En abril de 1775, la revuelta de las trece colonias estadounidenses contra la metrópoli británica fue como un disparo que, en expresión de Ralph Waldo Emerson, se escuchó en el mundo entero: comenzaba entonces una guerra que en pocos años condujo a la independencia de Estados Unidos; a su vez, en 1789, Francia tomaba el testigo revolucionario y pronto terminó con el Antiguo Régimen y una monarquía milenaria. Los ideales ilustrados de progreso, libertad e igualdad abrían de este modo perspectivas inusitadas al género humano que solo quedaron detenidas en 1799 con el acceso de Napoleón al poder. Los avances técnicos y científicos ponían en entredicho tradiciones y viejas supersticiones; la razón reemplazaba los dogmas de la religión; los grandes viajeros traían noticias de lejanos escenarios y modos de vida exóticos; los filósofos ideaban nuevas formas de contrato social y músicos como Mozart creaban obras inmortales mientras se rebelaban contra las tutelas de los poderosos. Pero ¿qué pensaban y sentían en este acelerado periodo personajes como María Antonieta o Robespierre?, ¿qué bullía en la mente de autores como Goethe, Schiller o Mary Wollstonecraft?, ¿qué ideas tenía el presidente George Washington sobre la esclavitud?, ¿cómo se produjo el motín del Bounty en el Pacífico Sur y qué consecuencias tuvo? Esta obra extraordinaria refleja las andanzas y peripecias de innumerables personajes que protagonizaron este momento estelar de la humanidad: artistas, escritores, políticos, pensadores, aventureros, viajeros, visionarios y algunos farsantes, todos ellos contribuyeron a crear los fundamentos y valores de un mundo que es también el nuestro.
Los mapas son mucho más que meras representaciones topográficas de un territorio. Son definiciones de nuestra visión del mundo. Nuestro mundo. Porque vivimos en un complejísimo escenario de experiencias, creencias y culturas que conforman las distintas maneras de entender la realidad del ser humano. Cada cultura, cada pueblo, cada civilización se definen a sí mismos a través de su relación con el espacio que los rodea y con el que les queda más lejos. Y esa definición se cristaliza en los mapas. No solo en los mapas que estamos acostumbrados a ver, sino también en representaciones cartográficas mucho más amplias, profundas y complejas.
Esta no es una historia de la cartografía. Ni un libro sobre los mapas más importantes o espectaculares que se han elaborado. Ya se ha escrito mucho y bien al respecto. Lo que aquí encontrarás son evidencias de la importancia de los mapas en la idiosincrasia cultural y mental del ser humano. Tanto en el pasado como en el presente. Tendrás ocasión de comprobar el innegable peso que tienen en nuestra vida, pero también en el de culturas de todo el mundo, desde Australia hasta Colombia, pasando por el continente africano, Europa, Norteamérica y las islas del Pacífico.
Albert Camus, Raymond Aron y Léon Blum, tres intelectuales franceses muy distintos entre sí, tienen en común la valentía de haber defendido sus convicciones frente a la visión dogmática dominante de la izquierda. Tony Judt, uno de los más prestigiosos historiadores contemporáneos, se vale de estas figuras para arrojar luz sobre los grandes dilemas morales del pensamiento político.
El firme desafío de Blum al gobierno de Vichy, la participación de Camus en la Resistencia y en la guerra de Argelia, y la oposición de Aron a la superficial aceptación por muchos intelectuales de la utópica promesa del comunismo son algunos de los ejes de este libro, cuyas ideas tienen una poderosa resonancia en el pasado y el presente de España. La crítica a políticos e intelectuales por su falta de integridad e independencia, por su servil complacencia ideológica y por falta de valentía moral y responsabilidad pública son aspectos tan vigentes a lo largo de todo siglo XX como hoy.
A lo largo de los siglos IV a I a. C., los antiguos griegos desarrollaron un creciente interés por algunos de los pueblos con los que estaban en contacto. A pesar de valorar enormemente su propia cultura, la civilización helena se abrió a apreciar y aprovechar los conocimientos de los que ellos concebían como bárbaros. En este ensayo clásico sobre los intercambios culturales, Arnaldo Momigliano investiga la circulación internacional de ideas que se dieron sobre todo entre Grecia y los romanos, celtas, judíos e iranios, cómo se estableció una relación especial entre ellos y cómo todo ello tuvo consecuencias para que su influencia y dominio intelectual se prolongara en el tiempo.
«Crematorio frío es una obra literaria esencial y un testimonio histórico de insuperable importancia. Debería ser de lectura obligatoria».
Jonathan Safran Foer
Una joya extraviada de la literatura húngara sobre el Holocausto que ha permanecido inédita durante décadas. Un testimonio inigualable de Auschwitz.
József Debreczeni, un prolífico periodista y poeta en lengua húngara, llegó a Auschwitz en 1944 con treinta y nueve años; si hubiera sido seleccionado para ir «a la izquierda», su esperanza de vida habría sido de cuarenta y cinco minutos. «Afortunado», fue enviado «a la derecha», lo que supuso doce aterradores meses de esclavitud en una serie de campos de concentración, culminando en el Crematorio Frío —el supuesto campo-hospital de Dörnhau, donde los prisioneros demasiado débiles esperaban su ejecución.
Tito Livio es el único de los grandes historiadores de Roma que se mantuvo alejado de la vida pública. Eso le permitió dedicarse varias décadas a escribir su gran obra Historia de Roma (Ab urbe condita). Este monumental proyecto constaba de ciento cuarenta y dos libros, de los cuales solo se conservan treinta y cinco. La parte que ha llegado hasta nosotros refleja los mejores momentos de la Roma heroica con una prosa de innegable encanto en la que se exaltan las virtudes republicanas y el amor por la libertad.
El segundo volumen de Historia de Roma recoge los libros IV-VII, que abarcan los años 445-342 a. C. Es un periodo de constante evolución que bascula, por un lado, entre las luchas contra otros pueblos (ecuos, volscos, galos, etruscos, samnitas) por abarcar más territorio o recuperarlo, y, por otro, los progresos políticos y sociales que se van afianzando en el seno de la sociedad romana.