Una relectura de la intimidad en la Edad Media a través del arte románico.
Vulvas, partos, penes erectos y parejas en pleno coito pueblan las iglesias románicas de nuestra geografía repartidos por portadas, capiteles y canecillos. Estas imágenes sexuales, algunas de ellas muy explícitas, han generado estupor, sorpresa e incluso rechazo en nuestra contemporaneidad, dando lugar a todo tipo de explicaciones sobre sus intenciones y significado. Sin embargo, su proliferación y espontaneidad indican que, lejos de tratarse de una representación del pecado, como a menudo se han interpretado, mostraban una sexualidad mucho más abierta y acorde con la mentalidad de quienes promovieron la construcción de estos templos.
El libro demuestra cómo, entre los siglos XI y XIII, tuvo lugar una intensa lucha por el poder político en la que el sexo (o su ausencia) se convirtió en uno de los principales argumentos legitimadores de las élites sociales. Una batalla ideológica que dejó su huella en las imágenes sexuales románicas que desafían nuestra lógica actual.
La encarnada rivalidad entre dos de los mayores imperios del mundo antiguo el persa y el romano marcó el auge y el derrumbe de ambas potencias.
El Imperio romano dio forma al mundo occidental en una extensión que iba desde el norte de Britania hasta el Sáhara y desde la costa atlántica hasta el Éufrates. Sus legiones y sus leyes llevaron la paz y la prosperidad hasta los confines del mundo. Unos límites representados por una poderosa civilización que les hizo frente desde Oriente, donde los Imperios parto y persa dominaban las grandes rutas comerciales.
Por allí había pasado Alejandro Magno, creador de un sueño de gloria y conquista que seduciría por igual a griegos y romanos. Y allí cayeron los César, Marco Antonio y una larga sucesión de emperadores intentando emular la aventura del gran conquistador. Fue en Persia donde el Imperio romano ralentizó su expansión hasta llegar a detenerse.
El águila y el león se sumerge a través de la poderosa prosa de Adrian Goldsworthy, uno de los historiadores más prestigiosos del periodo, en el choque de estas entidades todopoderosas que cruzaron sus destinos en un rompecabezas que nadie supo resolver. Enemigos íntimos que se hicieron más fuertes y también más débiles al calor de una refriega que duró siete siglos.
De Cristóbal Colón se conservan relativamente pocos documentos autógrafos, e incluso se duda de la autenticidad de algunos de estos, por lo que buena parte de los escritos colombinos, entre ellos los de mayor enjundia, han llegado hasta nosotros gracias a copias que debemos, en una mayoría abrumadora, a la pluma de otra figura señera: fray Bartolomé de las Casas. En esta nueva edición definitiva de uno de los conjuntos de documentos más importantes de la historia occidental, Consuelo Varela y Juan Gil introducen y fijan el corpus colombino desde las Apostillas y el Diario del primer viaje a América hasta su testamento, reuniendo un total de ciento una piezas, acompañadas de un glosario y dos índices de nombres propios y topónimos. La recopilación incluye autógrafos, impresos en vida de Colón, copias de Bartolomé de las Casas, copias notariales y apógrafos de investigadores que tuvieron ante sí originales hoy perdidos. La ordenación cronológica de los textos no impide, sin embargo, destacar las tres relaciones que se han conservado de los cuatro viajes del Almirante. Por razones de utilidad se incluyen también documentos dudosos (como la carta de Rodrigo de Escobedo y una ordenanza de Colón) o muy dudosos (como el Memorial de la Mejorada).
Bienvenido al lado tenebroso de la historia romana. Aquí le espera un mundo a veces estridente y a veces amenazador, pero siempre inquietantemente familiar. Es un mundo de consumo de drogas, pérfidos asesinatos, oscuros cultos, misteriosos asuntos de Estado, corrupción, brutales peleas entre bandas y extrañas obsesiones. Aquí no encontrarás senadores y matronas morales, sino políticos sin escrúpulos, prostitutas expertas en todas las artes, agentes secretos con nervios de acero, ingeniosos diseñadores de armas y envenenadores a sangre fría. Bienvenido a la Roma oscura.
¿Era drogadicto Marco Aurelio? Se dice que el emperador-filósofo consumía opio. ¿Construyó realmente Arquímedes, el ingenioso maestro constructor de Siracusa, una superarma? ¿Y llegó a reunirse una logia secreta en la basílica subterránea que los arqueólogos han descubierto en los bajos fondos de Roma? ¿Cómo podía uno mandar al otro barrio a los rivales?, ¿con veneno?, ¿con magia? Estos y otros muchos misterios aguardan a los lectores de Roma oscura, una fascinante historia del salvaje mundo romano.
Al escribir sobre el poder y la Iglesia hay que pensar no sólo en el que ejerce esta en la sociedad, cada vez más menguante, sino en las fuerzas de poder dentro de la propia Iglesia, teniendo en cuenta que va más allá del poder institucional. Este libro aborda las dinámicas de poder de la historia reciente de la Iglesia en España y en qué medida han influido en la marcha de su historia y de la sociedad, especialmente desde la Transición hasta nuestros días. En esta narración hay un protagonista destacado: las interesantes y desconocidas 'redes de amistad' o 'cordadas episcopales'.
Serrano Oceja nos descubre los diversos centros de los que han emanado la toma de decisiones y qué consecuencias ha generado para la Iglesia y el conjunto de la sociedad española.
Transcurridos más de cincuenta años de la clausura del Concilio Vaticano II, es hora de realizar una interpretación serena, alejada de las batallas políticas o religiosas, de ese acontecimiento determinante para la vida de la Iglesia y para su presencia en la sociedad, poniendo sobre la mesa cuáles han sido los protagonistas principales, las tendencias que se enfrentaron dentro de la Iglesia así como las incógnitas sin resolver.
A Gilles de Rais, barón, terrateniente y mariscal de Francia, pocas figuras le hacían sombra en cuanto a poder feudal, prestigio y posesiones. Heredero de un gran patrimonio, se cuenta que su fortuna superaba a la del mismísimo rey. Alcanzó la gloria militar en el contexto de la Guerra de los Cien Años como compañero de armas, protector y admirador de Juana de Arco, santa y heroína de Francia. Pero en lo que verdaderamente no tuvo rival en su época fue como criminal demente y aterrador, violador y homicida. A él se le considera el primer asesino múltiple de la historia. Su momento mayor excitación sexual se producía cuando veía a los niños morir, ya fuesen estrangulados hasta la asfixia o degollados y chorreando sangre.
La falta de límites propia de la nobleza feudal explica en parte por qué Gilles de Rais se convirtió en el monstruo desalmado que fue. Pero tan interesante como analizar su contexto histórico, lo es profundizar en las casuísticas personales que forjaron su comportamiento destructivo y delirante.