Un estudio sobre la memoria de la guerra civil a través de los monumentos a los caídos.
El franquismo nunca quiso olvidar la guerra civil y, desde el inicio de la dictadura, ese recuerdo se concretó en miles de monumentos erigidos en pueblos y ciudades de todo el país. Bajo el control de las autoridades, el mito de los «caídos por Dios y por España» fijó la dicotomía entre los buenos y los malos españoles, sometió y unificó la memoria a unos fines políticos partidistas y nacionalizadores, enalteció y legitimó al dictador, determinó el espacio público e incluso los materiales a utilizar, y estableció en el mausoleo del Cuelgamuros su ideal estético, político e ideológico. A través de una ingente y diversa documentación, el historiador Miguel Ángel del Arco Blanco reconstruye tanto la historia concreta de aquellos monumentos diseminados por toda la geografía, como su papel en la propagandística y manipuladora memoria franquista sobre la guerra civil, cuyos vestigios –físicos e ideológicos— han condicionado el relato, el recuerdo y el paisaje de la historia contemporánea de España.
La historia de dos alpinistas que trabajaban para la gloria del régimen soviético y fueron víctimas de las purgas stalinistas.
Esta es la historia nunca antes contada de los hermanos Abalákov, dos alpinistas que trabajaban para la gloria del régimen soviético y que fueron víctimas de las purgas stalinistas.
Vitali y Yevgueni eran dos huérfanos siberianos que disfrutaban de la escalada antes de hacerse alpinistas expertos. Realizaron muchas expediciones entre el Cáucaso y Asia Central que culminaron en los años 30 con sus subidas a los impresionantes picos de Stalin y Lenin. En una cultura en la que el alpinismo estaba dictado por la ideología de un nuevo mundo, a través de la conquista de nuevos territorios y la guerra, Vitali Abalákov todavía fue víctima del Gran Terror y las purgas de 1938. Finalmente fue liberado. A pesar de haber perdido varios dedos en una tormenta de nieve a gran altitud, volvió al alpinismo y consiguió otra vez, dirigiéndose Spartak, retornar al más alto nivel. Su hermano Yevgueni murió en 1948 cuando se disponía a subir al Everest.
El testimonio del último testigo del Proyecto Manhattan, el plan secreto que inauguró la era atómica y la Guerra Fría.
En 1943 Roy J. Glauber tenía 18 años. Estudiaba simultáneamente la carrera de Física y cursos de doctorado en Harvard. Un día, un emisario del gobierno pidió entrevistarlo. Poco después, siguiendo escuetas instrucciones, Roy envió sus pertenencias a una misteriosa dirección postal y tomó un tren sin saber a dónde. Así llegó a Los Álamos, un laboratorio aislado y secreto en el que las mentes más brillantes de la época trabajaban en el Proyecto Manhattan. De la noche a la mañana, el joven Roy se codeaba con los principales referentes científicos para crear un arma que cambiaría el panorama bélico y político del siglo xx.
La fama es inalcanzable para la mayoría de los humanos, y ese muchacho de entonces desconocía que después la tendría por partida doble. En 2005 obtuvo el premio Nobel de Física por sus trabajos sobre la coherencia cuántica de la luz. Pero, además, Roy fue testigo de los hechos, conoció y sobrevivió a prácticamente todos los científicos vinculados a la creación y lanzamiento de las bombas atómicas; vivió de cerca el antes, el durante y el después de ellas. Desde el punto de vista histórico, Roy ocupó un puesto privilegiado: nadie más lo detentará. Por eso, si la vida le pone a uno en contacto con un hombre tan excepcional como él, y en circunstancias tan especiales como las aquí relatadas, tiene la obligación de contarlo.
Este libro narra el inicio de la era atómica a través de un verdadero protagonista; uno independiente, comprometido con la verdad. Los hechos rememorados por Roy permanecerán en la historia quizá por milenios. «Yo solo fui un observador… aunque uno muy bueno», nos dijo. Aquí queda su voz. La última voz.
Sepik, un joven neandertal, sale de su cueva en busca de un nuevo lugar rico en recursos que garantice la continuidad de su grupo. Su aventura, escrita en primera persona en forma de cuaderno de viaje y enriquecida con ilustraciones y comentarios explicativos del autor, nos ofrecerá todo tipo de datos y curiosidades sobre cómo vivieron nuestros antepasados durante el Paleolítico a través de un recorrido por algunas de las cuevas más relevantes que han sido descubiertas hasta ahora.
Ignacio Martín Lerma, arqueólogo y especialista en el Paleolítico, nos propone retroceder miles de años en el tiempo hasta llegar a una de las épocas más antiguas de la humanidad. Apasionado de la divulgación y firme defensor de la ciencia «accesible», el autor plantea un viaje por catorce de los yacimientos neandertales más destacados de la península Ibérica. Cuestiones como la muerte, la caza, la alimentación o el arte, cobran protagonismo en un precioso relato que, de manera sencilla y brillante y combinando la ficción con la realidad, nos transporta hasta uno de los periodos más desconocidos de nuestro pasado.
Durante los años previos a la Segunda Guerra Mundial, en una base aérea de Alabama, un grupo de pilotos renegados forjó una idea radical. ¿Qué pasaría si los bombardeos fueran tan precisos como para que las guerras pudieran librarse solamente desde el aire? ¿Podrían los brutales enfrentamientos entre ejércitos de tierra convertirse en cosa del pasado? Este libro cuenta lo que ocurrió cuando intentó llevarse a la práctica ese sueño.
Malcolm Gladwell sigue los pasos de un genio holandés y su ordenador analógico casero, del grupo de científicos pirómanos de Harvard que inventaron el napalm, de un brillante piloto que cantaba tonadas a su equipo y del comandante LeMay, quien ordenaría uno de los ataques más sangrientos de la Segunda Guerra Mundial. A su más puro estilo, Gladwell les saca jugo a todos estos personajes fascinantes y nos lleva ágilmente a través de una serie de dilemas que cambiaron el rumbo de la historia para para preguntarnos cuál puede llegar a ser, a menudo, el precio del progreso.
¿Te has preguntado alguna vez qué chistes se contaban en el antiguo Egipto? ¿Cuáles eran los castigos más crueles impuestos a ladrones, asesinos y otros delincuentes? ¿Sabías que había momias premium y low cost, algunas incluso con sorpresa incluida?
Famosa sobre todo por sus pirámides, sus grandes templos y sus faraones, la civilización egipcia oculta aún muchos aspectos desconocidos que fascinan a todos los aficionados a las culturas antiguas.
En este libro se recogen cuestiones curiosas, sorprendentes y poco conocidas de la vida en el antiguo Egipto que arrojan nueva luz sobre esta enigmática, maravillosa y, por supuesto, increíble civilización.