Más allá de su función comunicativa, el lenguaje ha sido, a lo largo de las épocas, una marca social: un colectivo se ha distinguido del resto, entre otras cosas, por su forma de hablar. Así, la lengua ha contribuido a la diferenciación de clases, la autoafirmación de las élites y la construcción de identidades nacionales.
Desde la temprana Edad Media hasta la Edad Moderna, Peter Burke muestra en este libro las funciones sociales y políticas que el lenguaje ha cumplido en distintos ámbitos culturales representativos. Quién habla, cuándo, cómo y a quién se dirige el hablante son, nos dice Burke, circunstancias en sí significativas que nos dan tanta o más información sobre el contexto histórico de quienes hablan como el contenido de los enunciados que estos pronuncian. Asimismo, el silencio tiene un valor comunicativo propio, cambiante según las épocas, la posición social y los intereses que se persiguen.
Desde la popularización o el rechazo del latín, en tanto medio del discurso del poder, hasta la publicación entre los siglos XVII y XIX de manuales que enseñaban «el arte de la conversación», Peter Burke nos propone, en este lúcido ensayo, una verdadera historia del habla y del silencio.
Berlín, 1945. El Oficial de Control de Narcóticos Arthur J. Giuliani llega del sector estadounidense de la ciudad con la tarea de restablecer el orden en las calles de la antigua capital del Reich. Por todas partes son aún visibles las heridas abiertas por las bombas británicas, americanas y rusas, y en este paisaje desolador cada vez más gente recurre al uso de sustancias psicoactivas. Si hasta hace poco habían sido los estimulantes y los sedantes los que habían enfrentado a la sociedad con el problema de su regulación, en 1943 apareció en escena un nuevo tipo de droga, los alucinógenos, cuando el joven químico Albert Hofmann descubrió accidentalmente el LSD en los laboratorios de Sandoz en Basilea.
Cinco años más tarde, el Dr. Henry Beecher, profesor de Harvard, empezó a trabajar con el gobierno estadounidense para investigar el uso que los nazis hacían primero de la mescalina y luego del LSD como "suero de la verdad". Esta investigación allanó el camino a la mayor operación de inteligencia estadounidense para estudiar técnicas de control mental: MKULTRA, el infame programa de experimentos llevado a cabo por la CIA en los años 50 y 60, que utilizó LSD y métodos de tortura y manipulación mental para extraer confesiones. MKULTRA, que se creó con el objetivo de aniquilar a los enemigos comunistas de Estados Unidos y luego para imponer la manipulación masiva de la conciencia a toda una generación de estadounidenses, acabaría configurando la política antidroga estadounidense durante más de medio siglo.
En Un duelo interminable, José Enrique Ruiz-Domènec describe con magistral precisión y exhaustividad el combate de ideas y la pugna entre corrientes historiográficas que viene produciéndose durante el último siglo y medio, y lo hace respondiendo a la obligación moral e intelectual de rasgar el velo tras el que persisten algunas de las lacras más dañinas de nuestro mundo: la injusticia social, el colonialismo, el antisemitismo y la visión sesgada de la realidad. ¿Qué separa al espíritu crítico de la mentira? El primero es una necesidad social de entender el curso de los acontecimientos. La segunda, un síntoma de la flaqueza humana ante las muecas del poder. La batalla cultural surgida entre ambos es inseparable de una penetrante atención a las peculiaridades de la sociedad de nuestro tiempo, así como de una elección de las maneras de hacer historia en medio de la discordia creada entre el capitalismo y el socialismo.
El reto consiste en evitar los errores cometidos en el pasado. Tras analizar en su contexto intelectual, social y económico las propuestas más relevantes de las escuelas de historia, el prestigioso historiador granadino ha comprendido que las maneras que adoptan sus distinguidos miembros responden fundamentalmente a la precisión y elegancia del estilo, tanto en el fondo como en la forma. El arte de exponer la complejidad de un suceso o de una época supone, en efecto, un fino discernimiento de las diferencias que separan puntos de vista enfrentados. Conviene conocerlo y respetarlo para no caer en el dogmatismo de quien se cree dueño de una verdad inamovible.
Bienvenido al lado tenebroso de la historia romana. Aquí le espera un mundo a veces estridente y a veces amenazador, pero siempre inquietantemente familiar. Es un mundo de consumo de drogas, pérfidos asesinatos, oscuros cultos, misteriosos asuntos de Estado, corrupción, brutales peleas entre bandas y extrañas obsesiones. Aquí no encontrarás senadores y matronas morales, sino políticos sin escrúpulos, prostitutas expertas en todas las artes, agentes secretos con nervios de acero, ingeniosos diseñadores de armas y envenenadores a sangre fría. Bienvenido a la Roma oscura.
¿Era drogadicto Marco Aurelio? Se dice que el emperador-filósofo consumía opio. ¿Construyó realmente Arquímedes, el ingenioso maestro constructor de Siracusa, una superarma? ¿Y llegó a reunirse una logia secreta en la basílica subterránea que los arqueólogos han descubierto en los bajos fondos de Roma? ¿Cómo podía uno mandar al otro barrio a los rivales?, ¿con veneno?, ¿con magia? Estos y otros muchos misterios aguardan a los lectores de Roma oscura, una fascinante historia del salvaje mundo romano.
Desde el Gran Juego entre los imperios ruso y británico hasta nuestros días
Afganistán es un país envuelto en una maraña de estereotipos y prejuicios que lo hacen único entre el resto de naciones. Este libro explora el complejo proceso de formación del Estado a finales del siglo XIX, utilizando tango fuentes de locales como inglesas, con una profunda mirada a las narraciones históricas y expediciones científicas de la época.
Desde los escritos de historiadores afganos Faiz Katib y Mohamed Shah hasta las vastas recopilaciones de James Mill o las memorias de expediciones como la de Monstuart Elphinstone, estas páginas ofrecen una visión integral del desarrollo político y militar del país. Las biografías de figuras clave como el emir Abdur Rahman Khan, así como las memorias de militares y mujeres como Lady Sale, proporcionan una comprensión detallada de los eventos que moldearon la nación.
La obra también destaca la influencia del poder británico y ruso en la configuración de Afganistán como «estado tapón», y cómo el emir Abdur Rahman Khan consolidó su poder mediante un régimen de represión y terror, apoyado en una red de espionaje y tortura, con la ayuda de modernas fábricas de armas británicas y dependiente de la financiación británica debido a su incapacidad para generar ingresos internos.
Finalmente, se analizan los intentos fallidos de modernización de Afganistán bajo distintos regímenes, todos impulsados desde el exterior, y cómo los elementos estructurales y la influencia de la religión islámica siguen presentes en la sociedad afgana actual. Es una lectura esencial para comprender las raíces y los desafíos actuales de un país cuya historia es tan compleja como su geografía
Un viaje por el mundo de la piratería en la literatura y la ilustración
En la imaginación de jóvenes y mayores, la palabra "pirata" se asocia a historias escalofriantes y aventuras de capa y espada. A lo largo de siglos, una gran cantidad de personajes famosos, reales y ficticios, inmortalizados en la literatura y el arte, ha habitado nuestro paisaje cultural. Es el caso de Edward Teach, también conocido como Barbanegra y temido por su crueldad; Henry Morgan, cuyo tesoro todavía se busca hoy; y, por supuesto, Long John Silver, el antihéroe arquetípico de La isla del tesoro de Robert Louis Stevenson (1885).