Al mismo tiempo que permanecía estrechamente alineado con Hitler, Mussolini se mantuvo cuidadosamente neutral hasta el verano de 1940. Entonces, a raíz del hundimiento repentino y totalmente inesperado de los ejércitos franceses y británicos, el Duce declaró la guerra a los Aliados con la esperanza de obtener ventajas territoriales en el sur de Francia y en África. Aquella decisión resultó ser un terrible error de cálculo, que abocó a Italia a librar una guerra prolongada e imposible de ganar, y la condenó a sufrir ingentes bajas y una invasión de los Aliados en 1943 que inauguró una espantosa nueva era para el país.
Este nuevo libro de John Gooch es la crónica definitiva de la experiencia de Italia en la guerra. Empezando por la invasión de Abisinia y terminando con la detención de Mussolini, Gooch describe brillantemente la pesadilla de un país con un sector industrial demasiado pequeño, con unos líderes demasiado incompetentes, y con demasiados frentes en los que combatir.
En el año 82 a.C., Quinto Sertorio, miembro del partido de los populares de Roma, llegaría a Hispania como procónsul con la misión de asegurar la provincia para una Roma atenazada por el poder de Lucio Cornelio Sila.
Desde una posición de poder, Sertorio desafiaría la dictadura y el nuevo modelo de república de Sila, en lo que se convertiría en el epílogo de la cruenta primera guerra civil de Roma, y que vería aparecer un nuevo genio militar: Cneo Pompeyo Magno.
Este riguroso ensayo pretende arrojar luz sobre el periplo de Quinto Sertorio en Hispania, reconstruyendo hechos, movimientos tácticos y estrategias, y analizando el porqué, el quién, el cómo y cuándo de cuanto conocemos, a partir de las dos fuentes principales fuentes de información como son los textos clásicos y la arqueología.
Del mismo modo desentraña los factores que han ayudado a forjar el mito de Sertorio durante las épocas moderna y contemporánea, en un ejercicio de diferenciación entre Pasado —los hechos que realmente ocurrieron— y cuanto sabemos de ello y transmitimos, aquello que llamamos Historia.
Vietnam fue el conflicto moderno más divisivo del mundo occidental. Max Hastings ha pasado los últimos tres años entrevistando a decenas de participantes de todos los bandos, investigando documentos y memorias estadounidenses y vietnamitas para crear una narrativa épica de una lucha épica. Retrata las escenas de Dien Bien Phu, el ataque aéreo de Vietnam del Norte y batallas menos conocidas, como el baño de sangre en Daido. Aquí están las realidades vividas de la lucha en medio de la selva y los arrozales que mataron a dos millones de personas.
Muchos han tratado esta guerra como una tragedia para los Estados Unidos, sin embargo, Hastings no olvida a los vietnamitas: en esta obra hay testimonios de guerrilleros Vietcong, paracaidistas del sur, chicas de alterne de Saigón y estudiantes de Hanói, junto con soldados de infantería de Dakota del Sur, infantes de marina de Carolina del Norte y pilotos de Arkansas. No hay otra obra sobre la guerra de Vietnam que haya mezclado una narrativa política y militar del conflicto con experiencias personales conmovedoras: el sello de Max Hastings que los lectores conocen tan bien.
La guerra en casa no nos habla únicamente de la guerra de los Balcanes, sino de su relación con nosotros, tan próximos y, al mismo tiempo, lejanos. Y lo hace con una escritura en la que el espíritu del escritor y del periodista se integran de manera perfecta.
Este es un libro de Historia y de historias. La del francotirador, verdugo por excelencia, y sus intentos por empezar una nueva vida fuera de Yugoslavia. La pesadilla de Izmet, detenido por la policía estatal un día cualquiera y machacado a golpes solo por ser musulmán. El relato de Sead y Esad, hermanos enfrentados, y de lo que vieron en los campos de exterminio. La sórdida epopeya de los generales y soldados de las Naciones Unidas, y el fracaso de la ideología humanitaria. Pero también la acogida en Turín de centenares de prófugos y la apasionada implicación de muchas personas corrientes. Una obra que nos ofrece una visión humanística de la guerra.
El fin de la República fue, desde el punto de vista de las fuentes romanas, un largo siglo marcado por guerras civiles: Mario contra Sila, César contra Pompeyo y Octaviano contra Marco Antonio. Guerras que podrían parecer solo ajustes de cuentas entre facciones romanas, interrumpidas por campañas contra bárbaros o rebeldes, pero, en realidad, fueron algo mucho más complejo.
Desde Hispania hasta Mesopotamia, la perspectiva se volvió global. Porque ante esta expansión, bereberes, hispanos, galos, griegos, tracios y armenios ocuparon la primera fila de estos espectáculos trágicos de las guerras civiles romanas de las que dependía su destino, por lo que fueron más que peones en el tablero del Imperio romano. Junto a Octaviano o Antonio, hubo otros extranjeros menos conocidos que Cleopatra implicados en el Gran Juego entre Roma, los partos y los demás pueblos vecinos: el moro Bogud, el cilicio Tarcondimoto y el armenio Atravasdes, que influyeron en la política interna republicana.
Seis años que transformaron a la Humanidad · Setenta y dos meses que acabaron con las sociedades conocidas hasta entonces · Una guerra que cambió el mundo.
Cuando se cumplen ochenta años del fin de la Segunda Guerra Mundial, el mayor conflicto bélico vivido por la humanidad todavía retumba en nuestros días. El periodista cultural, especializado en Historia, Miguel Santamarina escribe en este original libro una cronología de los momentos que marcaron un antes y un después en el trascurso del conflicto.
La invasión de Polonia, la Operación Barbarroja, el fin del sitio de Stalingrado, el Día-D, el suicidio de Hitler, las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki, la rendición de Japón son algunas efemérides clave. Además, Santamarina nos descubre curiosidades desconocidas pero imprescindibles para el trascurso de la guerra, como la vida de Garbo, el espía español decisivo en el Día-D, o la búsqueda del Santo Grial en el Monasterio de Montserrat, entre otras.
Este libro es, en definitiva, una forma diferente de aprender, gracias a un viaje por los días, meses y años durante los cuales esta guerra cambió al mundo.