¡Dominicanos! ¡Vosotros tenéis tierra, pero ya no tenéis Patria! Triunfaron aquí las groserías del atavismo que, desde antes de nacer, pregonaron por el mundo la subasta de vuestra desmedrada independencia. Vuestra historia es un amasijo de ignominias. Vuestra bandera, un trapo. Como un día Madrid, y como antes los grotescos "libertadores" de Occidente, aquí manda hoy Washington. Eugenio Deschamps
Pancheta está triste. No le gusta saberse distinta ni especial, pues tiene sus inconvenientes, pero tampoco quiere dejar de ser una bruja. Afortunadamente, una aventura en el río con sus compañeros de clase, durante unas colonias, le hará reflexionar y acabará por tener una idea GENIAL.