Eric Hobsbawn dedicó este libro a unos personajes que no suelen aparecer en los libros de historia, aunque hayan dejado un legado más importante para nosotros que el de muchos reyes, ministros y generales. Gente poco corriente, como los héroes de una tradición radical que va de los destructores de máquinas de la primera industrialización hasta nuestros días, pasando por los «zapateros políticos». Como los guerrilleros de Vietnam, los estudiantes de mayo de 1968 o los protagonistas de la «revolución sexual». O finalmente, como los hombres del jazz, que acierta a situar en el lugar que les corresponde por justicia en la historia de la cultura del siglo XX.
Hablamos como si supiéramos lo que significa la gracia. Sin embrago, ¿ La comprendemos realmente? ¿ No nos habremos conformado con una gracia endeble? La palabra bien en el letrero de un iglesia. Jamás causa problemas ni exige una respuesta. Cuando a alguien se le pregunta si cree en la gracia, ¿ Cómo diria que no?
Sin pretender ser exhaustivo, el autor estudio los principales filósofos contemporáneos desde un punto de vista a la vez expositivo y crítico. Empieza explicando la disolución del hegelianismo fundándose especialmente en Marx y en Kierkegaard. La filosofía de la vida, de Schopenhauer y Nietzsche, se presenta como una reflexión sobre el sentido de la existencia humana. En el positivismo, ve el autor la encarnación del espíritu del S. XIX. Despues del idealismo y el espiritualismo francés, el libro termina con la exposición de la fenomenología de Husserl y el existencialismo.