«La gracia del arte radica en que es la actividad libre por excelencia. Pero esta actividad libérrima y creativa ha sido rondada permanentemente por dos amantes peligrosas. La política y el capitalismo han tratado de multiplicar sus fuerzas fundiéndose con ella.»
Comerciantes de arte roban paredes y puertas con obras de Banksy, un festival erótico disecciona los males políticos de España para estimular el consumo de pornografía, un autobús tránsfobo hace las veces de instalación itinerante, se estetiza el espacio público en Cataluña para hacer invisible al adversario... En los últimos años la cultura ha trabado una relación asfixiante con el capitalismo y con la política. Pareciera que el destino de toda expresión artística es acabar convertida en una mercancía cultural, en un incentivo para el turismo o en un arma estratégica en las batallas ideológicas.
Este estupendo ensayo examina las tensiones entre la cultura, el mercado y el populismo contemporáneo. Carlos Granés ofrece un certero diagnóstico del presente y nos muestra con contundentes ejemplos el modo en que, paradójicamente, mientras el arte se vuelve políticamente correcto y renuncia a las estrategias de la vanguardia, la política opta por tácticas transgresoras y escandalosas para captar la atención del otro.
En marzo de 1938, los soldados alemanes cruzaron la frontera con Austria y Hitler hizo realidad su deseo de anexionar el país al Tercer Reich. Ante estos acontecimientos, muchos judíos habían hecho preparativos para ponerse a salvo, pero no Sigmund Freud. Con 81 años de edad y enfermo de cáncer, el famoso psicoanalista judío era incapaz de contemplar la posibilidad de abandonar su querida Viena, ajeno al peligro inminente que corría su vida. Pero varias personas prominentes cercanas a él intentaron convencerlo para que emigrara a Londres: el médico galés que llevó el psicoanálisis a Gran Bretaña; la sobrina nieta de Napoleón; un embajador estadounidense; la devota hija menor de Freud, Anna; y su médico personal.
Andrew Nagorski narra la apasionante vida de Freud y cómo su círculo cercano logró salvarlo para que pudiera vivir sus últimos meses en libertad, a la vez que retrata la Europa de primera mitad del siglo XX: la historia de una gran ciudad, de un imperio que se derrumba, de un terror creciente y de un hombre que cambiaría nuestra forma de pensar.
'Ya no entendemos qué es la democracia'. Esta afirmación es el núcleo central del nuevo ensayo de Marcelo López Cambronero. En él se defiende que los esquemas de comprensión que habitualmente utilizamos para entender la política, y en especial la democracia, han caducado, han dejado de ser útiles para explicar la realidad en la que vivimos, sacudida por la revolución cultural posmoderna, el cambio tecnológico acelerado y el incremento desmedido de las capacidades de control social.
Si queremos salvar la democracia hemos de liberarnos de estos esquemas y buscar otros a partir de un cambio de paradigma: la democracia contemporánea no consiste en el gobierno del pueblo, sino en un modelo de gestión y reparto del poder en la sociedad.
Salvemos la democracia es un breve y muy efectivo texto filosófico-político, donde encontramos reflexiones ordenadas eficaz e ingeniosamente sobre el poder, el tiempo, la revolución, la transformación de las sociedades, el papel de las ideologías y la nueva forma de hacer la guerra, entre otros problemas cruciales de nuestro mundo actual. Con todo ello se intenta responder, entre otras cuestiones, a si vivimos en democracia o, en todo caso, a si podemos recorrer un camino que nos permita reconstruirla y consolidarla.