Durante mucho tiempo, el Imperio otomano ha sido visto como la antítesis de Occidente, islámico y asiático uno, cristiano y europeo el otro. Una visión que arranca desde la caída de Constantinopla en 1452, se prolonga en Lepanto y sigue impregnando hoy las relaciones con Turquía. La realidad, sin embargo, fue bien distinta: el dominio multiétnico, multilingüe y plurireligioso de los otomanos llegaba hasta el corazón de Europa, y, de hecho, los gobernantes otomanos se veían a sí mismos como los nuevos césares romanos. El aclamado historiador Marc David Baer, catedrático de Historia Internacional, relata en este vibrante libro el extraordinario ascenso de los otomanos, que pasaron de ser un principado fronterizo en la convulsa Anatolia medieval a un imperio mundial, y relata con viveza la historia completa de la dinastía. Baer supera la mera narración factual y los viejos y estancos esquemas nacionales y religiosos, en un esfuerzo por incorporar la historia cultural y la fluidez y permeabilidad de categorías como la confesionalidad o la etnicidad dentro de una dinámica imperial que buscaba integrar a una gran pluralidad de súbditos. Sin embargo, en el siglo XIX se optó por un exclusivismo que condujo a la limpieza étnica, el genocidio y, a la postre, a la desaparición de la dinastía tras la Primera Guerra Mundial. Otomanos nos transporta a un imperio que vivió a caballo entre Oriente y Occidente, lo integra en la historia de Europa y rastrea sus deudas con su herencia turca, bizantina e islámica: kanes, césares y califas.
Considerados héroes por algunos, poco menos que bandoleros por otros, la historia de la guerrilla española de 1808-1814 se ha contado muchas veces y de muchas maneras. El propósito de este libro no es relatar una historia de héroes –aunque algunos lo fueron y pagaron su heroísmo con la vida–, ni repetir los lugares comunes sobre las partidas –el pueblo en armas–, aunque tampoco insistir en la visión pesimista de la guerrilla. Este libro analiza la guerrilla como un sujeto histórico con una identidad propia, que la distingue de otras insurgencias que la precedieron, y de las que han ocurrido después, y responde a la pregunta de qué habría ocurrido si las partidas no hubieran existido, si los hombres y mujeres que las formaron no hubieran tomado la decisión de combatir: ¿habría continuado España siendo un reino independiente? ¿O se habría terminado por convertir en un Estado vasallo de Francia, sujeto a la voluntad de Napoleón? Dicho de otra manera, ¿qué fue la guerrilla española y cuál fue su papel en la historia de las Guerras Napoleónicas?
Willliam Shirer ejerció como corresponsal en Berlín para la CBS desde 1934 hasta 1941. Sus apasionadas crónicas, pioneras en ese género, pronto llamaron la atención de los censores nazis, que escrutaban con atención su trabajo. El avance de la guerra propició el crecimiento de la propaganda y dificultó enormemente el trabajo de corresponsales como Shirer, quien decidió escribir un diario en paralelo donde dejar testimonio de todo aquello que no podía decir en sus célebres alocuciones. Su Diario de Berlín quedó interrumpido abruptamente en 1941 a causa de su expulsión del país y su regreso a Estados Unidos. Shirer tuvo que abandonar Alemania en mitad de la guerra, cuando media Europa estaba en llamas y la mayoría de su población judía en los campos de exterminio.
Regreso a Berlín es la esperada continuación de su diario berlinés y su personal ajuste de cuentas con el Reich de los mil años que vio su fin mucho antes de lo previsto. Iniciado en Estados Unidos durante 1944, nos informa de la creación de un nuevo organismo: la Organización de las Naciones Unidas, y anticipa la importancia que tendría en la gestión del marco geopolítico que surgirá después de la guerra. En 1945 vuelve a Europa por fin, al París recién liberado, y regresa a Berlín, ciudad devastada por los últimos meses del conflicto. Desde allí viaja a Nuremberg para cubrir los juicios contra los jerarcas nazis y ofrece una vez más su brillante interpretación histórica de los acontecimientos que vive, a la par que deja traslucir cierta actitud pesimista frente al mundo surgido de las cenizas de la guerra.
Diario de Berlín es un clásico, la mejor crónica de la Europa de entreguerras, un libro que sigue siendo de lectura obligada para conocer el período más oscuro y fascinante del siglo XX.
Publicado por vez primera en 1941, la clarividencia, la pasión y la tensión de Diario de Berlín encontraron un público ávido de información y lo convirtieron de inmediato en un texto de referencia sobre el torrente de acontecimientos que se sucedían en Europa.
La férrea censura de los nazis obligó a Shirer, corresponsal en Berlín de la CBS, a reservar lo mejor de su lucidez e inteligencia para su diario personal. Sus extraordinarias anotaciones constituyen la crónica periodística que no pudo transmitir. Iluminado por un profundo conocimiento de la vida alemana y europea de la época y la comprensión de las corrientes más profundas de la política internacional, en sus páginas presenciamos el arrogante avance del Tercer Reich y la imparable marcha de Europa hacia la guerra.
Diario de Berlín demuestra que el periodismo a veces no solo es el primer borrador de la historia, sino su mejor versión.
Con la destrucción de Cartago, Roma se quedó sin un enemigo a su altura y con el Mediterráneo convertido en una suerte de lago privado. Solo una potencia podía interponerse en su destino: la propia Roma. Los años finales de la República estuvieron marcados por las conspiraciones, las guerras civiles y la transgresión de todos los límites legales. La sangre a borbotones de las legiones y de los políticos romanos marcaron los años finales de un sistema político que colapsó antes de evolucionar hacia un imperio que dominaría medio planeta.
La historia total de la ciudad griega que puso de rodillas a sus enemigos en los campos de batalla y se ganó la fama de amar la virtud por encima de todo lo demás.
Esparta es la guerra y la virtud, pero también un gran misterio histórico que la propaganda de sus enemigos y el mito creado por sus admiradores han terminado de emborronar.
El catedrático César Fornis reconstruye con una infinidad de fuentes y valiéndose de la arqueología la épica aventura de una potencia militar envuelta en una guerra casi continuada desde su nacimiento como entidad política independiente en el siglo VIII a.C. hasta su pervivencia como una especie de parque temático de las glorias pasadas en época romana.
Las páginas de esta monumental obra exponen sus numerosas guerras, su particular monarquía de dos cabezas, sus cultos religiosos y una educación extrema que curtía el cuerpo y la mente de sus ciudadanos soldados.