En las cuatro breves piezas que componen este volumen, entramos en el universo más personal de Jordi Soler. A través de sus páginas, escritas desde la orilla celeste del agua, reflexiona sobre la música y el silencio; traza una cartografía del enamoramiento y sus vasos comunicantes; critica la era tecnológica y la pérdida progresiva de los espacios para la introspección y el pensamiento; reivindica el aquí y el ahora; defiende la mirada activa, el diálogo; evoca lecturas, discos, películas, poemas, piezas de la memoria: historias en el mar de historias. La orilla celeste del agua es, en fin, un valiente alegato contra un devastador modus vivendi anclado en exceso en las nuevas tecnologías y en la hipervelocidad del siglo XXI; una lúcida reivindicación de la realidad que está fuera de los mapas.
La amistad es algo tan bueno que nadie querría vivir una vida sin amigos, decían los clásicos. De esta afirmación ha nacido una larga tradición filosófica y literaria que ha exaltado el valor de la amistad y que continúa hoy a través de las series, el cine y las propuestas de autoayuda. El hilo conductor de esta tradición es que hay una amistad perfecta o verdadera, incluso pura, que no se confunde con los intercambios de la vida social ni con las dependencias de otros vínculos. El valor de la amistad se pone en el centro, porque si algo nos hace sufrir actualmente son nuestras vidas abocadas a la falsedad, al aislamiento y a la soledad no deseada. Este libro parte de una sospecha hacia este ideal ético de la amistad. ¿Qué se esconde tras este ideal de pureza? ¿Cómo se ha podido mantener estable a lo largo del tiempo y a quién se dirige? ¿A quién deja fuera? ¿Nos sirve para explicarnos el sentido, el dolor y los miedos que atraviesan nuestras relaciones de amistad? Estirar el hilo de estas preguntas nos descubre otra manera de entender qué papel juegan los amigos y las amigas en nuestras vidas. ¿Por qué están ahí? Podríamos vivir vidas perfectas perfectamente socializadas a través de la pareja, la familia, el trabajo o nuestras aficiones, y no tener nunca ningún amigo. De hecho, la amistad es la única relación social estable para la que no hemos inventado ninguna institución. No nos inscribimos ni nos registramos, tampoco firmamos ninguna ley ni ningún contrato para ser amigos. La amistad es una pasión extraña que abre la puerta al mundo de los extraños.
Defensora de los derechos de la mujer, de la causa obrera y, muy especialmente, de la necesidad de una reforma penitenciaria que acabara con el hacinamiento y la inseguridad jurídica en la que vivían los presos, Concepción Arenal (1820-1893) es la pensadora más original y lúcida del siglo xix español. A pesar de las limitaciones a las que tuvo que enfrentarse como mujer con una marcada vocación filosófica –en una época todavía muy misógina–, desarrolló un pensamiento que sigue siendo vigente en sus postulados fundamentales. El mayor problema que ofrece su obra, sin embargo, es la dispersión intelectual de sus reflexiones, diseminadas en artículos, ensayos y libros de muy variada naturaleza. Y esta es la razón principal que justifica y motiva la publicación de esta antología.
Elaborado por la prestigiosa profesora Anna Caballé, el volumen, además de ofrecer por primera vez una visión global de los escritos de Concepción Arenal, permite comprender su pasión por el bien, en el que tanto creyó como eje de un progreso social verdadero. La humanidad no va chocando de escollo en escollo, sino venciendo lentamente los obstáculos que se le presentan en su marcha hacia el bien. Este bien no es fácil, pero no es imposible tampoco. He aquí el secreto de su filosofía.
El anonimato es imprescindible en unas ocasiones, y deplorable en otras. Por eso el
debate sobre su amparo o proscripción no se puede resolver de un plumazo, sino que
requiere detenimiento en la exposición, sosiego en el análisis y comedimiento en el
juicio. Hay casos en los que debe protegerse como un derecho fundamental de la
persona, pero hay otros en los que se usa para atacar precisamente esos mismos
derechos.
¿Es posible regular el anonimato de modo que se proteja su función positiva y se
censure en todo aquello que suponga impunidad en un Estado democrático de
derecho? Partiendo de numerosos ejemplos amenos y reveladores, esta obra razona y
argumenta sobre los dilemas que el anonimato plantea, partiendo de la importancia del
nombre propio en la historia -especialmente en la cultura-, pasando por el relato de
quienes se vieron obligados a esconderlo; para llegar finalmente a los atentados
propiciados por su ocultación.
Hannah Arendt fue una pensadora fundamental para afrontar los grandes desafíos del siglo XXI. Arendt abordó todas las grandes cuestiones de su tiempo, incluidos los orígenes de la democracia, la crisis de la autoridad, los fundamentos de la educación y la estética o el problema del mal en la modernidad. Desde sus trabajos de juventud hasta los libros de madurez que la consagraron internacionalmente, toda su obra está sintetizada en esta antología imprescindible.
Llegamos al mundo como un papel pautado sobre el que poder plasmar una melodía: la nuestra. En ella intervendrán los demás, sobre todo al comienzo, pero llegará un momento en que también nosotros mismos le iremos añadiendo frases a la música, siempre problemática, de nuestra estructura vital. A veces la influencia ajena y los errores personales ahogarán nuestra identidad, impidiéndonos poseer una vida propia. La ración de dolor será muy superior a la ración de placer. De cómo hemos ido configurando nuestro ser va a depender esa excesiva dosis de sufrimiento. Muchos vivientes jamás conquistan una vida digna y razonablemente feliz. La vida es un arte muy difícil, pero ¿qué arte no lo es? Este libro, un viaje por los códigos fundamentales del ser humano, trata pues de cómo modificar nuestro destino y hacer que nuestra vida transite hacia las dimensiones más habitables de la existencia.