El dragón es uno de los seres más extraordinarios que han poblado los mitos y leyendas de todo el mundo. En casi todos los relatos de la creación, camuflados con nombres autóctonos, hay, por lo menos, un dragón.
Pero, ¿son todos iguales? ¿Es verdad que hay dragones sin alas? ¿Todos escupen fuego? ¿Cuántas extremidades tienen? ¿Pueden tener más de una cabeza? En cada región, las descripciones del dragón usan al animal más poderoso de la zona. En la india, por ejemplo, tienen garras de tigre, mientras que en América son de águila, y en Japón poseen cuernos de ciervo.
El dragón es uno de los seres más extraordinarios que han poblado los mitos y leyendas de todo el mundo. En casi todos los relatos de la creación, camuflados
con nombres autóctonos, hay, por lo menos, un dragón.
Pero, ¿son todos iguales? ¿Es verdad que hay dragones sin alas? ¿Todos escupen fuego? ¿Cuántas extremidades tienen? ¿Pueden tener más de una cabeza? ¿Los dragones son solo amos del fuego o están relacionados también con los otros elementos: agua, tierra, aire?
Olive Smith es una doctoranda de tercer año que no cree en las relaciones amorosas duraderas, pero su mejor amiga, Ahn, sí, y por eso Olive se ha metido en un lío monumental. A Ahn le gusta el exnovio de Olive, pero jamás daría el primer paso porque es una buena amiga. A Olive no le va a resultar nada fácil convencerla de que ha pasado página, puesto que los científicos necesitan pruebas. Por eso, como cualquier mujer con un mínimo de amor propio, se deja llevar por el pánico y besa al primer hombre con el que se encuentra para que Ahn la vea.
Ese hombre es nada más y nada menos que Adam Carlsen, un joven profesor tan reputado por la calidad de su trabajo como por su imbecilidad. Así que Olive se queda de piedra cuando Carlsen accede a mantener su farsa en secreto y ser su novio falso. Sin embargo, después de que un importante congreso científico se convierta en un desastre y Adam vuelva a sorprenderla con su apoyo inquebrantable (y sus inquebrantables abdominales), su pequeño experimento se acerca peligrosamente al punto de combustión. Olive no tarda en descubrir que la única cosa más complicada que una hipótesis sobre el amor es analizar su propio corazón bajo el microscopio.
Kate siempre ha estado enamorada de Ethan, pero nunca ha tenido el valor de confesarle su amor; al menos no directamente, porque las canciones y poemas que escribe gritan: «Amo a Ethan West», se miren por donde se miren.
A pesar de que ella se había jurado mantener sus sentimientos ocultos, durante la fiesta de cumpleaños de su hermano algo le hace darse cuenta de que no puede obviar lo que siente y que necesita que él lo sepa.
Kate deberá escoger entre superar su enamoramiento y continuar como amigos, o arriesgarlo todo y confesarle su amor.
Descubre el nuevo romance fantasy del que todos hablan.
¿Qué harías por amor? Alessandra lo haría todo por poder.
El plan de Alessandra es sencillo:
Seducir al Rey de las Sombras.
Casarse con él.
Asesinarlo y quedarse con el reino.
Pero Kallias, el Rey de las Sombras, posee un poder oscuro y alberga un alma aún más oscura. Además de un irresistible atractivo... Nada que pueda parar los planes de la seductora Alessandra: simplemente va a hacerse con lo que ella merece.
Sin embargo, todo da un giro inesperado cuando Kallias le hace una propuesta muy poco usual: juntos desarrollarán un plan para despistar a la corte. Sin sentimentalismos, sin emociones. No es lo que ella tenía en mente, pero compartir tiempo con él puede ser bueno para sus propósitos.
Siempre y cuando no se interpongan los sentimientos…
¿Quién de los dos será el más fuerte al final?
Todo empezó un lunes como cualquier otro. Claro que a nadie le gustan mucho los lunes. Y menos a Inés que parecía tener un día especialmente espantoso, de esos que uno prefiere olvidar para siempre. Pero no fue hasta la clase de la señorita Betty que entendió que algo verdaderamente raro pasaba: una especie de pelota peluda, tibia y con dientes filosos como agujas, se alojaba en lo profundo de su bolsillo. Cualquiera se habría llevado un buen susto al descubrir un monstruo escondido. Pero no Inés. Porque si había algo que deseaba profundamente, era que le sucedieran cosas Maravillosas, Terribles y Extraordinarias. Y un monstruo personal era, sin duda, una de ellas.