor informativo evidente, sino que permite apreciar la asombrosa intuición y anticipación del desarrollo presentado por Sandel con respecto a temas aún en estado naciente en el momento de la primera publicación de esta obra.
La obra de referencia para estudiantes de ciencias políticas
La política se presenta a menudo como la acumulación desordenada y confusa de palabras y acciones. Por este motivo, puede llamar la atención el intento de asociar política y ciencia. ¿Hasta qué punto cabe un saber ordenado sobre los fenómenos políticos? ¿Sobre qué conocimientos se construye este saber?
Al mismo tiempo, podemos preguntarnos si la política sigue siendo una actividad relevante cuando la globalización económica o la expansión de las redes sociales parecen imponer reglas invisibles y elaboradas al margen de los procesos políticos de carácter institucional.
A estos y otros interrogantes intenta responder esta obra. A modo de introducción a la disciplina, expone sus logros y sus limitaciones. Deja abiertas muchas preguntas, pero también proporciona datos y claves para explicar hechos y, por tanto, para ayudar a quienes quieren influir sobre ellos.
El nuevo texto de Paloma Aguilar constituye el mejor ejemplo de cómo la ciencia política puede combinar la agudeza teórica con una abrumadora documentación histórica y un cuidadoso análisis de encuestas. Se trata de un libro imprescindible para científi cos políticos e historiadores, interesados en nuestra reciente historia y en las transiciones a la democracia.
En esta contundente y novedosa interpretación de la historia de la civilización, Jeremy Rifkin, autor de numerosos best-sellers, analiza la evolución de la empatia, una capacidad que ha ejercido una poderosa influencia en nuestro desarrollo y que, probablemente, determinará nuestro futuro como especie. La civilización empática plantea la visión radicalmente nueva de la naturaleza humana que están poniendo de manifiesto la biología y las ciencias cognitivas, y que es motivo de controversia entre los círculos intelectuales, la comunidad empresarial y las esferas gubernamentales. Los descubrimientos recientes en el ámbito de las neurociencias y en el del desarrollo infantil nos obligan a cuestionar la creencia, tan arraigada, según la cual los seres humanos son agresivos, materialistas, utilitaristas y egoístas por naturaleza. Ahora, por el contrario, empezamos a darnos cuenta de que somos una especie fundamentalmente empática, y ello tiene unas implicaciones profundas y de largo alcance para la sociedad" A partir de esta nueva visión de la especie humana, Rifkin nos conduce a través de una historia jamás contada. El autor nos relata la espectacular historia del desarrollo de la empatia humana, desde el surgimiento de las primeras grandes civilizaciones teológicas hasta la etapa ideológica que imperó en los siglos XVIII y XIX, así como la era psicológica que caracterizó buena parte del siglo xx.
Es posible estudiar cómo el pensamiento político-jurídico del quinientos y seiscientos entiende el problema de la guerra columbrándolo en función de dos épocas: Renacimiento-Reforma, y Barroco. Durante la primera encontramos dinastismo medieval (Seyssel), republicanismo (Castrillo), realismo político (Maquiavelo), idealismo humanista-cristiano (Erasmo, Moro, Valdés, Vives), guerra justa (Vitoria), prudencia estoica (Lipsio), resistencia (calvinismo), pacifismo (Simons).
En el Barroco, el paradigma vigente es la libertad, acotada y restringida por (a) la ley natural; (b) un ius subjetivo que dota al hombre del derecho inalienable a la defensa propia; (c) una nueva filosofía de la naturaleza, causa eficiente en lugar de causa final, separación de las cualidades primarias y secundarias, una naturaleza independiente de Dios (Grotius) y caótica origen del ius naturale.