Los días de la Kenia colonial, inmortalizados por Karen Blixen en Memorias de África, fueron célebres gracias a un excéntrico y fascinante personaje de la alta sociedad: lady Idina Sackville, gran dama de una singular comunidad de hedonistas expatriados blancos que, entre las dos grandes guerras del siglo XX, se instalaron en las tierras altas llamadas Happy Valley. Esa era de lujo y excesos culminó con el misterioso asesinato del conde de Erroll en 1941, cuya investigación exhibió la decadencia y disipación de toda una pequeña sociedad de privilegiados. Pero ¿qué queda ahora de todo aquello? En el curso de una búsqueda excepcional, Juliet Barnes se propuso explorar Happy Valley para localizar las mansiones y guaridas de este extraordinario grupo de personas. Con la ayuda de un pintoresco guía africano, Solomon, representante de una sabiduría ancestral, y los recuerdos de los antiguos colonos y sus empleados, Barnes encuentra al pie de las imponentes montañas los restos de un estilo de vida irrepetible que la literatura y el cine han convertido en mito. En parte libro de viajes, en parte historia social, pero también indagación en la propia memoria, «Los fantasmas de Happy Valley» constituye una insólita y cautivadora evocación de la extraña aventura colonial de África, en la que espacios y personajes adquieren dimensiones casi épicas.
Autor del polémico Breve tratado sobre la estupidez humana, RicardoMoreno nos presenta en Los griegos y nosotros un entusiasta alegato en favor de una educación de horizonte y empeño humanistas, últimamente«tan amenazada por una pedagogía de retórica populista y mediática»,en palabras de Carlos García Gual. Moreno aboga por un tenaz elogiodel valor educativo de la cultura y la lengua de Grecia y Roma,alertándonos sobre el suicidio que supone el olvido de los clásicos.Supone, pues, una apología razonada y apasionada de los estudios delgriego y el latín y las Humanidades de raigambre clásica, que desdehace años están siendo ahogados y marginados por mezquinos y menguados programas oficiales tanto en la Enseñanza Secundaria como en laUniversidad.
Hace más de dos mil quinientos años, los griegos, encabezados por Atenas y Esparta, sentaron las bases de la ciencia, las artes, la política y el derecho modernos. Pero la influencia de los griegos no terminó con la caída de su civilización clásica.
En esta historia completa de los griegos, el célebre helenista Roderick Beaton nos sumerge en tres milenios y medio de fascinantes cambios, un periplo en el que descubriremos a uno de los pueblos más influyentes de la humanidad.
Desde la Grecia minoica y micénica, inspiración de los mitos y los héroes homéricos, llegaremos hasta el esplendor clásico del Partenón y la filosofía para cabalgar luego junto a Alejandro Magno en su conquista del mundo. Durante el Imperio romano, los griegos continuaron siendo una fuerza de primer orden, y el Imperio bizantino fue la gran potencia medieval.
De la región de Calabria mucho antes del siglo XIX a las sastrerías de París; de las trincheras de la Primera Guerra Mundial al paseo marítimo de Ocean City; de Garibaldi a Joe Di Maggio; de Lucky Luciano o Sinatra al menor de los Talese: Los hijos desgrana la odisea de una familia y, a través de ella, la de millones de emigrantes italianos que llegaron a los Estados Unidos en el despertar de una época que cambiaría el mundo.
Gay Talese avanza puntada a puntada en una épica historia de lazos de sangre, amores y desencuentros, tensiones políticas y vínculos con un pasado que se desvanece y un futuro lleno de promesas.
Verano de 1935. En un lago cerca de Berlín, un joven está pescando cuando ve a una mujer recostada en la proa de un barco que pasa. Sus miradas se cruzan? y nace una de las mayores conspiraciones de la historia.
Harro Schulze-Boysen ya había derramado sangre en la lucha contra el nazismo cuando Libertas Haas-Heye y él iniciaron su romance arrollador. Ella se sumó a la causa y poco tiempo después los dos amantes ya dirigían una red de luchadores antifascistas repartidos por todo el bajo mundo del Berlín bohemio. El propio Harro se infiltró en la inteligencia alemana para comunicar los planes de batalla de los nazis a los aliados, incluidos los detalles del ataque sorpresa de Hitler a la Unión Soviética. Pero nada podía preparar a Harro y a Libertas para las traiciones que sufrirían en aquella guerra de secretos, una lucha en la que la línea que separaba a los amigos de los enemigos era muy fina.
Con la ayuda de diarios inéditos, cartas y documentos de la Gestapo, Norman Ohler teje una inolvidable historia de amor, heroísmo y sacrificio.
Vivimos un tiempo de aceleración generalizada. Creímos que la paralización global que supuso la pandemia permitiría una pausa, una reflexión y un cambio de ritmo. Pero no fue así. La inercia era demasiado fuerte. Al fin y al cabo, la aceleración es un patrón rítmico que se asentó en Occidente en los inicios de la Modernidad: entonces el discurso religioso asoció la lentitud al pecado capital de la pereza, mientras el discurso económico encumbró la rapidez en la producción y en los intercambios comerciales como símbolo de progreso y eficacia social. Así, la historia de la Modernidad es la historia de una discriminación: al erigir la velocidad como modelo latente pero absoluto de las virtudes sociales, las sociedades modernas inventaron un «vicio», la lentitud, es decir, la supuesta incapacidad de algunos individuos para «seguir el ritmo de los tiempos». A partir de esta idea, este ensayo lleva a cabo un estudio fascinante de la violencia simbólica que el sistema ejerce sobre todos nosotros. Laurent Vidal rastrea así la génesis de los lentos —esos individuos marginados por la maquinaria del progreso—, pero además desvela el modo en que estos han ido apropiándose de distintas estrategias vinculadas a la lentitud para subvertir la apisonadora de la Modernidad, resistiéndose a adecuar su propio ritmo orgánico, emocional e intelectual a las exigencias productivistas del sistema capitalista, yendo en contra del tempo impuesto primero por los relojes y los cronómetros y más tarde por otras tantas herramientas de control social. Así, al inventar nuevos modos de acción basados en las rupturas del ritmo dominante, los lentos nos ofrecen una visión diferente, y cada día más necesaria, de la emancipación. Combinando el rigor erudito de un gran historiador con la sensibilidad de un magnífico escritor, este ensayo abre nuevos horizontes para repensar nuestra relación con la libertad en un mundo donde la existencia ordinaria queda tantas veces asfixiada por el ritmo impuesto por todo tipo de 'gadgets' y 'apps'.