Tras Academia de Madres: el Origen, llega la loca historia del olvidado de la familia.
Todo el mundo sabe que cuando en una familia hay más de un hijo, los padres tienen su favorito. A veces es el mayor, y otras el pequeño. Lo que está claro es que nunca es el mediano. El hermano mediano es el gran olvidado, el ignorado, al que nunca nadie tiene en cuenta. Por eso he decidido contar mi historia. ¡Ya es hora de que nos presten atención!
Bienvenido a las aventuras y desventuras del hermano mediano más famoso del mundo.
una esgrimista torrentina y un capo eritrense entran en un establo y, aunque suene a chiste de taberna, lo que hacen allí no tiene nada de divertido. Alguien los ha contratado para secuestrar a Luca, el mozo de cuadra que conoce a la princesa Amarande desde que ambos eran niños y con el que ella mantiene, según se rumorea, algo más que amistad. ¿El motivo del secuestro? Forzar el matrimonio de la princesa con uno de los tres pretendientes a su trono, que está vacío desde la muerte (asesinato, sospecha ella) de su padre. Para Amarande, dejarse chantajear resulta inconcebible: no piensa renunciar a su corona, ni a su libertad, ¡ni a Luca! Lo suyo es amor verdadero, y eso no sucede todos los días. ¿Quieren descubrir de qué es capaz la princesa Amarande? Pues bien: como deseen.
Ana acaba de perder a su padre y escribe compulsivamente textos que no acaba, Elena tararea la música de su adolescencia mientras pelea por el trabajo que merece y Sofía... Sofía, que es más joven, solo intenta mantener la lucidez. Estas tres amigas tan distintas lo comparten casi todo; especialmente, los líos, las risas y la sinceridad. Las tres tienen más de cuarenta, mucho pasado y un presente intensito: un ex maravilloso y otro tremendamente egoísta; madres mayores y de todos los colores (la libertaria, la reprochona y la que se ha hundido en el duelo) y, sobre todo, una adolescente que... ¿se podría devolver...? La maternidad, la pareja, la enfermedad, el edadismo, el desempleo... No se perdonan ni un drama, pero Ana, Elena y Sofía encuentran siempre tiempo para avanzar, para reírse y hasta para montar una revolución.