Han pasado más de treinta años desde la caída del comunismo y algunas de nuestras ideas sobre lo que fue Europa del Este todavía replican los lugares comunes de la Guerra Fría: sociedades controladas por la Policía secreta, el miedo a la delación, sangrientos burócratas que llegaban desde Moscú para reprimir cualquier atisbo de disidencia y economías caracterizadas por el atraso y la escasez. En un formidable trabajo de síntesis que renueva los términos del debate, Agustín Cosovschi y José Luis Aguilar recorren la historia del comunismo desde las primeras luchas socialistas en el siglo XIX hasta su colapso en los umbrales del siglo XXI. Narran el ciclo de violencia de la Primera Guerra Mundial, la Revolución Rusa y su prolongación en la Guerra Civil. Explican el momento bisagra en que comienza un enfrentamiento global entre los Estados Unidos y la Unión Soviética. Pero, sobre todo, muestran cómo el socialismo de Estado, lejos de ser una realidad monolítica orquestada por completo desde Rusia, se configuró en cada país en función de las tensiones étnicas, la búsqueda de independencia nacional, los liderazgos.
El 24 de julio de 1984, Allen Lafferty, un mormón practicante, se encontró con una escena terrible: su mujer y su hija de quince meses habían sido brutalmente asesinadas. Allen no tenía ninguna duda de la identidad de los culpables: sus hermanos, Ron y Dan Lafferty, dos fanáticos convencidos de que su acto obedecía a un mandato divino.
Este clásico del true crime, escrito por uno de los maestros indiscutibles de la no ficción narrativa y que acaba de ser adaptada para la televisión, nos sitúa en un tiempo y unos personajes más propios del medievo que del corazón mismo de Estados Unidos. A la luz de la terrible historia de los fanáticos hermanos Lafferty y del relato del violento pasado del movimiento mormón, Krakauer ofrece un brillante y fascinante relato sobre las teocracias de la América profunda en los que la poligamia, el mesianismo y la violencia salvaje campan a sus anchas.
China no surge de la nada, viene de muy lejos y no va a desaparecer. Pero ¿por qué importa China? ¿Cómo va a ser el mundo cuando lo lidere? ¿Son felices los chinos? ¿Cómo piensan? ¿Con qué tipo de futuro sueñan? ¿Y cómo vamos a competir con ellos?
China va camino de convertirse en la primera potencia mundial, y este será el mayor desafío geopolítico de los próximos años. A partir de ahora entender a los chinos resultará decisivo. Ni nuestros dirigentes ni nosotros estamos preparados, por eso es más importante que nunca comprender los principales aspectos que conciernen a este desconocido país.
Este libro es un retrato revelador de la actualidad de China y de nuestro propio futuro. Un relato apasionante escrito por alguien que, tras muchos años conviviendo y haciendo negocios con sus gentes, aporta una visión lúcida y humanista que sorprenderá al lector. Con una escritura cercana y entretenida, Julio Ceballos, profundo conocedor de sus costumbres, nos explica
las claves para comprender a fondo la mentalidad china.
Un libro que muestra un país caleidoscópico y fascinante, que desmonta falsos mitos y da respuesta a las dudas que
plantea el fenómeno chino, desentrañando su compleja realidad y aportando al lector las herramientas para adaptarse al futuro de un mundo made in China.
Los terribles asesinatos en serie del conocido como Asesino Otaku, el impactante crimen de Nevada-Tan —que con solo once años degolló a su compañera de clase— o los atentados de cultos homicidas como el orquestado en el metro de Tokio por Shōkō Asahara sobrecogieron a la sociedad japonesa por su insólita crueldad y su descorazonadora inmoralidad.
A través de una investigación rigurosa y detallada, este libro presenta los factores biológico-psicológicos, personales y sociales que llevaron a la comisión de estos crímenes, reconstruye los hechos a partir de fuentes autorizadas y analiza las consecuencias penales y sociales de los delitos huyendo del sensacionalismo y reclamando respeto por las víctimas y sus familiares.
Sesenta años de una conspiración amparada por el dinero y la religión El periodista de investigación Gareth Gore llegó a España en 2017 para informar sobre el inesperado derrumbe del Banco Popular, considerado hasta entonces como una de las entidades más rentables del mundo. Lo que había de ser una crónica más sobre las consecuencias desastrosas de una ambición capitalista desenfrenada se convirtió en el desenmascaramiento de uno de los saqueos empresariales más descarados y de mayores implicaciones de la historia. Durante décadas, un grupo de hombres ligados al Opus Dei había controlado secretamente los resortes del banco para financiar la extensión y la influencia del grupo religioso a todos los rincones del mundo. La reconstrucción del expolio permite documentar la historia secreta del Opus Dei, desde su fundación y su consolidación durante los años oscuros del franquismo hasta la actual organización global, cuyos lazos financieros con grandes empresas y gobiernos les han permitido acumular miles de millones en activos.
El periodista de investigación Gareth Gore llegó a España en 2017 para informar sobre el inesperado derrumbe del Banco Popular, considerado hasta entonces como una de las entidades más rentables del mundo. Lo que había de ser una crónica más sobre las consecuencias desastrosas de una ambición capitalista desenfrenada se convirtió en el desenmascaramiento de uno de los saqueos empresariales más descarados y de mayores implicaciones de la historia. Durante décadas, un grupo de hombres ligados al Opus Dei había controlado secretamente los resortes del banco para financiar la extensión y la influencia del grupo religioso a todos los rincones del mundo.
La reconstrucción del expolio permite documentar la historia secreta del Opus Dei, desde su fundación y su consolidación durante los años oscuros del franquismo hasta la actual organización global, cuyos lazos financieros con grandes empresas y gobiernos les han permitido acumular miles de millones en activos. Esta riqueza sufragó su infiltración en instituciones políticas, universitarias y mediáticas tanto nacionales como internacionales, para así imponer una agenda ideológica ultraconservadora a nivel mundial y erosionadora de la democracia, como las políticas antiabortistas de la mayoría conservadora del Tribunal Supremo de los Estados Unidos.