La muerte de la abuela propicia el encuentro entre dos niños, uno citadino y otro pueblerino, ante la mirada adulta recelosa. Ese último le muestra qué tiene su caja de limpiabotas y cómo se lustran los zapatos. Maravillado por el proceso, el niño de la ciudad da un recorrido con la caja y por un momento ambos niños son iguales. Al partir, ¿Qué se lleva cada uno?
“Y el pájaro alza la cabeza y me mira. Fija sus ojos en mí, luego se da la vuelta, como ignorándome”.
Estos relatos recrean experiencias de la infancia de José Enrique en el Cibao, una tierra noble y de ensueño, donde los días plácidos no quedaban exentos de percances. De esta forma, en sus páginas conocerán cómo se salvó milagrosamente el perro Capitán, el curioso caso del árbol de las garzas y el duelo entre el pájaro bobo y el otro bobo. Los otros dos cuentos que completan esta obra son "La tejedora de sueños" y "El Turco que vendía telas".
Anita convirtió un pañito mágico en amuleto y cómplice inseparable contra el miedo. Se lo regaló su abuela, quien lo cosió con sus propias manos y le puso sus iniciales en una delicada tela roja de algodón orgánico. Por un evento inesperado, el pañito se extravió y la niña organizó su búsqueda porque quería entregarlo a su abuelo para que sanara de una enfermedad.