Muy poca gente en España podría haber escrito este libro, que en realidad son cuatro libros. Cuarenta años de Historia a través de los gobiernos socialistas, analizados con el rigor y la neutralidad de quien ha contemplado desde la primera fila, y luego analizado, las grandes decisiones que tomaban los presidentes del Gobierno, la Jefatura del Estado, las instituciones…
La foto del Palace recorre implacablemente, contando anécdotas y hechos desconocidos hasta ahora, el «felipismo», el «zapaterismo» y el «sanchismo» (que el autor no considera términos peyorativos), e incorpora muchas vivencias personales que enriquecen el relato histórico, advirtiendo de que el periodista nunca debe ser protagonista, pero jamás debe renunciar a ser testigo. Y siempre debe ser crítico.
Una lóbrega tarde de noviembre de 1862, un rústico féretro recibía sepultura en medio de un escalofriante silencio, sin lamentos ni panegíricos por orden expresa del comisionado británico: «No debe quedar rastro que distinga el lugar donde descansen los restos del último mogol». El cadáver que ocupaba el ataúd era el de Bahadur Shah Zafar II, uno de los monarcas más tolerantes y gentiles de una extraordinaria dinastía que se vio al frente de un violento alzamiento, el motín de la India, condenado de antemano al fracaso. El sangriento sitio de Delhi, el Stalingrado del Raj, será su fin, el ocaso de su dinastía y el fin de una cultura incomparable.
Bahadur Shah Zafar II, el último emperador mogol por cuyas venas corría la sangre de Tamerlán y Gengis Khan, fue un místico, un gran poeta y un hábil calígrafo que, aunque privado del poder político real por la Compañía de las Indias Orientales, se rodeó de una brillante corte y presidió uno de los grandes renacimientos culturales de la historia de la India. En 1857, fue la bendición de Zafar a la rebelión de los cipayos de la Compañía la que transformó lo que en principio parecía un simple motín en el levantamiento más grande que el Imperio británico tuviese jamás que sofocar. El libro El último mogol. El ocaso de los emperadores de la India es un retrato de la deslumbrante Delhi que Zafar personificaba, la historia de los últimos días de la gran capital mogola y de su destrucción final en la catástrofe de 1857.
En 1765, la Compañía de las Indias Orientales derrocó al joven emperador mogol y puso en su lugar un gobierno controlado por mercaderes ingleses que extorsionaba impuestos merced a su ejército privado. Fue este el momento que señaló la transformación de la Compañía de las Indias Orientales en algo muy distinto a una empresa: una corporación internacional pasó a ser un agresivo poder colonial. Durante el siguiente medio siglo, la Compañía continuó extendiendo su poder hasta que prácticamente toda la India al sur de Delhi era controlada desde un despacho londinense. Un periodo de caos, corrupción y violencia denominado por sus contemporáneos como la Anarquía. William Dalrymple, autor del aclamado El retorno de un rey, cuenta en el libro La anarquía. La Compañía de las Indias orientales y el expolio de la India cómo el Imperio mogol, que había dominado el comercio y la manufactura mundiales, y que poseía recursos casi ilimitados, se derrumbó y fue reemplazado por una corporación multinacional enclavada a miles de kilómetros al otro lado del mundo. Una corporación que respondía a unos accionistas que jamás habían estado en la India y que no tenían la menor idea del país cuya riqueza les reportaba jugosos dividendos –no es coincidencia que, como indica en las primeras líneas del texto, una de las primeras palabras del hindi incorporadas al inglés fuera loot, «saqueo»–. A partir de fuentes inéditas, Dalrymple narra la historia de la Compañía de las Indias Orientales como nunca se ha hecho: una historia sobre los devastadores resultados que puede tener el abuso de poder por parte de una gran corporación, y que resuena amenazadoramente familiar en nuestro siglo XXI de todopoderosas empresas transnacionales.
Soldado rojo. Las cosas que llevaban en el macuto los hombres que lucharon la Guerra Civil es una recopilación de textos patrióticos, revolucionarios, motivadores y ejemplarizantes que los dos ejércitos españoles de la Guerra Civil proporcionaban a los combatientes para enardecer su moral. Desde devocionarios católicos a cartillas antifascistas, desde credos militares a decálogos de milicianos, desde himnos marciales a las canciones más populares, todo está recogido en estas obras, que rescatan, ordenan y presentan al lector actual los textos que leyeron los soldados de 1936. Una pequeña joya que nos permite acceder sin intermediarios a la prosa propagandística de nuestra guerra civil.
Un viaje apasionante a través de la historia para descifrar los enigmas petrificados que atesora la ciudad del Vesubio.
¿Sabías que se han encontrado extravagantes grafitis con un oculto mensaje?, ¿o que los muros de una domus conservan un enigma religioso que revolucionó el mundo científico? ¿Y que el Vesubio no erupcionó un 24 de agosto?
Situada más cerca del Vesubio, las cenizas golpearon con mayor fuerza sobre Herculano que quedó sepultada por completo. Por ello, frescos, mosaicos, casas, termas y tabernas están conservadas de forma impecable, mejor aún que en Pompeya, para dejar constancia del lujo que envolvía la ciudad antes de la erupción del volcán.
En estas páginas descubriremos la vida social de sus ciudadanos llegando a ver las facetas más personales y sentimentales, desde sus pertenencias y gustos hasta sus propios cuerpos. Observaremos las grandes estructuras que se han conservado milagrosamente debido al flujo piroclástico del volcán Vesubio expulsado en el año 79 de nuestra era y conoceremos a figuras importantes que han aportado al estudio de la historia romana.
«Aquel que franquea el portal donde se alza Arbeit macht frei entra en un mundo radicalmente distinto, lejos de los dioses, lejos de los hombres... El pánico en estado puro, sin voz, sin palabras.»
Todo se vino abajo en otoño de 1942 para Hélène Waysbord cuando, con apenas seis años de edad, sus padres fueron deportados y ella fue escondida en una zona rural francesa. Teóricamente a salvo, pero con la identidad perdida.
En una sucesión de cortos capítulos deambulando entre el presente, el pasado y la mitología, la autora nos cuenta cómo la figura de Aquiles le ha dado sentido a su vida personal, pero también a su vida de mujer comprometida con nuestra historia contemporánea. Una emotiva reflexión sobre cómo los mitos ayudan a tender puentes allí donde la vida rompe las certezas, y cómo al contemplar a los héroes antiguos con las mismas debilidades e inquietudes que las nuestras se nos confirma que toda vida es, en el fondo, un retoque mitológico.