La sociedad decadente revela lo que sucede cuando una sociedad rica y poderosa detiene su avance, y cómo la combinación de riqueza y dominio tecnológico con el estancamiento económico, la parálisis política, el agotamiento cultural y el declive demográfico crean una especie de «decadencia sostenible».
Muchos de los descontentos actuales, así como el devenir absurdo y errático que caracteriza a la realidad ?desde los transbordadores espaciales en tierra hasta los villanos de Silicon Valley, desde el cine y la televisión de insulso reciclaje hasta el escapismo mediante el consumo de drogas o la realidad virtual?, reflejan un sentimiento de futilidad y decepción, de que los caminos que nos quedan por recorrer llevan únicamente al ocaso. En este escenario tememos a la catástrofe, pero en cierto modo también suspiramos por ella, porque la alternativa es aceptar que somos decadentes de forma constante.
El renombrado neurocientífico Joseph LeDoux indaga en la historia natural de la vida en la tierra para brindar una nueva perspectiva sobre las similitudes entre nosotros y nuestros antepasados. Esta revisión de la evolución en la Tierra arroja nueva luz sobre cómo evolucionaron los sistemas nerviosos en los animales, cómo se desarrolló el cerebro y qué significa ser humano.
En Una historia natural de la humanidad, LeDoux sostiene que la clave para comprender el comportamiento humano radica en ver la evolución a través del prisma de los primeros organismos vivos. Al tiempo que rastrea la cadena evolutiva a lo largo de los años, muestra cómo incluso los primeros organismos unicelulares tuvieron que resolver los mismos problemas a los que nos seguimos enfrentando en nuestro día a día. Asimismo, LeDoux explora nuestro lugar en la naturaleza, cómo la evolución de los sistemas nerviosos mejoró la capacidad de los organismos para sobrevivir y prosperar, y cómo el surgimiento de lo que los humanos entendemos como conciencia hizo posible nuestros mayores y más horrendos logros como especie.
Esta obra constituye tal vez una de las síntesis más perfectas del imaginario de Galeano: celebraciones, sucedidos, crónicas, sueños, memorias y desmemorias; todo ello mediante relatos breves, directos, conmovedores, asombrosos, en los que hasta las paredes hablan, y en los que, a sus palabras, se suman sus grabados y dibujos.