Una valiosa guía para adentrarse en el fascinante y sanador universo de la creación literaria. "Cómo escribir una buena historia" parte de una idea contundente: todos podemos ser escritores. Naturalmente, para poner manos a la obra, hay que desarrollar nuestras habilidades de observación, lectura, dedicación, y seguir, paso a paso, ciertas enseñanzas de los grandes escritores que nos han precedido. Este libro es una brújula. Mediante ella podrás guiarte en el apasionante mundo de la creación literaria. Todos tenemos un sinfín de historias que queremos y debemos contar. ¿En dónde radica ese supuesto deber? En que mediante la literatura somos capaces de dar cauce catártico a las tramas que se nos han ocurrido, o que nos han ocurrido, o que sabemos han sucedido y queremos narrar. Deshagamos mitos: ser escritor no es pertenecer a una casta divina o a un grupo privilegiado que ha sido tocado por una ignota Excálibur: es atreverse a contar las historias que bullen en nuestro interior y que muchas veces golpean la puerta con la urgencia de salir. Mediante el ejercicio de la literatura se da un importante paso en el entendimiento de lo que somos. Al margen de que te decidas por escribir una novela, una obra de teatro, un guion de cine, una serie de televisión o cualquier género audiovisual, en la base estará, indefectiblemente, la creación de tu cuento. Y para dotar de mayor eficacia a las historias que conformarán nuestros cuentos, es indispensable conocer ciertos elementos que este volumen pone a tu alcance de manera amena, lúdica, conversada. Más que un manual de narrativa es una charla entre el autor y tú, copa de vino y carnes frías de por medio. Eso sí, siguiendo a William Faulkner, podemos concluir que el escritor debe conocer la técnica para liberarse de ella; además, nunca ha de estar satisfecho con lo que hace. Siempre hay que apuntar más alto de lo que uno sabe que puede apuntar. Tratar de ser mejor que uno mismo. Después de todo —y Juan Sahagún lo afirma con convicción— escribir es un acto de libertad.
David Remnick tiene el don poco común de revelar a los lectores el alma y la mente de las figuras públicas. Su penetrante mirada disecciona a políticos, escritores o púgiles, y su pluma sirve unos retratos perfectamente aliñados. Remnick logra combinar en sus vívidas piezas una extraordinaria claridad con la profundidad del mejor periodismo. "Reportero" reúne sus mejores textos de los últimos 20 años, desde la política estadounidense a la Rusia post soviética, pasando por Hamás, Tony Blair, Bruce Springsteen, Solzhenytsin o Philip Roth.
Esta valiosa obra, la primera de un autor occidental, constituye un aporte fundamental para el conocimiento no solo de la literatura coreana, su objetivo primero, sino también de la historia y la cultura de un pequeño gran país de unos tres mil años de existencia. Publicado en 1996, el texto conserva una extraordinaria riqueza informativa y de reflexión que nos conduce certeramente a lo largo de los diferentes períodos históricos y culturales de Corea. Se aprecian en la obra el cuidadoso estudio de las características de sus géneros literarios, el análisis de las obras y sus autores principales, el contexto histórico en que se manifiestan, todo ello expresado con una manifiesta voluntad pedagógica y una clara exposición. Su autor, el Dr. Maurizio Riotto, es una autoridad en los estudios coreanistas y un referente obligado para quienes deseen conocer en profundidad los valores de una cultura, la coreana, que desde fechas relativamente cercanas atrae la curiosidad ocidental.
Charles Simic ha recopilado por primera vez en esta edición más de cincuenta artículos publicados en The New York Review of Books. Llenos de sinceridad, ironía y acidez, son desafiantes y reveladores frente a un mundo lleno de injusticias y contradicciones.
El ganador del Premio Pulitzer no sólo ofrece su particular visión de la literatura, sino que nos regala algunas confesiones de sus experiencias más personales: su infancia en Yugoslavia, su adicción al fútbol y a la cocina, su amistad con Mark Strand, la pena de muerte, la política exterior de Estados Unidos o sus ideas sobre la poesía pasan por estas páginas que muestran el pensamiento de uno de los autores más celebrados de las últimas décadas.
LOS LIBROS SON UNA DE LAS MÁXIMAS EXPRESIONES DE AMOR POR EL CONOCIMIENTO Y LA CULTURA.
Son los libros un recipiente donde reposa el tiempo, un maravilloso objeto que sale victorioso ante el carácter efímero de la vida. De los libros y de las bibliotecas, Emilio Lledó también aprendió el diálogo y la libertad de pensar. Lo demuestra a través de una serie de textos, que hablan de la memoria, del lenguaje, del origen de la escritura, de nuestra capacidad de crear, de la lectura como elemento imprescindible de nuestra educación, así como de periodismo y comunicación y, en definitiva, de cultura y de cómo con ella adquirimos la libertad de pensamiento.