Desde muy joven, Blondel recogía notas personales a modo de diario. Muchas de ellas se perdieron, siendo la primera que se conserva de 1881, cuando apenas contaba 19 años. Valor especial tienen los cuadernos que escribió desde el 24 de noviembre de 1883 hasta el 6 de noviembre de 1894, con 33 años recién cumplidos.
En estos cuadernos íntimos se levanta acta de una sociedad con la que el joven Blondel desea dialogar para superar malentendidos y buscar la verdad compartida. Pero sobre todo el lector va a conocer de primera mano una vida haciéndose, donde las circunstancias y los sentimientos personales, las creencias y las lecturas, las certezas filosóficas, los interrogantes y los hallazgos reflejan la complejidad de su personalidad y descubren las bases donde se asienta La acción (1893), obra que revolucionó el panorama de la filosofía francesa e influyó en la occidental a lo largo del siglo XX.
Nada tan prodigioso como asistir al nacimiento de un intento coherente de comprender el mundo, preguntarse por la propia existencia y relacionarse con Dios. Porque no otra cosa son estas páginas, donde la brillantez del intelectual se encarna en mil detalles que conforman una vida. De hecho, ninguna teoría que se precie puede desligarse de su creador sin quitarle, hasta vulgarizarla, ese hálito de vida que la hace única, palpitante y fecunda para las futuras generaciones de lectores.
¿Qué casa se está quemando? ¿El país donde vives, Europa o el mundo entero? Tal vez las casas, las ciudades, ya se han quemado, sin que sepamos desde hace cuánto tiempo, en una única, inmensa hoguera, que hemos fingido no ver. De algunas sólo quedan trozos de muros, una pared con frescos, restos del techo, nombres, muchísimos nombres, ya engullidos por el fuego. Con todo, los cubrimos tan cuidadosamente con enlucido blanco y palabras mendaces que parecen intactos.
Cuestiones de Teoría del Conocimiento, resultado de una iniciativa de la Sociedad Española de Filosofía Analítica para la publicación de manuales universitarios, es una puesta al día de los temas centrales de la teoría del conocimiento o epistemología. Sus diversos capítulos, escritos por investigadores en activo, presentan de manera clara y comprensible el "estado de la cuestión" en el tema de la justificación epistémica, las normas epistémicas, el escepticismo, el contenido de la percepción, la verdad relativa, el conocimiento a priori y la perspectiva evolucionista sobre el conocimiento. El libro incluye asímismo una presentación que pone en perspectiva los temas de los diversos capítulos, poniéndolos en relación unos con otros, así como un índice analítico para facilitar su utilización como obra de consulta.
En su conjunto, el pensamiento de Nietzsche tiene una vertebración que es necesario mostrar. Esto es lo que, ante todo, se propone este libro: hacer ver los vínculos que dan consistencia y justifican la capacidad de este pensamiento para iluminar nuestro presente. Nietzsche introduce un nuevo concepto de filosofía como estudio e interpretación de las prácticas culturizadoras características de nuestra tradición europea, de sus creaciones (ciencia, religión, arte, política, derecho, técnica, economía, etc.) y de los juicios de valor que las sustentan. A partir de la idea de que sin una moral el ser humano no habría podido superar el nivel de la animalidad, comprende la verdadera naturaleza de las prescripciones morales como condiciones de existencia y dispositivos para la configuración de un cierto estilo de vida propiamente «europeo». Sin embargo, la decadente evolución de esta forma de ser humano, por un lado, y el «nihilismo» en su contemporánea proyección global, por otro, reclaman nuevos valores con los que inaugurar otra época e impulsar un nuevo giro histórico.
El presente libro versa sobre uno de los aspectos más importantes de las prácticas artísticas recientes en el ámbito latinoamericano y en la Península Ibérica: la implicación cada vez mayor de creadores y promotores culturales junto a actores sociales en los procesos de producción simbólica con la mira puesta en la regeneración urbana y comunitaria de toda clase. El desarrollo de esos proyectos situados y la invención de estrate- gias para la colaboración que cuestionan la idea autoral tradicional nos parapetan contra los monocultivos de la mente a los que se refiere Vandana Shiva, quien compara la imposición del saber especializado occidental con la práctica de los monocultivos de plantas que desplazan y destruyen las variedades autóctonas aniquilando la diversidad local en muchas partes del planeta.
Hace no muchos años Rafael Gambra observaba cómo la filosofía, confinada a los círculos de especialistas, se había convertido en un saber imprescindible tanto para los expertos como para el público en general, debido a la inquietante presencia de técnicas destructivas y por la presión que ejercían las nuevas doctrinas políticas sobre la comunidad.
Hoy esa necesidad se ha agudizado intensamente a causa de las nuevas tecnologías de comunicación que llenan y desbordan nuestra capacidad intelectual hasta impedir cualquier respuesta racional ante la avalancha que paraliza nuestras mentes por inundación.
Pero la filosofía no es conocimiento de fácil acceso en sí mismo por albergar un conjunto inabarcable de sistemas heterogéneos. De ahí que nuestra época exija recurrir al pensamiento sensato que, partiendo de evidencias indudables, se atiene a la experiencia cotidiana anterior al alud de opiniones que las modas enaltecen transitoriamente.