Una historia repleta de monstruos, magia y sustituciones explosivas desarrollada en el Japon moderno.
En esta emocionante continuación de La espada de Kuromori, unos temibles ogros equipados con el más moderno armamento roban un enorme telescopio como parte de un demente plan para sumir al mundo en la oscuridad absoluta.
De nuevo Kenny y Kiyomi deberán unir fuerzas y combatir a un poderoso enemigo. Sin embargo, no todo va bien entre ambos. El comportamiento de Kiyomi es cada vez más desconcertante, y pronto queda claro que su vida —y su humanidadcorre un terrible peligro. En ese momento Kenny deberá enfrentarse a una elección imposible: salvar a su amiga o cumplir con su deber.
En una casa destartalada de la nueva capital del reino, Madrid, Luzia Cotado usa magia para sobrellevar sus interminables días trabajando como sirvienta en la cocina. Pero cuando su señora descubre la habilidad secreta de Luzia para conseguir pequeños milagros, le exige que use ese don para mejorar la posición social de la familia. Lo que comienza siendo un simple entretenimiento para la aburrida nobleza se vuelve peligroso cuando Luzia atrae la atención de Antonio Pérez, el secretario del rey de España. Tras la derrota de su armada, el rey está desesperado por conseguir alguna ventaja en la guerra contra la reina de Inglaterra. Y Antonio, cuya reputación ha sufrido un tremendo revés, no se detendrá ante nada para recuperar el favor del rey. Decidida a aprovechar esta oportunidad para mejorar su vida, Luzia se sumerge en un mundo de videntes y alquimistas, de hombres santos y estafadores, donde la línea entre la magia, la ciencia y el fraude nunca está clara. Pero a medida que su fama crece, también aumenta el riesgo de que su sangre judía la condene a la ira de la Inquisición. Para sobrevivir deberá hacer lo impensable: valerse de la ayuda de Guillén Santángel, un familiar inmortal un poco amargado que guarda secretos que podrían resultar letales para ambos.
La novela El fantasma de la Ópera está dividida en veintiséis capitulos, en los que, con el nexo común de un investigador que es quien nos introduce en la trama asegurando directamente que «el fantasma de la Ópera existió de verdad». Existen novelas para las que el entorno donde se desarrollan adquiere la importancia de un personaje esencial en la narración. En la novela Nuestra Señora de París, de Victor Hugo, la Catedral es una presencia permanente;
y así es en el caso de El fantasma de la Opera, en la que el enorme edificio del Teatro de la Ópera, con su gran complejidad, es prácticamente el único territorio de la intrincada acción. En la novela pueden apreciarse su experiencia como investigador de misterios y
su gran conocimiento de los temas operísticos y de todo lo que rodea a ese mundo de la música y de la ópera en general.