Una obra fundamental de la literatura catalana, traducida por Dionisio Ridruejo. Una lectura imprescindible, ahora con nuevo formato y diseño. El cuaderno gris, una especie de dietario iniciado por Pla en 1918, está considerado como uno de los monumentos de la prosa catalana de todas las épocas. En él pueden encontrarse notas de viaje, juicios políticos, crítica literaria, aforismos y, sobre todo, paisajes, retratos e instantáneas inimitables gracias a un lenguaje lleno de riqueza y sutilidad.
A lo largo de su vida, Emil Cioran dedicó numerosos artículos y prefacios tanto a los más diversos autores como a la propia creación literaria y artística. La disparidad de los temas de reflexión y de las fechas de redacción no oculta la gran homogeneidad del conjunto, debida, sin duda, a la impregnación, de cada texto, con las obsesiones personales del autor. En esta suma de afilados retratos y breves ensayos se revela el Cioran irónico, por no decir cáustico, que muchos conocemos, junto al que se deja fascinar por autores como Paul Valéry, Mircea Eliade, Samuel Beckett, María Zambrano, Francis Scott Fitzgerald o Jorge Luis Borges. Fruto de la amistad o del arrebato, estos singularísimos textos no dejan de ser, en realidad, unos fascinantes ejercicios de profundización en el conocimiento de sí mismo.
Edith Stein recorrió un sinuoso camino de búsqueda que la llevó del judaísmo al agnosticismo, a la filosofía, al catolicismo y que concluyó en el infierno de los campos de concentración nazis. Nacida en Polonia en 1891, fue la primera mujer en doctorarse en Filosofía en Alemania y perteneció al círculo íntimo de Edmund Husserl, padre de la Fenomenología. Temprana feminista, en 1921 su vida dio un vuelco místico y se convirtió al catolicismo para ingresar en la orden carmelita como Teresa Benedicta de la Cruz. Canceladas sus expectativas de emigración, fue detenida por la Gestapo en 1942 y deportada a Auschwitz, donde fue asesinada. En 1998 el papa Juan Pablo II la canoniza. La ambiciosa investigación de Irene Chikiar Bauer propone, bajo una luz inédita, un recorrido por los escritos autobiográficos de esta mujer personalísima, sus textos filosóficos y religiosos y su extensa correspondencia, y reconstruye tanto sus resbaladizos contextos de producción como las preocupaciones vitales y existenciales de Stein. Como resultado, en este libro enlaza su vida y obra con los tiempos brumosos en los que vivió y con las causas que abrazó con fervor y convicción. En ese gesto, traza líneas que necesariamente llegan al presente y aportan a la discusión contemporánea sobre lo identitario.
El último año de vida lúcida de Friedrich Nietzsche (1844-1900) es un año de intensa y fructífera actividad. En apenas ocho meses, de mayo a diciembre de 1888, compone siete obras memorables. Entre ellas, unas pocas semanas antes del definitivo colapso mental, redacta esta genial e impresionante autobiografía que es Ecce Homo, uno de los productos más extraordinarios dentro del género y, probablemente, el más singular de los escritos nietzscheanos. En esta espléndida pieza literaria, donde la autoalabanza y el juego irónico consigo mismo se conjugan de modo insuperable, Nietzsche nos descubre algunos de los rasgos más fascinantes de su carácter y de su vida, a la vez que relata con concisión y precisión admirables el germen, la atmósfera, el sentido de cada uno de sus libros. El tono de resonancias apocalípticas, deliberadamente provocador, con el que se anuncia aquí la inminencia de una crisis que aún sentimos cercana, constituye un reto más al lector, enfrentado al misterio de lo que la propia obra de Nietzsche representa ante el desafío del nihilismo.
Libro desconcertante y enigmático, escrito en circunstancias dramáticas (terminado en noviembre de 1888, su autor perdería dos meses después, por completo y para siempre, sus facultades mentales), Ecce homo constituye una recapitulación general de las ideas de Friedrich Nietzsche (1844-1900) y una guía de su itinerario intelectual. La presente edición se complementa con una introducción y abundantes notas a cargo de Andrés Sánchez Pascual, traductor asimismo de la obra.
Los discursos reunidos en este volumen, popularmente conocidos como Filípicas (un declarado homenaje a Demóstenes), quizá marcan el cénit de la elocuencia ciceroniana y de la lengua latina en general. Son además un valiosísimo testimonio histórico de un momento clave para entender el final de la República romana. Tras el asesinato de Julio César, Marco Tulio Cicerón preparó como senador estos discursos contra Marco Antonio entre septiembre de 44 a. C. y mediados del año siguiente, poco antes de ser él mismo asesinado. Concebidos como si fueran batallas políticas, estos textos son las mejores armas oratorias que pudo esgrimir Cicerón para defender un sistema de gobierno que se tambaleaba peligrosamente y por el que acabó muriendo.