Heather conoció a Sean a la edad de cinco años. Se convirtió en su mejor amigo, hasta que Sean tuvo que mudarse a otra ciudad. Ahora, después de siete años, Sean ha regresado, pero ahora las cosas son distintas y, como era de esperar, Heather también. Los años la han cambiado, pero Sean está dispuesto a ayudarla, a juntar todas esas piezas en las que Heather dice haberse convertido. Descubre lo fuerte que puede llegar a ser el amor de dos personas que están destinadas a ser el refugio del otro.
LA DECISIÓN
Atrapada en Famwed, la ciudad de las criaturas de la noche, las opciones de Alessa se acaban y se le presenta una decisión imposible: abandonar Dybria, la tierra que vive en su alma, o convertirse en el instrumento de su destrucción. ¿Puede abandonar todo lo que ama para salvarlo?
LA GUERRA
Separado de Alessa y sin saber si está viva o muerta, Derek se prepara para la guerra por la libertad de Dybria. Pero ¿puede liderar la lucha cuando una guerra igual de violenta ruge en su interior? ¿Cuando no sabe si merece el amor de Alessa? ¿Cuando no sabe si todo lo que hay de bueno en su alma es solo el pálido reflejo del gran héroe que fue Kellan?
Pero el destino no conoce de temores, indecisión o corazones rotos y reclama a sus héroes que lo cumplan. Ha llegado el momento de que las almas entrelazadas se reencuentren y pongan fin a la injusticia. Pero ¿cuál será el precio de la paz? ¿Estarán Alessa y Derek dispuestos a pagarlo?
Andrómeda es una adolescente misteriosa, como la galaxia, que no se relaciona con nadie. En clase, desde una mesa al lado de la ventana, observa el mundo a través de unas gafas de sol, como si no tuviese nada que ver con ella.
Héctor es otro elemento extraño en el instituto. Extremadamente amable y tímido no sabe comunicarse, quizá porque piensa que, de hacerlo, nadie le comprenderá. A la hora del recreo, se sienta solo en la parte más alta de las gradas del patio y mira el cielo, mientras sueña en como podría conocer a la chica enigmática que va con él a clase.
Hasta que, un suceso desafortunado los acerca para, después, separarlos de nuevo. Cinco años después, Héctor y Andrómeda se reencuentran y comienzan una relación que parece querar traspasar los límites de la amistad.
Pero, ¿pueden dos corazones rotos sanarse mutuamente y recuperar la ilusión de vivir?
Una sola vez cada cien años, se celebra el Kejari, el legendario torneo en honor a la diosa de la muerte, Nyaxia, que reúne a los vampiros de todos los rincones. En esta ocasión, sin embargo, hay una participante de lo más particular: una humana, Oraya, que además es la hija adoptiva del rey de los Nacidos de la Noche.
Aunque lleva entrenándose toda la vida, Oraya está en clara desventaja. Este mundo está diseñado para matarla y este torneo mortal es la peor prueba: deberá competir contra los vampiros más feroces y sanguinarios de todos los pueblos. No obstante, es su única oportunidad para ser algo más que una presa y poder cumplir un sueño oculto.
El torneo requerirá que establezca peligrosas alianzas, en particular, con su mayor adversario, Raihn. Todo en él es temible. Nacido para matar, es despiadado y además un enemigo de su padre. Como si todo esto no fuera suficiente, se avecina una tormenta —como un oscuro presagio— que sacude todo lo que Oraya creía saber sobre su hogar. Raihn podría entenderla mejor que nadie, pero sin embargo la proximidad con él podría ser su perdición. Al fin y al cabo, ambos viven en un mundo en el que nada es más letal que el amor.
Ruby no quiere saber nada más de James. Lo que ha hecho es imperdonable.
Pero James está destrozado, su mundo se tambalea y está a punto de romperse en pedazos.
¿Será capaz Ruby de mantenerse alejada de James, sobre todo cuando su corazón le dicta algo muy distinto?