Un slow burn altamente adictivo.
A veces los mejores planes son los inesperados.
Zoe y Axel son polos opuestos y, a la vez, muy similares.
A él le encantan las matemáticas; ella las odia.
Él es reflexivo; ella da muy pocas vueltas a las cosas.
A él no le gusta el chocolate; a ella no le importaría alimentarse de por vida a base de dulces.
Los dos creen que no encajan, los dos agradecen el silencio y los dos desconocen lo que uno siente cuando se enamora.
Aunque quizá el punto de unión más importante entre ambos es que los dos están a punto de averiguarlo.
¿A qué nos referimos cuando deseamos que nuestros hijos, alumnos y amigos sean personas de éxito? ¿A tener muchas riquezas, fama y likes, o a ser buenas personas que puedan construir relaciones sólidas y positivas, con una autoestima sana y cuya honestidad, bondad, esperanza, justicia... sean su carta de presentación? ¿Qué es más importante para alcanzar una vida buena? ¿Qué legado como padres o maestros deseamos dejar en nuestros hijos? La huella que dejemos en ellos será el punto de mira que marquen en el horizonte para aspirar a una vida con sentido.
¡Soy una buena persona! es un libro de valores ilustrado a todo color que ayuda a desarrollar una personalidad bella, buena y verdadera en nuestros menores.
RESPETO, GENEROSIDAD, AMOR, JUSTICIA, ESFUERZO, RESPONSABILIDAD, GRATITUD, PACIENCIA, COMPASIÓN, PERDÓN, BONDAD, y ESPERANZA.
Esta es la historia de una chica cuya mente diabólica le ha permitido llegar a lo más alto. Pero, ¿cuántas veces se puede renacer de las cenizas?
Imogen es una fugitiva huérfana, heredera de una fortuna, además de una cocinera y una tramposa.
Jule es una luchadora, una persona camaleónica y una atleta.
Una amistad intensa. Una desaparición. Un asesinato, o quizás dos.
Una historia de desamor, o quizás tres.
Sangre y chocolate.
Superhéroes, espías y villanos.
Una chica que se niega a darle a la gente lo que quiere de ella.
Una chica que se niega a ser quien fue.