Un árbol que lleva mucho tiempo sin ser vendido en una tienda es descubierto por Clara y Daniel, dos niños que desean llevarlo a su casa en vísperas de la Noche Buena. Y aunque solo uno podría hacerlo, esto no impide que ambos logren disfrutarlo y acompañarlo en una aventura que romperá el récord de altura.
Sensaciones como el miedo, la sorpresa y la frustración, se contraponen a los valores de la bondad, la autorreflexión, la perseverancia y la amistad, ratificando así el ambiente armonioso que caracteriza a la Navidad.
La vida no es justa, y eso Logan lo sabe muy bien. Después de una dolorosa pérdida, su corazón se ha vuelto hermético, frío e inquebrantable. Por eso no le importa que todos crean que es el malo de la historia.
Leah nunca se ha sentido la protagonista de la suya. Vive con la cabeza enterrada en los libros, intentando pasar desapercibida, y se refugia en la gran comunidad de lectores que tiene en internet.
Leah no es el tipo de chica que Logan está buscando.
Y Logan es la clase de chico que Leah trata de evitar.
Quizá por eso lo que hay entre ellos funciona tan bien.