Una apasionante novela sobre la increíble vida del pianista de Hitler que ayudó a crear el monstruo del nazismo para luego tratar de destruirlo.
Medía dos metros de altura pero lo apodaban Putzi, hombrecito en bávaro. Marchante de arte en el Nueva York bohemio de 1910, amante en aquella época de Djuna Barnes y músico en su tiempo libre, Ernst Hanfstaengl se convirtió diez años después en el confidente y pianista de Hitler. Su increíble exilio al perder el favor de éste lo llevó hasta el presidente Roosevelt, quien durante la IIGM lo convertiría en su principal informante sobre el Führer.
Putzi. El confidente de Hitler rescata a uno de los personajes más desconocidos y fascinantes del S.XX: para algunos fue un traidor o un bufón sin consecuencia, para otros, uno de los artesanos del mal. Pero su trágica y burlesca historia, envuelta en misterio, es la de un héroe de novela. La novela de un siglo de esplendor y desastre, en la que el lector se cruzará con Goebbels, Göring y las hermanas Mitford, pero también con Thomas Mann, Charles Chaplin o John Reed.
Las tribus indígenas de Norteamérica se caracterizaron por vivir en armonía con su entorno, pero sus valores, costumbres y creencias chocaron con la ambición del «hombre blanco». La injusticia de su historia se ha transmitido a través de la palabra, como muestran los discursos que recogemos aquí.
En un itinerario que comienza a principios del siglo XIX, oímos a Casaca Roja rechazar la religión impuesta y al famoso jefe Seattle pronunciar el texto que fue para muchos el primer gran altavoz en defensa de la Naturaleza.
Escuchamos al jefe Joseph lamentar la pérdida de su gente y a la joven Ruth Muskrat reivindicar su cultura. Dado el momento actual, en el que se impone un cambio de paradigma, estos textos cargados de sabiduría se convierten en referentes necesarios para cambiar nuestra relación con el entorno.
Incluso el más ordinario de los objetos puede contar una historia espectacular.
Un cuchillo adornado con una esvástica y la cabeza de un águila. Cuando era niño, Joseph Pearson estaba aterrorizado por el arma que colgaba de un gancho en el sótano de su abuelo, un trofeo arrebatado al enemigo en la batalla.
Cuando más tarde heredó el cuchillo, descubrió una historia mucho más inquietante de lo que jamás podría haber imaginado. Para entonces Joseph Pearson –que vivía en Berlín, convertido en escritor e historiador cultural- se sintió atraído por otros objetos de la era nazi: un diario de bolsillo, un libro de recetas, un instrumento de cuerda y una bolsita de algodón. Cada uno perteneció a un veinteañero durante la segunda guerra mundial –un chico del campo, un joven melancólico, una cocinera, un músico herido en el frente y un superviviente– y se embarcó en un viaje para iluminar sus historias antes de que desaparecieran de la memoria viva.
Una historia de detectives y un relato apasionante de la búsqueda de respuestas de un historiador, El cuchillo de mi abuelo es a la vez una conmovedora meditación sobre la memoria y una aportación única a nuestra comprensión de la Alemania nazi. A través de una investigación rigurosa y una hermosa prosa, Joseph Pearson ilumina la historia a menudo oscura del siglo XX al dar vida a lo que esconden objetos cotidianos en manos de gente común.
¿Por qué, poco después de la Revolución Francesa, unos jóvenes pintores deciden usar togas griegas y más tarde se retiran a un monasterio ruinoso? ¿Qué hace que unos artistas prusianos casi adolescentes se dejen crecer el cabello, lleven largas túnicas e intenten vivir como monjes medievales? ¿O que otros jóvenes creadores en Inglaterra funden una llamada "Hermandad Prerrafaelita"? ¿Y que un grupo de amigas se unan como Hermanas en el Arte o "Sisters in Art"? ¿Por qué William Morris quiere convertirse en una suerte de artesano y termina siendo un pionero del socialismo? ¿Cómo se unen en un proyecto artístico colectivo la espiritualidad, la amistad, el género, el deseo sexual y las ideas políticas? ¿De qué modos puede el arte cambiar la vida de los que lo practican, más allá de constituir una ocupación? ¿Es ese el sentido de los colectivos de creadores? "Amigos, disfraces y comunas" quiere responder estas preguntas, mediante el estudio del primer tipo de colectivismo artístico moderno, que sienta las bases para los colectivos artísticos de los siglos XX y XXI: son las llamadas hermandades de artistas, grupos cuya práctica ambiciona unir el proyecto vital y el creativo, ensayando otras formas de entender los afectos y la identidad como algo compartido. Trazando la historia de "Méditateurs", Nazarenos, Prerrafaelitas y miembros del movimiento "Arts and Crafts", este libro estudia las prácticas colectivistas de dichos grupos entendiéndolas como una forma de autoescenificación que da vida a visiones estéticas y sociales. De este modo, contribuye a una genealogía anterior a los siglos XX y XXI de la "performance".
A través de la mirada de su hermana Carmen, el abogado Manuel Medina nos sumerge en el mundo rural de la España de la posguerra. La vida de Carmen no fue fácil, especialmente su infancia: huérfana de madre y con un padre que regresó de la guerra tras combatir en el bando de los perdedores, tuvo que enfrentarse al hambre y al duro trabajo. Un retrato de la vida en el campo andaluz a lo largo del siglo XX: la humildad de sus gentes, sus costumbres y sueños.
La vida de Carmen se entrelaza en este relato con la del propio autor: desde sus humildes orígenes, en su pueblo natal, donde fue feliz, y su lucha incansable por salir adelante, hasta dirigir uno de los bufetes más importantes de España y América Latina. Manuel Medina, un hombre hecho a sí mismo y obsesionado por no olvidar sus raíces, nos invita a revisitar, con grandes dosis de emotividad, las entrañables historias del pasado y las, en ocasiones, duras pero esperanzadas, realidades del presente, marcadas por la pandemia. Una reivindicación del peso de la memoria y de la emoción de todas esas pequeñas grandes historias que conforman nuestra Historia con mayúsculas.
Eugenio o proclamación de la primavera, novela plena de violencia e idealismo, constituye el canto a una juventud considerada heroica y llamada al sacrificio, tanto si esos jóvenes llevaban camisa azul u ondeaban rojas banderas. Para entenderlo con nuestra mentalidad actual, hay que conocer las circunstancias que engendraron el fenómeno y las lecturas que alimentaron a una generación autopredestinada a luchar sin cuartel en los campos de batalla de la piel de toro por considerar que las opciones intermedias, democráticas, habían cumplido indecorosamente su ciclo y debían dejar paso a soluciones extremas, buscando atajos que en la Historia suelen desembocar en precipicios.
Una obra que renace del olvido y se enriquece con unas ilustraciones oníricas que buscan aliviar sus más duros pasajes.